Estábamos muy confusos, no sabíamos qué era Elementium, ni quiénes eran Nivia, Aqua, Ankaris y Feuer; creíamos que podíamos ser nosotros, porque les había nombrado a ellos para explicar por qué estábamos castigados. Si nuestra suposición era correcta, yo me llamaba Aqua o, tal vez, Nivia, pues el anciano no había especificado quién era quién. La idea de que yo tuviera algo que ver con Jack y Elisabeth me hizo estremecer. Antes de que pudiera expresar esos pensamientos en voz alta, Elisabeth dijo:
-Yo no me creo nada de esto, ¿y tú, Jack?
-¡Oye, nosotros también existimos!-exclamé yo.
-Perdona, ¿cómo decías que te llamas?
-Me llamo Gwendolyn.
-Ah, sí, Gwendolyn-replicó ella-, bueno, pues no te he pedido opinión, así que te callas.
-¡¿Quién te crees que eres para mandarme callar así?!
-Alguien por encima de ti, plebeya-respondió con altanería.
Y entonces exploté:
-¡Pero qué plebeya ni qué narices! ¡¿Te crees que por llevar kilos de maquillaje y bisutería eres más que los demás?! ¡Puedo opinar igual que tú! ¡Que yo sepa, en este país hay libertad de expresión! ¡¡Qué no eres mejor que nadie, bonita!!
Jack rio entre dientes y murmuró algo que sonó como “si la gatita tiene uñas”. Elisabeth le echó una mirada asesina, me miró de arriba a abajo con una mueca, cogió su bolso de diseño y se marchó haciendo repiquetear sus sandalias de tacón contra el suelo de madera. Jack, Charlie y yo nos miramos los unos a los otros y empezamos a reír a carcajadas. Al cabo de un minuto o dos, me puse seria y dije:
-¿Creéis que la pija esa tiene razón? ¿Pensáis que es mentira lo que nos dijo el anciano?
Charlie respondió:
-Yo creo que es verdad, no parecía estar mintiendo, estaba desesperado.
Jack asintió y continuó:
-Es cierto, yo también opino que no mentía, además, nos ha dado estos colgantes, aunque Elisabeth se ha ido sin el suyo.
-¿Cómo sabes que es suyo?-le pregunté.
-Porque cada uno tiene grabado su nombre. En éste pone “Ankaris”, Charlie, es el tuyo; ése es mío-repuso Jack señalando uno en el que se leía “Feuer”-. Aunque hay un problema: no sabemos quién de vosotras es Aqua y quién Nivia.
-Bueno, ahora no importa, dame los dos a mí y salgamos de aquí, estarán a punto de cerrar el edificio-dije yo.
-Vale, adiós-respondió Jack mientras cogía su colgante y su mochila y se encaminaba a la puerta.
-Hasta mañana-dijo Charlie, y se fue también.
Yo cogía mi mochila y los dos colgantes restantes y salí de la clase.
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Los cuatro Elegidos
FantasyCuatro chicos descubren que poseen los poderes de los cuatro elementos principales: tierra, agua, aire y fuego; y que deben usarlos para derrotar a las fuerzas del Mal que controlan el mundo del que provienen. Reservados todos los derechos. Queda ri...