Capítulo X Le Café

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MIMI

Oí el ruido del despertador, ¿tengo que trabajar un domingo?

Sí. En una hora Ana estaría esperándome en Le Café. Me estiré recordando la noche pasada, una amplia sonrisa salió en mi cara. Las imágenes de Alicia están en mis pensamientos. ¿Cómo puede ella hacerme sentir tanto? Recuerdo exactamente la sensación placentera al tocarla. Me he excitado al imaginar lo que sería ser poseída por mi. Su aire superior se confronto al mío, y eso me hizo quererla aún más.

"Deja de pensar en ella Mimi" dije mientras me levantaba de la cama al baño.

Minutos más tarde yo estaba totalmente preparada, llevaba un sencillo vestido negro con escote, tacones del mismo color y mis rayban.

No tarde mucho en aparcar cerca de Le Café, una de las cafeterías que yo he frecuentado durante años en Barcelona. Parecía que estabas en París. El edificio tenía una arquitectura antigua pero muy bien conservada, en la acera había numerosas mesas para los clientes que les gustaba estar al aire libre, entré en el local, no estaba lleno. El lugar tenía un buen ambiente, los muebles de madera con accesorios grandes y un enorme balcón.

En las paredes había cuadros con imágenes de París, mapas, armarios con libros. Había un pedazo de París en Barcelona.

-Mimi querida.

El hombre con canas me dijo acercándose.

-Gerard, buenos días. -Le dije sonriendo.

-Tan temprano aquí, ¿a que debo el honor?

-Necesito un lugar tranquilo para trabajar, y esta fue mi primera opción.

El hombre con su inconfundible acento Francés dijo:

-Perfecto, ¿está esperando a alguien? Tengo una mesa en la parte de atrás, allí se está tranquilo y te garantizo que nadie te molestará.

-Sí, eso sería estupendo. Estoy esperando a mi secretaria.

-Creo que ella ya está aquí, vi a una chica muy guapa caminando por aquí, y estoy seguro de que nunca la había visto antes.

-¿Dónde está ella?

-En el balcón, sabes que tenemos una gran vista a la playa. -el hombre hablaba chistoso.

-Absolutamente, Gerard envía a alguien para atendernos, de acuerdo.

El hombre me sonrió y me llevó a la mesa donde Ana podría estar y no estaba equivocado, era ella. La morena estaba concentrada leyendo un libro en sus manos, tan pronto como me vio, se levantó rápidamente de la silla con una sonrisa.

-Buenos días Sra. Doblas.

Ella estaba vestida diferente a otros días, Ana llevaba unos jeans claros, que marcaba las líneas de sus piernas, una camisa de seda blanca y una cazadora de cuero, pelo suerto y algo ondulado, moldeando su cara fina, llevaba gafas de vista, se veía preciosa como siempre.

-Buenos días señorita Guerra.

-Permítanme llevaros a una mesa más reservada. -Gerard dice mientras nos lleva hasta el final de la cafeteria, donde había una mesa solitaria cerca de la enorme ventana de vidrio.

-¿Qué les sirvo?

-Lo de siempre Gerard. -dije sentándome en la silla.

-Creo que voy a necesitar el menú. -dijo Ana sonriendo.

El hombre le entregó la carta de menús.

-Usted debe probar el croissant de aquí, son los mejores de Barcelona y el chocolate caliente es aún mejor.

The Stripper (Warmi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora