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Ernesto frunció la boca, abogado ¿Para qué? ¿Qué demonios está pensando? Quitarme las cosas, aunque no podrá ya que nos casamos por bienes mancomunados o eso quiero creer.

— Abogado para que Sofía — lo mencionaba con burla y riendo — si no es necesario, no seas tonta.

— Tonta, ¡ah! Tantas veces me has dicho eso que ya no me afecta en lo más mínimo y como te dije solo espera, una sola cosa más me iré de la casa.

— Por mi bien así podré deshacerme más rápido de ti.

— No cantes victoria pedazo de idiota — Ernesto abrió de más sus ojos estaba sorprendido por cómo le hablo Sofía — ¿Qué?, Te sorprende, ja no me conoces Ernesto y lo mejor que no hables porque la vida da tantas vueltas y espero no te arrepientas y tampoco olvides lo que me estás diciendo ahora, bueno sin más de mí parte me voy cuando vuelvas no me encontrarás.

Dejándolo con la palabra en la boca se voltea y camina, camina a paso apresurado no quiere seguir hay, no quiere ver cómo es que Ernesto destilaba amor por Rosa y defendiéndole de algo tan insignificante como dictarle sus verdades, porque eso fue lo que le dolió para que reaccionara de esa manera y a leguas se vio que fingió su llanto.

Que estúpido es Ernesto y valla que le hace honor a esa palabra es uno de los adjetivos que se le da al hombre sin cerebro con el cual se casó.

Nunca sintió algo por ella, nunca y ahora ella se amará, se tendrá respeto y lo dejará al muy desgraciado y que se quede con su "mujer".

Ernesto solo ve cómo es que la mujer camina y se aleja de ellos dejándolo con un vacío inexplicable y con la corazonada de que la ha regado bastante. Rosa al percatarse del pequeño trance al que entró el tipo trata de llamar su atención abrazándole por la espalda.

Ernesto suspiro, volteó a ver a Rosa y le sonrió, ella le devuelve el gesto y está habla — Vamos adentro.

— Claro.

Caminando a paso lento van al ascensor, seleccionando el último piso avanza y en cuestión de segundos llegan a su destino.

Las puestas se abren dejando ver a la pareja, mientras ella le toma del brazo caminan a la oficina.

Mientras tanto el tipo aún se encontraba hablando por teléfono.

— Si jefe acaban de discutir cómo le había comentado.

Procura de que no la dañen

Si de hecho hoy, precisamente hoy fue a buscar a un abogado.

El tipo desconocido que se encontraba al otro lado de la línea se levantó haciendo que la silla hiciera un sonido estrepitoso debido al brusco movimiento.

¿Que has dicho?

Lo que escucho jefe, la señorita Sofía ya fue con un abogado para la tramitación de su divorcio.

— Y tú cómo demonios lo sabes?

— Porque yo la vi que entró.

El tono de que la llamada se cortó se escuchó a más no poder dejando al tipo con la palabra en la boca y solo sonrió, por otra parte, el jefe del anterior hombre sonreía mientras veía las fotos que le fueron enviadas.

Acariciando el rostro y figura de la chica mientras inhala y exhala el humo del puro que tiene entre sus labios dice — por fin llegó el momento de actuar bella dama, estaremos juntos tu y yo por siempre.

— Pronto cariño, pero es momento de que salga a la luz ahora como acercarme a ti.

Simultáneamente, ocurriendo esto Sofía hace una de las llamadas más importantes que hará en su vida, bueno no exagerando.

— Hola — de escucha después de tres tonos una voz masculina.

— Hola Rafael — la voz de Sofía salía un poco temblorosa ante la repentina llamada que le hace a su hermano.

— Sofía que sorpresa, para que has llamado.

Doloroso Amor "Editando"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora