Me mandó un mensaje en messenger.
Ya mi corazón ni se emocionó al leerlo.
Eras tú otra vez.
Eras tú una vez más.
Me pedistes que saliéramos el lunes.
Te dije de buenas maneras que yo te avisaría.
Otra vez me hacías esa propuesta. Mi corazón quería decirte sí, pero la razón decía que No.
Por eso opté por negarme.
No puedo entregar mi cuerpo y mi alma a una persona que nunca está al pendiente de mi.
Chico tú y yo somos dos completos desconocidos aún.
Solo sé de ti atraves de mi teléfono.
Así como vienes a mi vida como si fueses un huracán y causas estragos en mi interior así mismo te vas.
Esa noche pasé soñando y soñando ante tu indecente propuesta.
Casí te digo sí.Ese lunes te mandé mensajes para ver si llegábamos a algo. Que ingenua.
No respondistes a ninguno.
Supuse casi de inmediato que seguro encontrastes con quien salir.
Eso lo puedo apostar.
Pero aquí sigo pensando en tí. En la forma de como puedo olvidarme de ti.
Es algo imposible en estos momentos.
Pero si me aferro a mi Señor, yo sé que él sanará las heridas de este tonto corazón.Sólo en Jesús hay esperanza.
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En Mis Zapatos.
Short StoryEl ser líder en una iglesia cristiana, no muchas veces quiere decir que serás una persona sin problemas, ni pruebas mucho menos sin necesidades. El ser un líder muchas veces implica que te dolerá hasta el alma cuando las cosas no sucedan a como lo...