Cap 19

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Sueños

Sueños

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Nico

Regresamos al campamento al anochecer, en pocas palabras, antes del toque de queda, los chicos le fueron a informar todo a Quirón, pues yo me quedé con Ayla, no la iba a dejar sola. Fuimos a su cabaña y ahí estaba Evangeline, quien la recibió con un gran abrazo y una sonrisa.

—¡Ayla! Regresaste —la recibe con una sonrisa y la abraza.

—Claro que si pequeña, te dije que no tardaría —le dedica una sonrisa.

A pesar de lo ocurrido, ella le dedicaba una sonrisa a su hermana, pues sabía que no quería preocuparla con todo esto.

—Ven, es hora de que te vayas a dormir niña hermosa —se la lleva a la habitación.

A veces me la imagino como una gran madre en un futuro, pero mi sonrisa se borró al recordar la profecía.

Nueva profecía dicha y escrita
Descendencia nocturna y marina al campamento llegará
Amenaza o aliada se considerará
Más el poder que emana determinará la derrota o permanencia del Olimpo
Más rivales anteriores aparecerán y nuevos aliados se les unirán
De ella dependerá la derrota con la huida o la victoria con la muerte
Más una semilla se dará
Entre ella y el hombre que la protegerá.

Me dejó en duda lo último, acaso será que... ¿Yo no soy el indicado para ella? ¿Habrá alguien más que la ame y la haga feliz? Esas dudas desaparecieron cuando la vi salir de la habitación de su hermana.

—Bien, ya se durmió —escucho que me habla y me abraza por atrás.

Me doy vuelta y quedó en frente de ella. —No te preocupes, yo siempre te voy a proteger, no dejaré que nada te pase —le doy un beso en la coronilla de su cabeza.


—Eso... Eso es lo que me preocupa —dijo con una voz entre cortada—. Que algo malo pase y... —empezó a llorar.

La abracé durante unos minutos, poco después se quedó dormida, la llevé a su habitación y la acosté en su cama, me acosté con ella y me quedé profundamente dormido.

De la nada, me encuentro en una recámara diferente, las paredes son de color blanco con un poco de azul. Empiezo a caminar despacio por el pasillo, de pronto, escucho una risa, una pequeña risa de.... de.... un bebé.
Me voy acercando a la habitación de donde provenía la risa, y al entrar, veo que las paredes son de color blanco, con un poco de azul, negro y morado, con pequeñas huellas de lobo.
Mi mirada se centra en una mujer que está sentada en una mesedora.

Eres una linda pequeña —le da un beso.

Cuando ella se da la vuelta, veo que es

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Cuando ella se da la vuelta, veo que es...

¿Ayla? —la miro con sorpresa.

Ella no me podía escuchar, ya que solo era un sueño.

Tienes los mismos ojos que tu padre —le sonríe a la pequeña y la bebé empieza a reír.


De pronto, la escena cambia a un lugar que conozco muy bien y pensé que no iba a volverlo a ver... Italia, veo que una niña de aproximadamente seis años pasa corriendo por donde estoy yo. Ella reía de una manera muy particular, una risa que ya había visto, pero, ¿en dónde? En eso escucho una voz que me hace sentir feliz, pues era... Ayla.
La niña se da la vuelta y la veo bien, tenía características como su madre.

Tenía el cabello largo y de color negro, ojos como los míos, su mirada me recordó un poco a mí cuando era un niño, la sonrisa era igual a la de Ayla

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Tenía el cabello largo y de color negro, ojos como los míos, su mirada me recordó un poco a mí cuando era un niño, la sonrisa era igual a la de Ayla. De pronto me sorprendo por lo que le dice a la niña.

Gina di Angelo, no corras y no te alejes de mí —la carga.

Perdón mamá, pero estoy muy feliz de conocer la ciudad natal de mi papá —le dedicó una sonrisa.

A veces pienso que de apariencia la sacaste de tu papá y de personalidad la sacaste de mi —le da un beso en su nariz.

No lo podía creer, esa... esa niña era mi hija, me sentía muy feliz al saber que en un futuro tendré una familia con Ayla.

Extraño a mi papá —dijo mientras abrazaba a su mamá.

Lo se nena, yo también lo extraño —le corresponde el abrazo para después darle un beso en la frente.

Poco a poco se empieza a desvanecer el sueño.

Despierto un poco exaltado y miro a mi alrededor, veo que estoy en la habitación de mi novia y veo que ella está profundamente dormida.
Por lo menos algo me quedó claro... La última parte de la profecía era, que Ayla y yo tendremos una hermosa niña.

La Hija de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora