Capítulo 16: Una fiesta y un secuestro (Parte 1)

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Por la tarde y como de costumbre, Mike fue a recoger a Justin a la escuela. Pasaron los minutos y no había rastro de él. Espero al menos 40 minutos en el auto hasta que finalmente se bajó y entro a buscarlo. Recorrió todos los pasillos, salones y simplemente no lo encontró. Se preocupó y le marcó varias veces al teléfono pero no contestaba. Espero que se haya ido con sus amigos porque si no está muerto yo lo matare, pensó. Se monto en la camioneta y comenzó a recorrer las calles cercanas a la escuela, hasta que por fin lo encontró. Estaba en un viejo parque abandonado, pero no estaba solo, Charlie estaba con él, estaba recostado al tronco de un roble continental que les daba sombra en el caluroso sol de las 2 de la tarde. Mike se quedó observándolos unos minutos, ¿No que solo eran amigos?, se preguntó. Se sentía incómodo, mal consigo mismo pero a como pudo tomó valor y se dirigió a donde estaban.

— Justin! Llevo horas buscándote — reclamó

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— Justin! Llevo horas buscándote — reclamó.

— Mike, perdón iba a llamarte pero me quede sin pila en el teléfono.

— Sabes que no puedes salir de la escuela sin decirme antes. ¿Quieres que me despidan?

— Oye, tranquilo, no es para tanto, está conmigo — dijo Charlie entrometiéndose en la discusión.

— Esto no es asunto tuyo niño! — respondió a la defensiva.

— Mike ya basta — exclamó Justin — Puedes dejar de pelear?

— Justin vámonos, tu papa te está esperando — dijo Mike

— Yo lo llevare —dijo Charlie.

— Es mi trabajo llevarlo, yo lo hare — respondió con hostilidad.

— Cuál es tu problema amigo? — dijo Charlie.

— Ya basta! — gritó Justin desesperado por la discusión — Charlie, hoy por la noche será el evento de recaudación de la ciudad, la temática es de antifaces, te gustaría venir?

Mike los observaba con celos ardientes que se guardaba para si mismo.

— Claro, me encantaría acompañarte — sonrió.

— Podemos irnos ya? — dijo Mike

— Nos vemos — dijo Justin mientras le daba un beso a Charlie frente a Mike, quien, decidió alejarse de ellos y caminar directo al auto para ahorrarse el disgusto.

Estando en el auto, iniciaron una discusión por la escenita que habían protagonizado hace algunos instantes.

— Que fue esa escena que hiciste allá Mike?

No respondió.

— Así harás las cosas ahora, no me hablaras? — añadió.

— Soy tu chofer y tu guardaespaldas, y como tu dijiste, solo me limitare a eso — respondió Mike con tono frio e inexpresivo.

El Único al que AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora