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ZiTao se retiró pasada las ocho de la noche, y MinSeok, por pedido de su pequeño hijo, que hizo uso de la palabra "familia", dejó que Lu Han se quedara a cenar con ellos. Él no podía decirle que no a su hijo, menos cuando gran parte del día se la pasó llorando. Para su suerte, el tiempo transcurrió rápido y pronto el reloj marcó las diez de la noche, por lo que MinSeok se dispuso a llevar a su hijo a su habitación y hacerlo dormir.

— ¡No quiero! —Le gritó SeHun, dejándolo sorprendido. Su pequeño jamás levantaba la voz —Cuando me duerma papá se ira.

MinSeok no supo cómo responder, por ello se tomó unos antes de responder. Tragándose un suspiró, miró rápidamente a su ex marido.

—No será así, bebé. Él se quedara contigo hasta que te duermas ¿Verdad? — Lu Han lo observó y luego a su hijo.

—Claro...—Afirmó, mirando directo a los ojos del pequeño. Sabía que MinSeok lo quería fuera, pero había cedido a regañadientes, todos por SeHun.

El pequeño, contento, tomó la mano de su padre Lu Han y se lo llevó corriendo a su habitación, dejando a su papi MinSeok solo, quien exhausto, caminó hasta la cocina y casi le da un ataque cuando vio todo sucio.

Los platos que habían usado estaban apilados sobre el lavado, los vasos aún seguían sobre la mesa. Nadie era capaz de limpiar al parecer, sólo él. Resignado, suspiró y empezó la limpieza. Todo lo quería era dormir, pero tendría que esperar. Después de todo, tal vez la tarea le daba un tiempo a solas para poder pensar en lo que estaba pasando.

Empezó por lo que le disgustaba más, pensar en su ex marido. No le gustaba nada tenerlo en casa. Demasiados recuerdos amenazaban con salir a flote y él no podía darse el lujo de dejarlos. No ahora que empezaba a sentir que al fin su vida se establecía. Tenía un titulo, y un posible trabajo.

—Ya se durmió — MinSeok se sobresaltó al escuchar la voz de Lu Han, casi soltando el último vaso que le faltaba por secar. No lo había escuchado acercándose.

—No hagas eso, me asustaste —Se quejó. Lu Han le pidió perdón.

Ambos se encontraban incómodos el uno con el otro. Desde hace varios años que no se veían.

De repente, Lu Han llevó su mano hasta su cabello, volcándolo hacia atrás. Un gesto que MinSeok reconoció. Era un tic común. y trató por todos los medios de no verlo, de no prestarle atención, ni al gesto, ni sus músculos, ni nada.

Mierda.

Él no tenía por qué mirarlo. De hecho, era hora de que se vaya.

—Yo...— empezó a balbucear Lu Han, pero MinSeok lo interrumpió.

—Pensé que habías mentido cuando dijiste que necesitabas dormir, pero de verdad te ves muy cansado. Anda, ve a tu casa y descansa.

Sí. Mierda una vez más.

¿Por qué estaba preocupándose y siendo bueno con él cuando había hecho llorar a SeHun?

No, se dijo. Eso no era lo que estaba haciendo, estaba corriéndolo. Sí.

—De acuerdo, ahora me voy, pero quería decirte algo. Yo... me da algo de vergüenza...

MinSeok suspiró.

—Escúpelo, Lu Han. Tengo sueño...

MinSeok tenía que correrlo de alguna manera.

—Este mes no voy a poder pasarte el dinero para SeHun —Esas palabras lo desconcertaron. MinSeok lo miró, cosa que no quería hacer, pero...

—¿De qué estás hablando? Ya lo hiciste, ya lo depositaste ¡Vaya! De verdad estás cansado ¿En qué andas? —Ahí estaba otra vez, compadeciéndose. Pero también se mordió la lengua. Había sonado como sí en verdad le interesaba lo que hacía su ex. Por su parte, Lu Han lo miró completamente confundido.

— ¿Ya deposité el dinero? Vaya, tal vez tengas razón... Es que pedí un préstamo. Voy a poner un negocio propio, algo mío.

Esto sorprendió a MinSeok, tanto, que las palabras desagradables que tenía planeadas desaparecieron.

—Que bien. Suerte entonces, y si se te complica, el mes próximo no hay problema. Creo que hoy me fue muy bien en mi entrevista de trabajo.

—Si... yo...— Lu Han volvía a divagar. Todo era tan incomodo.

Justo en ese momento, se oyeron unos gritos seguidos de un fuerte llanto. Ambos padres se asustaron, ya que reconocieron la voz de SeHun. Preocupados, Lu Han y MinSeok corrieron para averiguar qué sucedía.

—Amor ¿Qué sucede? — MinSeok, preocupado, se apoderó del pequeño cuerpo de su hijo y lo inspeccionó en busca de alguna herida o algo —¿Te duele algo? ¿Dónde?

Cuando SeHun visualizó a Lu Han, se zafó del abrazo de su papi y se alejó

—¡Papá, no te fuiste! —Gritó el niño, olvidando su llanto.

MinSeok tomó aquella actitud como rechazo, y le dolió. Le dolió que su propio hijo lo dejara a un lado de esa manera. Todo por Lu Han.

—Te vas a quedar ¿Verdad? —Oyó como le preguntaba su hijo, y en ese instante, pese al dolor en su pecho, MinSeok tomó una decisión.

—Él se quedara, hijo. No te preocupes —Y con esas palabras, dejando sorprendido a Lu Han, MinSeok salió de la habitación del pequeño.

***

Lu Han sintió como su pequeño hijo le tomaba de la mano y lo arrastraba fuera de aquella habitación hasta otra mucho más grande donde, en el medio, se encontraba una cama de doble plaza, con una mesa de luz a cada lado. La decoración de aquella habitación era bastante rustica, todo en distintos tonos de marrones. Lu Han fue capaz de identificar que se hallaba en la habitación de MinSeok, ya que esos eran sus gustos.

—Espérame aquí —le dijo al pequeño, sintiéndose un poco incomodo —Iré por papi.

Segundos después, Lu Han volvió a aparecer, trayendo consigo a MinSeok. Su pequeño sonrió y con voz fuerte y clara gritó.

—¡Vamos a dormir los tres juntos, como una familia!

Ambos padres se miraron para luego mirar a su hijo. Tendrían que decirle que no, pero no sabían cómo. SeHun era su bebé, y todo el día se la había pasado llorando.

Fue así como los tres terminaron acostados sobre la enorme cama. Lu Han en una esquina, muy incomodo, tratando de no moverse ni un milímetro. SeHun, en el medio de ambos, ya profundamente dormido, y en la otra esquina, MinSeok, con el ceño fruncido, tragándose las ganas de insultar a alguien o algo. 

Love Again [XiuHan/ LuMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora