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—¿Cuando se mudara papá con nosotros, papi? —Preguntó el pequeño SeHun un día a la hora del desayuno —No digas que no, él pasa mucho aquí con nosotros. Yo lo sé. Y los he visto dándose besitos.

Dos meses más pasaron para que MinSeok se diera cuenta de lo inteligente que era su hijo y lo malo que era él tratando de engañarlo.

—Hunnie, no lo sé –Ya no tenía caso fingiendo —Papá y yo aún no hemos puesto una fecha. —El pequeño hizo un mohín.

Habían razones por las cuales aún no se arriesgaban a vivir juntos, cada una de ellas dadas por MinSeok. No es que se sintiera inseguro, más bien tenía miedo. Además, quería seguir disfrutar un poco más de esa época parecida al noviazgo, en la que solían salir a citas, besarse en el cine y un sinfín de cursilerías que en su momento se habían saltado.

Habían sido jóvenes impulsivos. Ahora eran adultos, y era momento de actuar como tales.

Otras cosas habían cambiado, como el hecho de que MinSeok tuvo que mudarse a un departamento mucho más pequeño, ya que su madre le sacó toda ayuda económica que en algún momento le había dado. Y si bien a LuHan le iba muy bien con la librería y la manutención seguía siendo depositada, y él no tenía un mal sueldo, prefirió mudarse antes que seguir aguantando las quejas y quejas de su madre, con quien las cosas estaban podridas. Una noche, la mujer llegó furiosa a la vieja casa, gritando y asustando a SeHun y ese fue el límite de MinSeok.

Pero algo bueno había salido de entre todo el caos. Su padre, Kim YoungWoo, el mismo que en el pasado llevó adelante su divorcio, ahora estaba de su lado, apoyándolo. En un principio MinSeok dudó de su actitud, y hasta llegó a dudar sobre sus intenciones, pero un día, en medio de una conversación, YoungWoo le puso las manos sobre su hombro y le dijo:

—MinSeok, hijo. No tienes idea que contento que me pone que decidieras darle otra oportunidad a LuHan. Basta con mirar a mi nieto. Su sonrisa no entra en su rostro. Ni hablar de la tuya, hijo. —MinSeok jura que se le dislocó la quijada. —Oh, y muchas gracias por ponerme en contacto con nuestro JongIn... mi nieto YiXing es igual de adorable que SeHun...

JongIn le había hecho jurar que no diría nada a sus padres sobre su paradero, pero el hombre había insistido tanto, que MinSeok soltó la lengua. El recuentro, con mucha desconfianza de parte del menor de los Kim, terminó siendo muy emotivo, y YoungWoo hasta le insistió en que se mudara a Seúl, pero JongIn se negó rotundamente. Así que cada fin de semana por medio, o cuando podía, viajaban a visitarlo.

Aquellos gestos no hacían más que poner nervioso a MinSeok y a su hermano, que entre cuchicheos hasta habían llegado a pensar que era todo una treta, ya que ¿Por qué su padre no buscó a su hijo menor antes? ¿Habrá sido por vergüenza? ¿Habrá aprovechado que ahora lo tenía a su hijo mayor como excusa para acércasela?

Un día, MinSeok se hartó y le preguntó a su padre cómo es qué cambió así como así. YoungWoo le miró serio, frunciendo el ceño.

—Tú lo hiciste —Le acusó —Cambiaste, perdonaste a LuHan, te rencontraste con tu hermano ¿Por qué yo no? Tu madre es cosa aparte. —MinSeok sólo pudo morderse los labios. Debía ser feliz con lo que tenia, si su madre no lo quería ni a él, ni a su nieto, ni a su pareja, ni a su hermano, ni a su otro nieto, era asunto de ella.

Su padre tenía razón.

Un año después

Era 26 de Marzo, el cumpleaños de Minseok, por lo que se había reunido la familia entera en su pequeño departamento, es decir, sus suegros, ZiTao y YiFan, su padre Young Woo, LuHan, SeHun, y por supuesto que su hermano JongIn (quien ahora desfilaba un vientre de ocho meses) junto a su hijo, YiXing, y al lado de ellos su ahora marido KyungSoo..

Love Again [XiuHan/ LuMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora