-Oye Hiro-kun ¿Quisieras salir conmigo este jueves? Ya sabes ir a por un helado al parque.- preguntó la animada chica de rizos.
-Amm... Claro Tip, suena bien.- respondió el azabache sin prestar mucha atención intentado dar los últimos ajustes a su proyecto.
Estaba feliz y nerviosa al mismo tiempo, se confesaria al genio y con suerte serían la pareja de superheroes más linda de todas pensaba para sí misma.
Se llegó el día, la morena recogió su cabello en una coleta alta, se puso su atuendo favorito y partió al trabajo de su padre eran quince a las siete cuando el nipon salió y comenzaron a caminar rumbo al parque.
En el camino hablaban del último villano al que derrotaron hace un par de noches y un poco del ahora funcional auto-volador. Era una platica amena, pero había algo que carcomia la mente de la chica...
-Hiro-kun, ah ti, ¿te gusta Miguel cierto?
-¿E-eh?- Las mejillas de Hiro se tornaron terriblemente rojas y sus manos Comenzaron a sudar. - ¿soy tan obvio?- preguntó el azabache aún sonrojado pero con un ligero deje de melancolía.
La morena río con algo de tristeza, antes de dar su respuesta. - Sí, lo eres- su respuesta puso aún más nervioso a Hiro que soltó un suspiro pesado.
-En ese caso o Miguel es muy distraído o yo soy muy ciego para no notar que el no siente lo mismo- el azabache comenzaba a entristecer.
-No, no. Yo creo que el también te quiere, pero es muy tonto como para hacer algo-
-También lo eh pensado y por eso...- el azabache susurró algo al oído de la morena la cual sintió su corazón estrujarse en ese instante pero aún así sonrió alegrandose por Hiro.
-Creo que funcionará de maravilla- respondió la chica con clara decepción en su voz.
El genio comenzó a hablar de Miguel y su entusiasmo era notorio a distancia, sus ojos brillaban con intensidad y Tipolina solo deseaba que esa mirada fuera para ella, aunque ya sabía que no era así.Era el fin de la guerra y su rival ni siquiera se digno en aparecer a la batalla, ya había pasado de la hora y la chica pensaba que tal vez el músico era más maduro de lo que aparentaba, Hiro continuaba en su burbuja de Miguel es increíble, cada vez sonreía más y la morena se tenía que forzar para no dejar correr sus lágrimas.
Era ahora o nunca, más que nada para darle un final a ese sentimiento.
Tomó todo el coraje que habitaba en ella y besó a Hiro en los labios causando que un atónito moreno se fuera con el corazón roto.El genio abrió sus ojos como platos, no sabía que hacer, eso definitivamente no se lo esperaba. Tomó a Tip del hombro y la apartó de su lado lo más rápido y delicadamente posible.
-Tip, ehm, Yo...
-No tienes que decir nada Hiro, se que te gusta Miguel ya me lo has dicho, yo sé que nunca te fijarías en alguien como yo, es solo que necesitaba que supieras como me sentía. Piénsalo como mi forma de desearte suerte para mañana.- la chica sonrió ampliamente pero sus verdes orbes se comenzaron a cristalizar, una lágrima corrió por su mejilla incapaz de continuar ocultado sus sentimientos.
Hiro era horrible al tratar con las personas y sus sentimientos, ni siquiera podía lidiar con los suyos propios pero si algo había aprendido de su amistad con Miguel es que el contacto físico tenía grandes efectos en las personas así que sin pensarlo más se acomodó y abrazó a la morena.
Ella se acomodó en su hombro y dejó salir todas sus lágrimas. Hiro no dijo nada solo se limitó a abrazarla y palmear delicadamente su espalda, después de unos minutos la chica dejó de llorar, se incorporó separando el agarre del genio y sonrió.
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Solo Tú (Higuel)
FanfictionEl joven de cabello azabache tomó una profunda bocanada de aire y la soltó en forma de suspiro intentando relajarse. Lo que estaba a punto de hacer era una locura, una gran y humillante locura. Pero es que una persona tan única e increíble merecía a...