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Ernesto comenzó a ponerse nervioso, el sudor brotaba por los poros haciendo que se sintiese frío, la presión arterial se elevó dando por consecuencia que el ritmo cardíaco aumentará h los bombeos del corazón le llegarán hasta la garganta.

— Ernesto sigo esperando una maldita respuesta — descruza los brazos y se acerca a él, lo toma por el cuello de su camiseta haciendo que Ernesto tenga más miedo.

Rosa quedó estupefacta no sabía qué hacer y Sofía, ah pues ella se mantenía al margen de toda la situación que estaba delante a sus ojos.

Rosa al ver lo relajada que está Sofía se enoja y como siempre empezó a arrojar veneno cual vivirá es.

— Sofía — la mencionada voltea al lugar donde escucha la voz tan chillona de Rosa.

— ¿Que? — responde con desprecio y desagrado asciendo muecas con los labios.

— No detendrán a tu amante. — el forcejeo de los hombres se detiene, Rafael y Ernesto abren sus ojos sorprendidos por semejante estupidez.

— Haber, a ver de qué demonios estás hablando — responde Sofía ante el insensato comentario.

— Pues de que más de que el hombre que ataca a mi NOVIO es tu amante — aquella mujer no mide sus palabras, no tiene en cuenta de lo que va a desatar.

— Insensata — escucha decir al hermano de Sofía — de dónde sacas semejante bajeza, deberían de coserle la boca por votar comentarios tan absurdos como esos.

— Oye no le hables así — responde Ernesto cabreado por como tratan a su novia.

— Tu no hables pedazo de estiércol — habla con un tono aún más alto y molesto con la cara roja y más tensa aún — como que es tu novia imbécil si estás casado con Sofía.

— Pues vera...— trata de hablar Rosa, pero solo el sonido de su voz molesta a Rafael y la calla.

— Usted guarde silencio que ya hablo demasiado y cierre la boca que solo salen barbaridades de ella.

Que espectáculo se está formando en la casa de los esposos y amante, Rafael con toda furia se acerca a Ernesto y le propina un buen puñetazo en la cara, estaba enojado eso lo tenía claro, la rabia carcomía a Rafael, el ver qué su cuñado tenía una mujer viviendo en la casa donde se supone compartía con su pequeña hermana.

Rosa enojada solo le dice a Ernesto — Amor defiéndete no dejaras que un salvaje como éste te haga daño — soltó con veneno y desagrado.

Ernesto no responde ni se defiende solo recibe ve a Sofía que solo era de espectador y no lo defiende, pero como lo va a defender si él ha hecho que esto suceda, el alejo el poco o mucho cariño que le tenía, ve la mirada de ella y se ve sombría, vacía sin brillo alguno, le dirigía una mirada de neutralidad, fría sin emoción.

Los ojos brillantes que veía cada que era su aniversario, cada cumpleaños ya no existe y ahora se dé cuenta de que se equivocó.

Rafael después de haber saciado su enojo y coraje ve a Sofía y le habla — Sofía me debes tú y este poco hombre muchas explicaciones.

— Claro Rafa yo te digo lo que quieras saber — dijo mientras se dirigía a la sala — vamos acompáñame te are un té para tranquilizarte.

— Está bien.

Se retira mientras voltea y ve como Rosa levanta a Ernesto y su enojo crece un poco más, pero aun así camina y sigue a Sofía.

En este momento Ernesto se está comenzando a arrepentir por todo lo ocurrido, creo que es un estúpido por no querer escuchar desde un inicio a su esposa.

— Vamos idiota te estamos esperando — el grito de Rafael descomunal a las parejas de idiotas que está sosteniéndose con los ojos más que abiertos.

"Maldita mierda, cómo demonios llegó mi cuñado" ese fue el pensamiento de Ernesto.

Caminando un poco atarantado e idiota como el mismo.

Llegando a la sala se encuentra Sofía sentada al costado de Rafael y a este último aún se le ven rastros de enojo, pues como no verdad, le ha estado viendo la cara de estúpido el inútil de su cuñado.

— Estoy esperando Ernesto ¿Por qué le has hecho esto a mi hermana? ¡Ah! — dictamina mientras alza una de sus cejas.

Ernesto traga grueso, y de nuevo la presión arterial se eleva a más no poder, Rafael le da un trago grande a su té, los ve, ve la pareja de amantes que están frente a él.

— ¿Porqué? — Vuelve a reiterar — No puedo creer lo que veo entonces todo lo que creí, todo lo que me contaron mis padres fue mía maldita mentira, por dios Ernesto que poca vergüenza tienes, eres un ser despreciable, un poco hombre.

Sofía solo escuchaba todo lo que él tenía que decirle y claro conociendo a su hermano le dará el sermón después.

— Y usted — menciona dirigiéndose a Rosa — no tiene vergüenza o un poco de moralidad.

— Disculpe — menciona la tipa con tono arrogante y alzando una de sus tan pintadas y exageradas cejas.

— No eres disculpada, perdone la manera en que le voy hablar, pero en este momento usted con todo respeto parece una vil mujerzuela.

Rosa deja salir un gemido de coraje ante lo que le ha dicho el hombre, pero de algo se dio cuenta el hombre tiene el mismo carácter de Sofía.

Dejando todo de lado recuerda que es el "amante" de Sofía y solo sonríe y responde.

— Es mejor que no hable caballero — dice con una sonrisa dibujada en su rostro.

— ¿Porqué? — pregunta este molesto, claro que puede hablar así, está claro que defiende a su hermana.

— Porque viene y me llama mujerzuela a mí, cuando la mujer sentada a un lado de usted le fue infiel a mi novio.

Rafael voltea todo el cuello que parecía que fue el protagonista de la película el exorcista.

Levantando una de sus cejas voltea a ver a Sofía que ya se encontraba ahogándose con la taza de té.

— Es eso siento pequeña.

Los ojos de Sofía comienzan a hacerse rojos de furia, su rostro a enrojecer, la presión arterial se eleva y solo se levanta del sofá y camina le lentamente a la pareja plantando se frente a ella.

Rosa sonríe cree que la ha hecho enojar porque la puso en evidencia, pero no sabe lo que le espera.

El sonido de una mano golpeando el rostro, la bofetada que le propinó Sofía le volteó el cuello y con todo enojo y furia solo le dijo.

— La mujerzuela, la prostituta, la regalada y todo lo que tenga referencia a una mujer que regala la entrepierna eres tú, solo una cosa te digo Rosa, prepárate porque lo que viene está que arde has pisado terreno peligroso, no me conoces y lo mejor ahora es que guardes tu distancia y me tengas respeto, porque no somos iguales.

Risas que sonaban en la sala se escuchaban — No Sofía toma tú la advertencia porque tú tampoco me conoces y es mejor que cierra la boca y te vallas de una vez.

— Oh cariño claro le lo hare, pero no creas que dejaré está casa en tus manos así que te pido de favor que vayan desalojándola si — dijo en tono dulce y meloso que solo hizo enojar a Rosa.

— Hija de...— no termina y suena el timbre y Sofía solo camina para abrir la puerta de quién está tocando y valla que se lleva una sorpresa.

Doloroso Amor "Editando"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora