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El silencio en aquel cuarto era sepulcral solo se escuchaban las respiraciones de una pareja durmiendo.

Una soñando que lograba el cometido, pero y ¿El otro?, Él solo lograba cerrar por un momento los ojos y se encontraba con aquellos ojos que últimamente le han hecho perder la cabeza, voltea al lado donde duerme su mujer y la ve durmiendo plácidamente con una sonrisa en su cara, pero y el, pues él se encuentra con el ojo muy abierto sin poder pegarlos por un momento.

Suspirando y restregando sus manos en su cara se despoja de las sábanas que cubren su cuerpo y se levanta lento para no despertar a su cónyuge.

El insomnio se hace cada vez más presente en la vida de Ernesto, pues el problema no es que se le valla el sueño no, el problema es que cada que cierra sus ojos ve la imagen de Sofía cuando la toma de la cintura.

Su cuerpo comenzó a reaccionar de una manera que no se puede explicar, de pronto la necesidad de ir a abrazarle se hizo más grande.

Si aguantar más se levantó de la cama y fue al baño de su cuarto.

*****

Por otro lado, en el cuarto que se encuentra a sólo algunos pasos de hay está Sofía de igual manera sin poder pegar el ojo, pero lo que le ocurre a ella es diferente, a ella lo que le quita el sueño son aquellos ojos verdes tan despampanantes y aquella sonrisa que brilla cuando muestra su balance dentadura que deja atrás a las perlas más brillantes.

Una sonrisa se posa en sus labios y con solo recordar lo que platico con el solo hace que su corazón comience a latir de una manera descomunal, algo antinatural que siente que en cualquier momento saldrá de su pecho y correrá para solo para encontrar el de él y refugiarse en sus manos.

La sonrisa que tenía ella era tan genuina tan natural que no evitó recordar el encuentro en la tarde en el café.

Flash back

Cuando trataba ella de librarse del calor que le proporcionaban las manos de Luciel a las de ella, él se dio cuenta y la tomo más fuerte no queriendo soltarle.

Sofía alzo su vista a los ojos de él pidiéndole más bien rogándole que la soltara pues ella sentía que su calor la lastima, le duele siente como si un millón de agujas se le clavasen en sus manos.

El tacto que le proporcionaba le quemaba como si le estuviesen torturando la con un hierro caliente que quemaba poco a poco su piel y dejándole una horrorosa marca.

Más el hizo caso omiso a la decisión de ella, pues tenía que consolarle, aunque no la conocía del todo.

Aun teniendo sus manos sobre las de Sofía las toma formando un capullo, sonriéndole con compasión, está solo tiene una mirada de tristeza, por supuesto él lo nota, ve su mirada vacía, sus ojos hinchados de tanto llorar lágrimas que corrían desde el lagrimal hasta la barbilla haciendo que el rímel se corriera solo para mostrar que era una chica que su amor le dolía.

Con las manos de Sofía aún protegidas por las de él le pregunta — ¿Cuál es la causa de tu llanto bella dama?

Está solo lo veía en un silencio tan fúnebre, las personas que pasaban por ahí solo la veían con lastima haciendo comentarios que ni al caso; por ejemplo: seguro está embarazada, la dejo por eso hace tanto drama, etc. Pero no sabían nada esas estúpidas personas que, aunque ellos oyeran cada patético comentario de las gentes que solo se fijan en lo demás que en lo de ellos, Sofía y Luciel sin tomar tanta importancia regresaron a lo suyo.

Sofía soltó mas el llanto ante la pregunta de Luciel — No creí que sea prudente decirte mis problemas nos conocemos hace poco y no es suficiente como para decirte mis problemas.

Valla no la creyó tan fuerte como para que le ocultarse algo que él ya sabe sin problemas pues su contacto lo tiene al tanto, creyó que sería fácil que Sofía le soltaría todo de golpe, sonrió internamente el juego le comenzó a gustar pues sería difícil y a él le encantan los retos difíciles no dejará pasar la oportunidad y de paso tal vez y solo tal vez enamorar a Sofía y quedarse con ella.

— Pero si no me dices cómo podré ayudarte bella dama. — suelta sus manos y lentamente las lleva al rostro de la chica creyendo que está le correspondería valla sorpresa que corrió el rostro y se limpia las lágrimas que tenía en sus ojos limpiando de paso las de sus mejillas.

—Pero...— no lo dejo continuar, pues que se cree solo lo conoce por qué dos semanas o menos y solo le responde.

— Nada de peros por favor, te estoy comentando la verdad si no te agrada retiraré de mí.


Sus palabras eran seguras el más impresionado que nunca, una sonrisa se posa en su rostro y solo dice — está bien como tú digas.

No es estúpida como él pensó que lo seria, que tonto fue al creer que todo sería fácil, pero esto solo lo emociona mucho más.

Sofía en el momento de que terminó su bello recuerdo, bueno para ella, se levanta de su cama sentándose en la orilla de esta, impulsando se hacía enfrente y caminar a su sanitario a lavarse el rostro con un poco de agua.

Así lo hizo abriendo la manija de agua fría tomo un poco en sus manos arrojándosela en la cara haciendo un poco de fricción con sus manos, tomando la toalla con la mano derecha para así secar su cara.

Después de todo sale del sanitario dispuesta a dormir, pero algo le llamó la atención, un ruido extraño se hizo presente en su cuarto, siguió el ruido y se dio cuenta que era su estómago si tenía hambre no había comido nada en todo el día más que un pedazo de pan y un té para relajar su estrés.

Se pone un poco nerviosa pues ve el reloj y ya son muy altas las horas para bajar a la cocina y comer.

Doloroso Amor "Editando"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora