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Levantándose de la silla camina a la puerta, está toma la perilla de esta y abre.

Nadie, no hay nadie solo una caja frente a la puerta y en ella está escrito el nombre de Sofía.

Sin entender la toma entre sus manos y voltea de lado a lado verificando quién es la persona que lo allá dejado hay, más no ve a nadie.

Sin darse cuenta que un tipo la observaba de la obscuridad o mejor dicho desde la sombra de un árbol frente a su casa.

Sofía entra a la casa con la caja en las manos y sin esperar va camino a la sala para ver el contenido de dicho presente.

Dejando la caja en la pequeña mesa de cristal que está al centro de la sala y con curiosidad como si fuese una niña pequeña de tan solo cinco años ve la caja. Sus manos picaban de que abriese la caja, voltea a ambos lados como si estuviera a punto de hacer una travesura, la vuelve a tomar entre sus manos, retira el pequeño listón con cuidado de lo estropearlo.

Lento quita la tapa y ve el contenido, está sorprendido, es la cabeza de Ernesto, sus ojos no pueden estar más que abiertos se ha librado de él.

Nah mentira era una esfera de cristal con una rosa dentro de ella y a vista se veía que era muy cara, no entendía quien la envío, rebusco en la caja indicios de alguna nota en particular, pero solo encuentra una pequeña tarjetita que decía.

Una flor para otra flor.
La flor te representa, una persona frágil y hermosa, escojo una rosa azul para representar tu inocencia, tu paciencia, tu paz, tranquilidad y todas aquellas hermosas cualidades que tienes, eres bella cómo está rosa, tan bella y frágil.
Pero como toda rosa bella tiene sus males y es lo que representa la esfera de cristal tu encierro, tu cárcel, tus grilletes, y el agua, el agua representa tus lágrimas que has llorado cada una, ahogada con tanto problema.
Pero yo te sacaré de hay solo espérame bella dama

Atentamente
E.E

Se quedó muda no sabía que sentir en este momento estaba un poco feliz porque creo que es, cada palabra era cierta, pero le causaba un poco de miedo quien podría enviarle eso, solo pocas personas sabían de esto, mejor dicho, nadie lo sabía, o acaso Erne.... No Como demonios sería él, ahora él será padre y talvez en un futuro esposo de Rosa.

Dejando la caja en la mesa sube a su habitación para así hacer su maleta, cuando está lista checa la hora y no falta mucho para que sea el momento de ir a ver el departamento que quiere comprar.

Sin esperar más toma las llaves del coche y sale de la casa y se trepa en él, lo enciende y comienza a conducir al lugar acordado.

No tarda mucho en llegar a lo mucho unos 15 minutos, aparca el automóvil en el estacionamiento exclusivo del edificio.

Caminando con toda la gracia y feminidad que ella tiene llega y la persona que le contesto la estaba esperando.

— Buenas tardes usted es la señorita Sofía.

— Si.

— Mucho gusto en conocerla soy Esteban — el levanta una de sus manos para así saludar a la chica.

Y algo en la cabeza de la chica hizo clic, en algún lado a escuchado ese nombre, trata de hacer memoria y recuerda.

— Eres Esteban, Esteban Esqueda.

— Ah sí como lo supo.

— Soy Sofía nos conocimos en el centro comercial.

Ahí el hombre trato de hacer memoria y efectivamente recodo a la pequeña Sofía huyendo de su madre.

— Ah ya recuerdo la vez que escapaste de tu madre.

— Si aún lo recuerdas.

— Claro como si haya sido ayer.

— Jajá también yo, no creí que te vería de nuevo.

— Yo tampoco, ya que si es bastante tiempo de lo que pasó.

— Si, quien hubiera imaginado que en mi carrera a la libertad chocaría con tigo.

— Ha muy cierto, — corta la frase para reír un poco y la liviana y tímida risa de Sofía — recuerdo que me tiraste al suelo y reclamabas por tus dulces recuerdas.

— Si mi madre me los quería quitar entonces tenía que hacer algo para evitarlo.

— Valla medida que tomaste y a fin de cuenta cuando estábamos en el suelo tu madre te alcanzó y después de eso no supe más que te paso.

— Bueno primero caminemos al departamento que para eso vine y hay te cuento.

— Está bien — y comenzaron a caminar.

— Bueno retomando la historia, después de que mi madre me tomara del brazo me llevo a rastras a una tienda de ropa.

— ¡¿Qué?! ¿Es enserio? — pregunta un poco impresionado.

— Si no miento me llevo diciéndome el pretexto que una dama nunca debe de correr por los pasillos y además que estaba sucia por haberme caído al suelo.

Se lleva una de sus manos a la cabeza — Vaya no me lo imagino, ¿debió ser demasiado cruel no?

— No, ni tan mal solo que querían que me vistiera con un vestido, pero no eran de mi agrado jajá.

Continuaron su charla hasta que llegaron a las puertas del departamento y Esteban incrusta las llaves en esta.

— Adelante conoce el departamento — le dijo mientras sonreía a la chica.

Doloroso Amor "Editando"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora