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Día tras día tener que soportar la soledad en aquella casa, el lugar donde siempre está encerrada, donde se encuentra su amargura, donde deja caer sus lágrimas de dolor e impotencia.

Pero hoy sería diferente, hoy sería distinto, haría algo nuevo está sería la última vez que hacía algo para atraer a su esposo si, de lo contrario no resulta lo más viable será que le pidiera el divorcio.

Se rendiría y le dejaría el lugar a la que es su novia actualmente.

Emocionada prepara una cena romántica, reservo una cita con la estilista, se compró un nuevo vestido rojo pasión.

Ya todo lo tenía planeado, todo tenía que estar perfecto para la hora en que llegará.

Llegó el momento en cuanto escucho el sonido de la puerta abriéndose dejando ver a un hombre con porte impotente, vestido elegantemente con un traje confeccionado, maletín de cuero negro y su cabello peinado hacia atrás dándole un aspecto aún más atractivo de lo que aparenta.

Pero no viene solo, viene con la chica con la que la ha estado engañando todo este tiempo, su apariencia es insólita, trae en conjunto nuevo que le ha regalado su novio que constaba de un pantalón de mezclilla junto con una blusa color blanco y encima de ella un chaleco de pelos por así decirlo y ni hablar de su maquillaje exagerado en su cara.

Cuando entra impotente a la casa junto a ella la toma de la cintura.

Sofía, bajo su vista al piso sintiéndose humillada, escucharon eso ¿no?, pues fue el sonido de su corazón que se quebró aún más ahora ya entendió, ha comprendido que el hombre no es para ella y al fin se dará por vencida ya no aguanta.

Sofía

Es la gota que derramó el vaso, ya no aguanto, ahora trae a su amante a mi hogar, son un par de sinvergüenzas.

Ya no, ya está será la última vez que intento que sea parte de su vida si así lo quiere pues así será, pero primero veré para qué la ha traído.

—Bueno es inesperada su visita y ¿qué significa esta grata sorpresa? —lo decía mientras mi sonrisa forzada salía a flote y temblaban mis manos.

—Mira, Sofía solo te diré una vez. Rosa vivirá con nosotros como mi mujer así que ya no hagas preguntas estúpidas.

Eso es todo acabo de romperme totalmente, no solo mi corazón, mi alma junto a él.

Mientras veía como subían a la habitación de Ernesto Rosa me veía con ojos burlones cargados de altanería, orgullo y soberbia, pero qué más da.

—Ah y una cosa más harás todo lo que ella te diga y ni siquiera se te ocurra darle la contra, porque te las verás conmigo —soltó de pronto, yo ponía atención a todo lo que decía, le dijo algo al oído a Rosa y está solo asintió y sonrió mientras caminaba por el pasillo de la casa me dolió aún más al saber que ella conocía perfectamente mi casa, Ernesto bajo las escaleras caminando lenta y elegantemente a mí —Levanta todo eso —apunto la comida que prepare —vístete como lo que eres, solo una trabajadora más aquí, no debiste hacer eso, te lo dije y te lo repito, te vez tan patética haciendo cualquier cosa para que te volteé a ver, das vergüenza, ten un poco de dignidad; ya haz conciencia no me tendrás en tus brazos nunca.

Fue todo lo que me dijo dolió por supuesto, se dio la vuelta y fue subiendo velozmente las escaleras sin voltear atrás, mientras yo me senté en una de las sillas que prepare el día de hoy, y como dije será la última vez que hare algo para que me vea más que como una sirvienta.

Tomo los platos que había puesto en la mesa para disfrutar los dos juntos de la deliciosa comida que prepare.

Fue un fracaso totalmente, le di un permiso a la ama de llaves Juanita para realizar lo que tenía planeado, pero no salió ahora estoy frente al espejo viendo mi cuerpo que es lo que tengo mal, soy fea, estoy gorda.

No entiendo porque se comporta conmigo de esa manera desde el inicio de nuestro matrimonio, insultos, humillaciones, todo lo que me ha hecho sufrí y yo como tonta creyendo que cambiaría, pero valla sorpresa me lleve que no fue así, solo espero que la decisión que tomo sea la correcta y no se arrepienta.

Doloroso Amor "Editando"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora