Hola estimados lectores.
Pasaron muchos días y nada me salía bien.
Enviaba mensajes a mi proveedor y de los cuales no obtenía respuesta.Búsquedas incansables a su negocio para poder hablar con él.
Pero ninguna respuesta era positiva.
Algunas veces lloré.
Pero jamás pensé que todo me saldría tan bien.
Esa mañana decidí hacer la cancelación y con tan buena suerte mi proveedor estaba ahí.
El dueño del almacén le dió luz verde a mi pedido.
Valió la pena las veces que lloré.
Porque al final Dios me ayudó y me dieron las bicicletas.
Muchas veces nos desesperamos por qué las cosas salgan cuando nosotros queremos.
Pero tenemos que aprender que no es en nuestro tiempo, sino en el tiempo de Dios.
Y su tiempo es perfecto.
❤️🍃
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En Mis Zapatos.
Short StoryEl ser líder en una iglesia cristiana, no muchas veces quiere decir que serás una persona sin problemas, ni pruebas mucho menos sin necesidades. El ser un líder muchas veces implica que te dolerá hasta el alma cuando las cosas no sucedan a como lo...