.Capítulo 2.

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Cuando conocí realmente a Darien tenía 17 años y estaba de vacaciones en Bahia Azul. Él tenía 18 años y volvía de Francia donde estudiaba sobre diseño. Nos encontramos en la puerta del lugar donde ambos nos hospedábamos. Yo volvía de la playa con Claire, y al subir hacia al porche, la puerta se abrió y me dio contra la cara. Quien había abierto la puerta no era otro que Darien.

Decir que empezamos mal era poco. Por suerte no me fracturé la cabeza y mi cerebro se escapó, aunque no puedo afirmar que ha sido siempre el mismo. Desde ese momento no paramos de pelear en toda la estancia en Bahía Azul, aunque tuvimos nuestros momentos de paz y armonía. Si yo decía blanco, él decía negro; si yo decía karaoke, él insistía en salir a un club; en todo lo que dijese que sí, él gritaba no. Así que la guerra se declaró en unas vacaciones de verano donde intenté ahogarlo en el mar en cualquier oportunidad que tuve, lejos de la vista protectora de Claire.

Preguntaras... ¿Cuál es la relación que nos une? Bueno, él es un Amell como Claire y ambos son primos. Mientras que yo, además de ser la mejor amiga de Claire también soy su hermanastra. Por lo tanto, lo que nos une es Claire.

Ella realmente ama a su primo, y también me ama a mí. Estuvo todo el tiempo intentando hacer las paces, queriendo interceder entre ambos para que haya un lazo de amistad o por lo menos dejar de ladrarnos como perros. Lamentablemente, en ese viaje nunca congeniamos porque él se la pasó bromeando mientras yo era una adolescente malhumorada que ante cualquier cosa se enojaba.

No estoy segura que hayamos cambiado en ese aspecto, pero lo que sí mejoró fue nuestra relación; pasamos de odiarnos a ser mejores amigos.

— Entonces, ¿llegaste hoy y simplemente quisiste salir a bailar? —preguntó Claire mirándolo casi horrorizada. En cuanto vio a su primo, ella había chillado y saltado como una niña, se tambaleó y de suerte no cayó al suelo. Logró estabilizarse y volviéndose sobria repentinamente, se abalanzó hacia él.

— Eh... si —respondió Darien. Claire afinó sus ojos castaños oscuros sobre él, y lo miró como si acaso fuese un loco.

¿Es que no conocía realmente a su primo? Él podía llegar a hacer cualquier tipo de locura inmadura y no arrepentirse, no tenía vergüenza de nada, y le importaba poco lo que los demás piensen. Probablemente habría estado dando vueltas en su casa y sin poder dormir, prefirió salir.

— Es que por la diferencia horaria aún no tengo sueño —explicó.

¿Ven? Lo que yo decía...

Claire meneó su cabeza y continuó bombardeando a Darien de preguntas, mientras bebía de su cerveza. Yo me mantenía al margen. Me gustaba darles un tiempo para ellos, porque siempre recordaba que aunque estuviera ligada emocionalmente a ellos, no tenía ese lazo inseparables que los volvían familia consanguínea.

Me escabullí lentamente hasta reunirme con nuestros amigos. Ellos continuaban en el mismo lugar de antes pero solo conversaban, ya cansados de bailar. Christian y Mel me miraron expectantes cuando me uní a ellos. Ninguno de los dos conocía a Darien. La última vez que él había estado en la ciudad, nosotras teníamos otro grupo de amigas; entre el paso del tiempo y las circunstancias de la vida, hicieron que perdiéramos el contacto y termináramos con otras personas.

En mis jóvenes 23 años, había aprendido que la gente iba y venía, y a quienes realmente les importabas, seguían allí contigo a pesar de todo.

— Él es Darien, el primo de Claire —les dije. Mel abrió sus ojos y sus labios se curvaron en una sonrisa que me puso inquieta, mientras que la expresión Christian palideció como si acaso le hubiese dicho que estaba el papá de Claire esperando conocerlo con una carabina en la mano lista para disparar en sus testículos—. Solo es Darien, no entres en pánico —le dije para tranquilizarlo. Ya era prácticamente de amplio conocimiento que Chris babeaba por mi hermana, la única que faltaba darse cuenta era Claire quien pasaba más tiempo preocupada porque sus personajes literarios no eran reales.

Besos en el cuello |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora