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Así sabré que les está gustando):

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Ava limpió la cerradura de su casillero dedicadamente con una toallita húmeda y el gel antibacterial que cargaba a todos lados, cinco minutos después, abrió la pequeña puerta de metal y sacó su cuaderno de historia y el de ética, guardándolos en su mochila de color negra.

Ese día iba vestida con un vestido blanco de diminutas flores rojas hasta un poco más arriba de la rodilla, unos con converse blancos, dos coletas bajas atadas con dos listones pequeños y un pequeño paraguas negro en la mano.

Odiaba asolearse, además, ya que los rayos uv que transmitía el sol podían llegar a ser sumamente dañinos para la salud, Ava le temía al cancer de piel.

Y su piel era tan pálida que no podía evitar preocuparse el doble.

Natasha llegó a su lado, dejándose caer contra el casillero junto al de Ava.

-¿Qué harás el sábado?-preguntó curiosa.

-Ahh, limpiar el desorden que, seguramente mis padres dejarán después de su fiesta mensual-murmuró dejando su cuaderno de física dentro del casillero.

Natasha bufó.

-Ava, son sus fiestas, ¿por qué no dejas que ellos limpien?-la pelinegra negó cerrando el locker.

-Ellos no lo hacen bien-susurró-Además, seguro tendrán resaca por la mañana.

-Dios Ava, tú deberías ser la de las fiestas y la que sufra de resaca, no ellos-dijo seria, la nombrada se encogió de hombros.

-Sabes que odio las fiestas y todo lo que conllevan.

Natasha rodó los ojos.

-Lo se, lo se, yo te proponía ¿ir conmigo a visitar a mi abuela?-pidió.

-¿Dónde vive?-preguntó curiosa.

-En Wellington, está a un par de horas en avión.-Ava negó rápidamente.

-No, no, no, yo no voy a la ciudad, lo sabes, me da ansiedad-dijo moviendo su cabeza de un lado a otro.

Natasha bufó.

-Lo se-murmuró sería-Solo, no quería ir sola.

-Lo siento Nat, pero no puedo, sabes que me dió un ataque cuando mis padres me obligaron a ir a ese concierto.

-Teníamos ocho, y a ti te gustaba Barnie, no entiendo cuál fue el problema.

-Los niños sucios de los que sus padres no se encargaban correctamente fueron el problema, uno me babeó Nat-la teñida no pudo evitar reír al recordar eso.

-Tienes razón, no hay problema Ava, lo entiendo-dijo con una sonrisa dulce.-Bueno, aquí nos separamos-dijo puesto que Ava tenía clase de historia y ella de álgebra.

🌵

Ava estaba sentada aburrida junto a Caleb, lo más pegada que podía a la esquina izquierda de la mesa que compartían, el moreno se movía demasiado y eso incomodaba horriblemente a Ava, temía que la tocara, no sólo él, cualquier persona.

Lo odiaba, odiaba el contacto con las personas, por suerte Natasha lo había comprendido y cada vez que tenía la intención de tocar a Ava, le pedía a la pelinegra su gel antibacterial.

Igualmente con sus padres, aunque ellos no lo tomaban con seriedad y a veces le besaban la mejilla después de comer algo o le tocaban la cara en cuanto llegaban de la calle, les daba gracia la cara de terror de Ava y como salía corriendo a ducharse o tallarse la cara.

-Bueno, el día lunes quiero ver el borrador de su informe chicos, realmente espero que lo tengan, sino, bajará su calificación-todos los adolescentes gimieron.-Les daré los últimos minutos para que se junten a hablar un poco al respecto-dijo, borrando la pizarra, se escuchó rápidamente el ruido que hacían al mover sillas y demás.

Ava comenzó a guardar cuidadosamente todos sus útiles, se levantó y caminó hacia la mesa que Adrien y Natasha compartían, en la que ya se encontraban Dallas y Caleb.

-¿Todos ya tienen su investigación?-preguntó Adrien silenciosamente, los otros cuatro asintieron.-¿Las traen?-Solo Ava asintió, Adrien le sonrió y levantó su mano, esperando que Ava chocara sus palmas-Yo igual-dijo sonriente.

Ava miró fijamente la mano del castaño adornada con varios anillos y venas sobresalidas en la muñeca, Natasha le bajó la mano a Adrien, quien miró confundido a la pelirroja, ella negó lentamente.

-¿Iremos a tu casa hoy también?-preguntó Dallas, cortando la tensión que Ava y Adrien habían formado.

Adrien negó suspirando.

-Mi hermano y su prometida están de visita, ella está embarazada y es un caos, así que no podremos estar solos.-Los cuatro asintieron-¿No puede ser en la de alguien más?

-Diría que en la mía, pero como que mis padres no me dejan tener visitas, no hombres-susurró Natasha, Caleb la miró divertido-No me mires así, estúpido.-rugió.

-¿Ni aunque sea para hacer tarea?-preguntó Adrien, la pelirroja negó.

-No hombres, es la única regla.-dijo sincera.-¿Y por qué no en la de Caleb? el siempre hace fiestas, seguro no le molesta que vayamos-dijo seria.

El moreno rodó los ojos.

-Olvidé las llaves de mi casa y mis padres regresan por la noche, yo me quedaré en casa de Adrien-respondió, Adrien frunció el ceño.

-¿Con el permiso de quién o qué?-preguntó confundido, robándole una risita a Dallas y Natasha.

-Viejo, olvidé mis llaves, ¿puedo quedarme esta noche en tu casa?-preguntó, Adrien asintió.-Gracias.-guardó silencio un par de segundos-¿Y qué hay sobre ti?-preguntó mirando a Dallas.

-Mi casa aún está llena de cajas y está hecha un desastre, pero, si no les molesta..-Ava negó rápidamente, no podría si quiera concentrarse.-¿Por qué no en la tuya?-le preguntó Dallas.

Ava lo miró seria.

Nadie que no fuera Natasha, familiares, sus padres o amigos de los mismos entraba a su casa, no quería a adolescentes desordenando y ensuciando todo.

-Si...tus padres nunca están-susurró Natasha, Ava la miró mal.

-¿Que no?-preguntó Caleb divertido-Si pelean todo el tiempo.

-Cállate idiota-gruñó Ava.

-Anda Ava, no quiero tener que ir a la biblioteca bajo el sol, y se que tu tampoco quieres-pidió la pelirroja, Ava suspiró profundamente, la verdad no quería estar fuera.

-Si uno de ustedes ensucia mi casa, así sea lo más mínimo, juro por dios que voy a golpearlo con el palo de hockey de mi padre-dijo seria entredientes.

-Wow, relajate un poco-dijo Caleb levantando las manos.

-A las 5:30-dijo seria, ignorando al moreno.

-De acuerdo-dijo Adrien.

-Humm, ¿dónde vives?-preguntó Dallas.

-Vive junto a mi-dijo Caleb aburrido.

-Uhhh, amigo, no se donde vives-dijo el pelinegro obvio, Ava soltó una risita, ganandose una mirada sorprendida de Caleb, realmente nunca la había visto o escuchado reír.

-Como a veinte casas hacia la izquierda de donde vive Adrien -respondió Caleb, Dallas asintió-Hay un columpio en el árbol del frente, la casa de Ava está a la izquierda.

-Bien, gracias-susurró el castaño.-Espero no perderme y eso.

-Puedes tocarme y yo te llevaré-dijo Adrien, Dallas asintió sonriente.

-Muchas gracias.

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