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Tres meses habían pasado y el hermano mayor de JongIn, junto a Lu Han y el pequeño SeHun, iban todos los fines de semana a visitarlo. Pero esa vez fue distinto, pues el menor había llamado un miércoles a MinSeok, avisándole que el próximo sábado le visitaría y así cambiar un poco la rutina.

Kim JongIn no se sorprendió que en la casa de MinSeok todo estuviera en su lugar, él siempre había sido así. También observó sobre una mesa una pila de cuadernos. Su hermano le vio observarlos.

—Es la tarea de mis alumnos. Estaba corrigiéndolos cuando me di cuenta que iba a buscarte algo a tarde a la estación, perdón.

YiXing apenas pisó la casa desapareció junto SeHun. Los hermanos sonrieron. Los pequeños eran primos inseparables, aunque un poco traviesos. MinSeok aprovechó y guió a su hermano hasta la cocina y le sirvió un poco agua.

—¿Le contaste a mamá? Lo has postergado mucho, Min –Preguntó JongIn y es que su hermano venía postergando una y otra vez confesarle a sus padres sobre su reconciliación con Lu Han, y éste estaba hecho un mar de nervios.

Al ver el rostro de MinSeok, JongIn supo que si, ya lo había hecho ¿Qué habría pasado?

—Esta semana. Puso el grito en el cielo. Me reclamó por todo, JongIn. El dinero que usó para comprar esta casa, el que me dio para ayudarme con SeHun... ¡Todo! También me gritó que Lu Han volvería a engañarme... —se quejó —y tú... ¿Por qué miras tanto el reloj?

JongIn se sorprendió ante el comentario, pues hasta el momento no se había dado cuenta que lo hacía. Sintió sus mejillas arder. No iba a poder ocultarlo más tiempo. Si, Kim JongIn guardaba un secreto.

—Perdón, no es que no te este escuchando, es sólo que... —El menor mordió sus labios, debatiéndose cómo contarle a su hermano la verdad.

—¿Sucede algo malo? —El mayor se acercó a él de inmediato —¿Mamá te hizo algo?

—No, y espero nunca lo haga. Es sólo que... Prométeme que no te reirás ni nada, por favor —JongIn respiró profundo —Me estoy viendo con alguien —confesó finalmente.

JongIn observó como el rostro de su hermano se paralizaba por la sorpresa y le costó volver a mover la boca. El menor deseó que no se pusiera en papel de hermano mayor sobre protector. Pero...

—¿Desde cuándo? ¿Con quién? ¿Cómo se llama? ¿Dónde trabaja? ¡¡Tengo que conocerlo!! —MinSeok disparó pregunta tras pregunta mientras el menor quería enterrarse bajo tierra.

—Urgh... Dame tiempo... Prometo que si todo va bien serás el primero en conocerlo.

Sabía que su hermano ya lo conocía, pues era colega de KyungSoo en el colegio donde trabajaba, pero optó por no darle esa información ¿Por qué? Por intuición, y otra ¿Y si MinSeok interrogaba a KyungSoo a sus espaldas? No, eso sería algo vergonzoso.

—Mira, quedé de verme con él a la hora almuerzo —El mayor infló sus cachetes —¿Qué sucede? ¿Por qué ese puchero? Eso es raro ¿Estás enojado? Me das miedo...

—No viniste a verme a mí ni a tu sobrino, viniste para ver a tu.. lo que sea ese...

Oh, por Dios ¿Kim MinSeok le estaba haciendo una escena de celos?

—No pienses así, es sólo que.. cuando le dije que venía, él insistió y... ¿Quieres qué me quede contigo? no hay problema, puedo cancelarlo...-Agregó de inmediato. No quería herir los sentimientos de su hermano.

—¡No! Es decir... Tienes derecho a salir con alguien, yo me puedo quedar con mi sobrino, es decir... SeHun lo extraña mucho y él si podría molestarse si te lo llevas ... Ve a tu cita.

***

KyungSoo estaba muerto de los nervios.

Durante el día se dedicó a limpiar su departamento unas cinco veces por lo menos, y le había advertido a JunMyeon que aquel día no debía pisar su casa ni llamarlo, ya que pasaría toda la tarde con alguien. Por supuesto, el alto le había pedido detalles, pero el más bajo se había negado a dárselos.

—Tú no me has dicho nada de tus citas, así que yo no te diré nada de las mías. —JunMyeon se sorprendió, pero a los minutos estaba mostrándole una foto de su conquista guardada en su móvil. Era un tipo con sonrisa de gato. — ¿De verdad? Parece un enano...

—Oye... no puedes criticar la altura de la demás, ve la tuya primero ¿Acaso ese chico tuyo no es más alto también? Ahora es tu turno.

—No, no te diré nada. Te haré esperar como me has hecho esperar tú. —JunMyeon intentó hacer un mohín, pero no. KyungSoo no caería ante él. –No puedo creer que estés saliendo con un gato.

—No es un gato, además es un buen cantante... aunque cante solo en bares, pero es muy bueno. Deberías escucharlo alguna vez, aunque te lo advierto, es mío —KyungSoo puso los ojos en blanco.

Dejando aquella conversación con JunMyeon en su memoria, dio una mirada al reloj. Era cerca del mediodía. JongIn llegaría en cualquier momento.

Cuando golpearon la puerta, el corazón le dio un vuelco.

¡Mierda, KyungSoo! Contrólate. No eres una nena, Se regañó mentalmente.

La relación que mantenían era una donde se veían una vez o dos veces en la semana, por lo que cada segundo era preciado. Y cuando lo vio en la puerta de su departamento, no pudo contenerse. Buscó sus labios y los besó.

JongIn soltó una risa y se apartó.

—Vaya, veo que me has extrañado mucho.

—No tienes idea cuanto...

***

Tal vez iban demasiado rápido, pero KyungSoo no podía resistirse a Kim JongIn. Era adictivo. A las pocas horas, ambos terminaron sobre el sofá, iniciando una guerra de besos y caricias.

—¿Tu sofá estará bien? —Preguntó JongIn cuando las manos de KyungSoo bajaron hasta su entre pierna. Con la idea de que tal vez iban demasiado rápido enterrada en lo profundo de su mente, negó.

KyungSoo no sólo se había tomado la molestia de limpiar el comedor y la cocina, sino también su habitación, generalmente muy desordenada.

—Vamos a mi habitación. Ven. —Le tendió la mano y lo guió hasta su cuarto.

Do KyungSoo volvió a atacar los labios del otro, empujando a JongIn hasta hacerlo caer en la cama. Luego se posicionó arriba, con las piernas alrededor de la cintura del otro. Quería que todo fuera lento, romántico, que no pareciera que sólo lo quería en la cama. Besó su cuello mientras empezaba a refregarse contra el cuerpo del más alto.

Pronto ambos estuvieron desnudos, mirándose a los ojos. KyungSoo estaba dispuesto a hacer que JongIn disfrutase, pero al llevar sus manos a su entrada, pudo percibir como se tensaba ¿Estaba asustado? ¿Había hecho algo que no debía?

—¿Tienes miedo? ¿Hice algo malo? —Preguntó. —No quiero hacer nada que no quieras. Dime...

—No es eso, es que yo... —JongIn respiró hondo –Hace mucho, mucho, pero mucho que no hago esto...

—Prometo cuidarte...Confía en mí...

—Confío en ti... Bésame...

KyungSoo lo hizo. Le besó. Y cuidó de él.

***

Do KyungSoo colocó a Kim JongIn sobre su pecho y sintió los golpes de su corazón. Latía como el suyo, frenético, desesperado y estúpidamente enamorado. 

Love Again [XiuHan/ LuMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora