ANA
Cuando finalmente le di punto y final a mi ensayo, se escucharon aplausos en el fondo, me levante de la silla para mirar la parte trasera del Club, pero la fuerte luz me impidió ver quien aplaudía. Baje las escaleras para encontrarme nada menos que a Mimi Doblas.
En ese momento me resumía a tres palabras: miedo, nervios y excitación.
La mujer me miraba con intensidad, sentí mi cuerpo tensar se. Tragué saliva, medio gritando dentro de mí, ella me iba a descubrir y eso me aterraba.
"Calma, Alicia, no tengas miedo, Alicia" -repetí esa frase una y otra vez en mi cabeza.
-Hoy no es día de show. -hable bajando de las escaleras intentando alejarme de ella.
Mimi caminó lentamente detrás de mi.
-Lo sé, pero no podía esperar para verte otra vez.
Su voz sonó ronca y rasposa. Cerré los ojos tratando que mis sentimientos no me hicieran tambalear frente a esa mujer. Me detuve en la mesa, abriendo una botella pequeña de agua, tomando un gran sorbo. "Calma" repetí a mí misma cuando ella se acercó. Mimi tenía la misma ropa que llevaba en la oficina.
-Estuviste maravillosa, Alicia. -podía sentir sus ojos sobre mí.
Tomé una respiración profunda y la mire a la cara sin mostrar mi desesperación dentro de mi.
-Era solo2un ensayo, pero gracias, señorita... -dejé la pregunta en el aire.
-Mimi, soy Mimi Doblas. -Dijo extendiendo su mano.
-Mejor no, estoy sudando. -dije sonriendo.
-Estas... Bellísima.. -Hablo analizando cada parte de mi cuerpo, que para mi sorpresa no me hizo sonrojar. -Quería verte el otro día, pero tengo entendido que no hablas con clientes del Club.
-He oído que querías verme, nunca pensé que volverías otra vez, muchos renuncian al primer intento.
Vi a Mimi esbozar una sonrisa.
-Ni yo, pero algo me decía que tenía que verte de nuevo. -dijo más cerca de lo que pensaba. -no soy una mujer que se rinde tan fácil de lo que quiere.
Mire sus ojos que estaban más oscuros con un brillo diferente de lo normal, pude ver lujuria en ellos.
-Lo veo en ti, me parece que eres una mujer decidida, ¿qué te hizo regresar?. -dije provocativamente.
-Tú.
-Supongo que ahora quieres más, después de verme así.
-Todavía te estoy deseando Alicia igual o incluso más. -Dijo mirando mi escote. -Puedo hacer cosas que ni te imaginas.
Sonreí maliciosamente, mordiendo el labio inferior.
-¿Cuáles son esas cosas? -Le susurre.
-Te puedo mostrar si quieres. - Mimi se acercó, estaba tan cerca que podía sentir su aliento en mi cara, continuaba viendo sus ojos a través de la máscara que cubría mi cara.
-Eres realmente directa Mimi, eso me gusta. Pero yo no salgo con clientes. -Le dije moviéndome lejos de ella.
-Puedo hacer que cambies de opinión, Alicia. -Dijo haciéndome parar.
Su tono de voz era firme y decidido.
-Nunca recibo a nadie Doblas. -dije sonriendo de lado. -¿Crees que serás la primera?. No sabes si me gustan las mujeres...
Ella sonrió abiertamente, caminando hacia mí, deteniéndose a unos pocos centímetros detrás de mí.
-Estoy segura de eso Alicia. -sentí su aliento caliente en mi cuello. -Se que te gustan, pero si me equivoco, haré que te guste.
