— Steven que sorpresa no te esperaba.
— Disculpa que venga a estas horas, pero necesito que me digas para cuando quieres el acta.
"Acta para qué demonios quiere "un acta" pensó el Ernesto.
— Disculpa la molestia — Pregunta Rafael caminando detrás de ella — Pero para que quiere un acta y acata de que.
— Bueno joven, primeramente, buenas tardes y segundo no le puedo decir si mi cliente no me lo permite.
— Si él puede saberlo Steven es de confianza.
— Y vaya que confianza verdad Sofía — comenta cizañando con una sonrisa Rosa.
— Calla la boca Rosa, ya has hablado demasiadas mierdas el día de hoy ya cállate.
Rosa abre la boca indignada y voltea a ver a Ernesto, pero este no le presta atención porque su vista está en su mejor amigo Steven que habla con total confianza con su esposa y su cuñado.
— Ahora me puedes decir — dijo Rafael al tipo frente a él.
— Solo una cosa más señor — voltea a ver a Sofía y comienza a hablar — tengo permitido decirlo frente a él — término apuntando a Ernesto.
— Oh claro que sí, de echo le quería decir después de que me fuera de la casa.
— Como que te vas a ir Sofía — reacciona de manera rápida Ernesto y soltando a Rosa de pasó.
— Ay Ernesto ya te lo comenté fuera del edificio — dijo volteando lo a ver a Ernesto — y Rafael no desempaques tus cosas tengo un nuevo piso en otro lado y espero que ustedes dos — dijo apuntando a la pareja — desocupen la casa que no quiero verlos más aquí.
— Pero no puedes decirme eso esta es mi casa.
— Tu casa — dijo mientras soltaba una risa sutil sin llamar mucho la atención — tu casa — dice de nuevo ironizando — no le veo tu nombre por ninguna parte.
— Yo tampoco le veo el tuyo — responde a la defensiva Rosa.
— Mira sinvergüenza cállate que lo que mejores haces es abrir las piernas.
— Quiero ver qué intentes callarme.
Seis pares de ojos la veían detenidamente y Sofía solo sonreía por las estúpidas palabras de la mujer.
— Mira bruja no te hago lo que te mereces solo porque estás embarazada. Ahora les vuelvo a reiterar los quiero fuera de mi casa entendiste, entendieron — dijo volteándolos a ver y apuntándolos.
— Sabes que me vale lo que tengas que decir y no nos iremos de la casa.
— Bien si es lo que tienes en mente bueno, Ernesto te enviaré a mi abogado para que reclamé todo lo que es mío. Y Rafael toma tus cosas y súbelas a mí coche que nos vamos de aquí.
Rafael acata la orden de su hermana y solo ve que ella sube al segundo piso.
Rafael, Ernesto, Steven y Rosa se quedaron en la sala, ninguno de ellos decía palabra alguna, el silencio era tan sepulcral, tan incómodo para ellos cuatro.
Ernesto decidió romper el silencio preguntando — Steven me puedes decir de qué demonios estaban hablando tú y Sofía y de que acta.
Ernesto caminaba lentamente a Steven y este daba pasos pequeños para atrás.
— Detente Ernesto — se escucha la voz de Sofía al inicio de la escalera.
Bajando las gradas elegantemente con las maletas en mano llega al final y camina a ellos.
— No tiene por qué decirte algo en mi abogado y por lo tanto debe callar la situación de su cliente.
— No es justo Sofía tengo derecho de qué me digas todo lo que estás haciendo eres mi esposa.
— Esposa — menciona con una sonrisa irónica en el rostro de ella — Ahora si soy tu esposa, no puedes llegar a ser más idiota y estúpido, no digas más estupideces y cállate solo espera — caminando a la puerta llama a su hermano y a Steven.
La pareja queda sola en la sala de estar y solo se sientan en el sillón doble.
Mientras tanto en otro lado en una casa un rostro cubierto con la profunda obscuridad solo levanta el teléfono y llama.
— Ya está en el lugar — pregunta en cuanto escucha que fue contestada su llamada.
— Si señor la señorita ya está en camino al lugar donde Planeo.
— Bueno, ahora tomen sus posiciones esta noche pasará lo que tenga que pasar.
Colgando la llamada deja el aparato a un lado y solo se apresura a tomar un puro y encenderlo.
— Verás Sofía no sabes lo que te espera estaremos juntos para siempre.
Por una parte, la pareja aún continuaba en la sala sentados mirándose fijamente sin decir nada, pero Rosa toma la iniciativa y habla.
— Ahora dime ¿cómo que la casa es de ella?
— Ah sí es de ella ya que está a su nombre.
— Pero porque no me lo dijiste Ernesto, ahora donde viviremos — menciona enojada Rosa.
— Tranquila cariño aún tengo mi departamento.
— Pero es muy pequeño no cabremos en ese lugar.
— Claro que lo aremos cariño y debemos luchar por nuestro hijo.
— Claro, por nuestro hijo — dijo irónicamente sin que el idiota frente a sus ojos se diera cuenta, lo abraza y vira los ojos en su espalda.
Claro que ella tiene un departamento más grande que el de Ernesto lo compro con todo lo que le ha quitado y el tonto ni cuenta se da por estar pendiente en otras cosas ha en fin Rosa se siente muy lista, pero que le depara el futuro a esa arpía.
En un lugar no muy lejos está Sofía con su hermano y pues ya era de noche caminaban tranquilamente después de un lado día de ajetreo.
— Entonces te vas a divorciar de él.
— Si hermano ya no aguanto.
Mientras ellos platicaban con tanta familiaridad como si no haya pasado nada una camioneta negra les seguía los talones a ese par.
Sofía se da cuenta de que los están siguiendo y le comenta a su hermano.
— Rafael creo que nos están siguiendo.
Rafael disimuladamente ve y se da cuenta de que es una camioneta negra con vidrios polarizados y solo en susurro de dice a Sofía que caminen más rápido, pero no sé percatan de que el tipo que ha estado acosando a Sofía desde un inicio está frente a ellos con una sonrisa plasmada en su rostro y solo toma a Sofía poniéndole un pañuelo en la boca durmiéndola y Rafael queriendo poder hacer algo solo es golpeado en la nuca y cae de golpe al suelo, el tipo solo espera la camioneta y sube a Sofía en ella comenzando a avanzar.
Dejando en el suelo a Rafael y este aún con un poco consiente solo ve como su hermana se va con un tipo desconocido.
EL FIN SOLO ES EL COMIENZO
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Doloroso Amor "Editando"
RomantizmUna chica inocente comprometida con un hombre de 22 años, que no le quería, ella da todo de si, pero ¿Aguantara tanto tiempo? Con solo 10 años de casados ella comienza a cansarse, tomará algunas decisiones abriéndole los ojos a su marido, pero será...