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Faltan treinta minutos para la "Salida de amigas" entre Poché y yo, abro mi armario y decido mostrarle como soy realmente, una chica desaliñada y un poco aburrida en persona, pienso que será mejor eso a mostrarle un estereotipo de adolescente femenina y rebelde.

Bueno, tengo una mente rebelde, depravada e insana, pero no soy rebelde.

Decido usar una camiseta gris y unos jeans ajustados, me dirijo al baño y me veo en el espejo: las ojeras siguen ahí con obstinación.

Y finalmente después de un largo, muy largo de hecho, tiempo en que no tocaba mi cabello, trato de arreglármelas para moldearlo un poco, pero todo es en vano pues pareciera que tiene vida propia y no quiere ser peinado.

-No soy digna para ganar esta pelea. Mantengamonos en una tregua- le digo a mi cabello mientras me miro por enésima vez en el espejo.

Definitivamente no podía ir así con ella.

Mi teléfono vibra varias veces y casi cae por el lavabo, es Poché llamándome; pienso varias veces si debería contestar o simplemente ignorar las llamadas por que aun no estoy lista. Y lo digo sin bromear, pareciera que mi corazón estuviera sufriendo una sobredosis de adrenalina, por que no puede dejar de latir tan rápido.

Decido contestarle pero antes de eso carraspeo para que mi voz no salga tan temblorosa, como mis manos.

-¿Calle?- me dice a travez de la linea, y se voz suena con tal emoción que no soy capaz de decirle que estoy pensando en no ir por que no se que ponerme y mi cabello no esta cooperando.

-Poché- contesto, tratando de responderle con la misma emoción, pero maldigo mi voz inexpresiva que en realidad parece mas sarcástica que feliz.

-Eh...volví y faltan treinta minutos ¿ya estas lista? ¿Quieres que pase por ti?

-No necesitas ser tan caballerosa, príncipe peli azul-le digo aguantando una carcajada, ella ríe poquito.

-Esta bien, entonces nos vemos en media hora, o en veintiocho minutos.

-veintisiete

-veintiséis

-veinticinco

-Ya quiero verte- dice, cortando la secuencia en retroceso de minutos que acabamos de crear.

-Yo también- murmuro y comienzo a pensar lo difícil que es decir este tipo de cosas embarazosas para mi

Decido dejar mi cabello en paz, me despido de mi madre de una manera mas normal que la que acostumbramos, quizá por que esta demasiado entretenida en alguna novela romántica. Mi hermano esta en la cocina seguramente preparando su quinto plato de cereal.

-Me voy- dije antes de salir de casa, mi madre no se inmuta- Dije:Me voy

-Aja

-A prostituir

-Ah, repartes el dinero cuando vuelvas

-Tenia pensado comprar droga con el dinero

-Oh, pues también compras un poco para mi

-Esta bien

Salgo de casa,caminando por el vecindario en una tarde semi-soleada, las nubes eran un poco grises pero el cielo estaba completamente celeste, como si estuviera feliz y triste al mismo tiempo. ¿Podría ser eso posible? ¿Sentir dos emociones al mismo tiempo?

Mire de nuevo haci el cielo y casi tropiezo con las baldosas de cemento, carraspeo y trato de hacer como si nada pasara, aunque los vecinos empiezan a reír mientras pasean a sus perros.

Cold Coffe--CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora