Capítulo 22

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Entre al lugar siendo guiada por Happy y si fuese posible evitar verme como una idiota, estaría saltando de la emoción

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Entre al lugar siendo guiada por Happy y si fuese posible evitar verme como una idiota, estaría saltando de la emoción. Sabía que en el momento en que me pusiera ese traje, todo cambiaría para siempre y esperaba que fuera para bien, ya que sería el inicio de mi nueva yo, de la chica que ahora podrá salvar a personas y dejara de sentir miedo ante cualquier cosa. Todo cuestionamiento que tuve sobre que podrá pasar en el futuro, no importaba en estos momentos.

En cuanto Happy abrió la puerta, fue como si la pequeña bailarina que Black Widow salvó, estuviera en ese cuarto. No había palabras para describir lo que sentía en este momento. El traje lucía increíble, siendo todo lo que le había contado a Stark que deseara que fuera y no podría agradecerle lo suficiente al hombre.

—Stark vendrá en unos minutos, mientras... Averigua cómo te pondrás eso.

Cerró la puerta dejándome sola, no perdí tiempo para acercarme al traje gris oscuro que parecía ser de un material resistente; noté que tenía acolchado en los hombros, las rodillas y los codos. Baje la mirada hasta detenerme en un pequeño dispositivo en la muñeca derecha, donde supe que de ahí saldría una soga negra que me ayudaría a columpiarme o subirme a edificios; en la mesa que estaba a un lado, había una navaja —la cual tarde en convencer a Stark que me dejara usar— y por último, un cinturón negro con una hebilla plateada.

Y sin perder más tiempo, me puse el traje a lo que casi tuve quedar en ropa interior, siendo lo único malo de esto.

Subí la cremallera hasta el inicio de mi cuello, me puse las botas para finalmente ponerme el cinturón. Toque mi espalda al sentir algo extraño y al jalarlo, supe que era una gran capucha, la cual me puse.

Salí del cuarto para ver si Happy se encontraba ahí, pero no estaba y comencé a buscarlo por el lugar. Extrañamente, no parecía haber alguna señal de vida por este gran edificio.

Hasta que escuche el extraño sonido del metal chocar contra el suelo.

—¿Señor Stark?

Al dar vuelta por un pasillo, me di cuenta de que no era él. Era un extraño robot gris que tenía unos espeluznantes ojos rojos.

Llamé al señor Stark, causando que el robot comenzara a volar en mi dirección.

Asustada pude alcanzar a cruzar los brazos, a lo que se golpeó la cabeza contra el escudo, haciendo que saliera disparada para atrás hasta que mi espalda chocó contra un muro. Termine de cara contra el piso, puse ambas manos a cada lado de mi cabeza y batallé un poco en ponerme de pie, pero al lograrlo, vi al robot volando a unos metros de mí.

«¡¿Qué diablos?!» Pensé.

Levante la mano derecha haciendo que la soga lo sujetara del tobillo.

No estaba segura si era alguien tratando de robar uno de los trajes de Stark o un simple robot fuera de control, pero tenía que detenerlo de cualquier manera.

Y también por qué el maldito hijo de perra me atacó.

El robot se echó para atrás mientras yo lo jalaba, tratando de evitar que se escapara, pero al verlo levantar su mano en mi dirección, supe que me iba a disparar y rápidamente lo solté, haciendo que chocara contra el muro que estaba detrás de él, gracias a seguir usando sus propulsores.

Corrí pasando por el gran hoyo en el muro y me acerqué al barandal, viendo si había aterrizado en el suelo, pero no lo encontré por ningún lado. No fue hasta que sentí una mano en mi tobillo para darme cuenta de que estuvo oculto y mis pies dejaron de sentir el suelo, mi espalda impacto contra un cristal y termine aterrizando en un suelo pastoso.

Tomé varios respiros antes de abrir los ojos, encontrándome con el cielo azul y mis ojos se dirigieron al gran ventanal que se había roto gracias a mí.

Di un gran respiro viendo como el robot volaba lejos del lugar, sin dudarlo levante el brazo y con demasiada suerte, la soga alcanzo a rodear su tobillo, pero termino arrastrándome por el suelo. Me levanté con rapidez, corrí lo más rápido que pude hasta poner un pie en un árbol, evitando el ser arrastrada y que el robot escapara.

—¡Hey, no voy a estar aquí todo el día! ¡¿Por qué mejor...?!

El robot hizo que sus propulsores fueran más rápido y desgraciadamente, salí volando detrás de él con suerte de que la soga siguiera sujeta a su tobillo. Mis ojos fueron directamente al suelo, el cual quedaba demasiado lejano de mí y me obligue a regresar mi mirada al robot, con tal de no concentrarme en la gran altura en la que estábamos.

Hice que la soga se fuera acercando al robot, podía ver como la soga estaba muy cerca de los propulsores y si esta no fuera resistente al fuego, hubiera sido probable que mi cuerpo estaría contra el suelo de una manera para nada bonita.

Quedé cerca de él, sin poder acercarme por completo porque los propulsores me quemarían la mano, así que tuve que pensar en otro plan que no involucrara mi cuerpo hecho puré o mi mano quemada junto a mi cuerpo hecho puré, y lo único que se me ocurrió, fue sacar la navaja que había escondido en mi bota izquierda. Al tenerla en mano, regrese mi mirada al robot e inmediatamente encontré el punto perfecto para arrojarla. Su espalda. Y cuando estuvo enterrada ahí, hice que la soga soltara su tobillo para ir cayendo con el aire chocando contra mi espalda; rápidamente, levante el brazo apuntando a la navaja y cuando la soga sujeta el mango, pude acercarme por completo al robot, hasta subirme a su espalda como si fuese un caballo.

Sostuve el mango de la navaja y antes de que el robot tratara de quitarme de encima, la saque y rápidamente se la enterré en la cabeza, causando que fuéramos cayendo hasta chocar contra el suelo.

Por suerte, el cuerpo del robot amortiguo un poco mi caída.

Me quite de encima del robot y me quede observando el cielo durante unos breves segundos, tratando de recuperar la respiración, hasta que finalmente me levante del suelo para ver al maldito robot.

—Esa fue una mala idea.

—Sí, demasiado... —me gire a ver al hombre. Sostenía una hamburguesa en su mano y un refresco en la otra—. Pero lo detuviste, lo cual Happy pensó que no podrías.

El otro lo miro incrédulo, aunque yo lo hacía de la misma manera.

—¿Eso fue una...?

—¿Prueba? Sí y antes de que me ataques... —me apunto con el dedo evitando que hablara y me estiro su refresco, el cual tome bruscamente para quitarle la tapa y darle un gran trago—. Tienes que familiarizarte con tu nuevo traje, que por cierto, Happy olvido poner esto en la mesa.

Tragué duramente la soda, me estiro un mango el cual tomé y con la indicación de sacudirlo hacia adelante, de la nada, salió un largo filo que parecía ser hecho de electricidad púrpura.

—¡Santa mierda, esto es genial! —levanto ambas manos en el aire—. ¡Pero eso no significa que no te matare, Stark!

—¡La venganza es mala, Millicent!

—¡No me importa!

I NEED YOU || Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora