--Basta-- mi susurro me hacía ver vulnerable ante el, pero no importa, para el siempre sería débil.
--Porque-- sus ojos transmitían enojo, aquel que siente por verme con alguien mas.
--Nos pueden ver-- y con esa respuesta se alejó lo suficiente para no hacer sospechar a los demás.
--Sabes que esto no a terminado-- cierto.
--Contigo nada a terminado-- prefiero evitar verle a los ojos.
--Hoy estas más rebelde Natalia, sabes que no me gusta ese comportamiento-- lo sabía, pero por alguna razón me complacia hacerlo enojar.
--¿Y?-- su mano atrapó mi muñeca no lastimada y apretó-- de todos modos me castigarás, por lo de esta mañana, prefiero desahogarme ahora--sus ojos cambiaron de sentimientos, de enojo a lujuria, y estos eran los momentos que más miedo me causaban, cuando se le ocurría hacer alguno de sus juegos.
Tengo miedo.
No diré nada, sólo.....
Un abrazo psicológico y besos al aire
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MIEDO
Short StoryNo todas las niñas tenemos una infancia agradable. El miedo es el lazo a nuestros monstruos.