Capítulo 24: Un nuevo comienzo (Parte 2)

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Chicago, Illinois.

Mike caminaba por las calles de la ciudad, usualmente lo hacia para relajar su mente y alejar los problemas. Era 5 de Octubre y se cumplían 5 años desde la noche en que se separó dramáticamente de Justin, quien hasta ese momento recordaba con aprecio. La noche estaba completamente estrellada y tranquila. Llegó a su casa después de un largo día de trabajo. Se preparó una ensalada para cenar, se quitó los zapatos y se sentó su escritorio a revisar unos documentos, en eso llega la señora Robinson, la señora de la limpieza.

- Señor Mike, ya es mi hora de salida, nos vemos mañana. - dice la robusta señora de cincuenta y tantos.

- Claro que sí, que descanse y buenas noches. - le sonríe cordialmente.

Desde aquella noche cuando salió de la mansión de los Morgan para nunca más volver, Mike, comenzó a trabajar en algunas cafeterías y tiendas de ropa de la ciudad, hasta que uno de sus tantos empleos en tiendas moda, fue descubierto por una agencia de modelaje en crecimiento y desde entonces ha ido cosechando una buena fortuna desde hace año y medio, dejando atrás todas las limitaciones económicas para él y su familia. Mientras revisaba algunos contratos, suena el teléfono.

— Hola Mi amor, como estas? — pregunta de manera cariñosa.

— No muy bien, estoy en el hospital. — dice la masculina voz del teléfono.

— Te pasa algo? — frunce el ceño.

— Comencé a tener unos dolores en las costillas, estoy en Holly Cross Hospital, no quiero estar solo.

— Voy en seguida. — contesta angustiado.

Tomó las llaves de su camioneta Range Rovers, bajó al estacionamiento y partio en seguida.

Al llegar, casi corriendo se dirigió a la sala de consultas.

— Aquí estas, como te sientes — le da un beso en los labios y se sienta a la par

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— Aquí estas, como te sientes — le da un beso en los labios y se sienta a la par.

— Algo adolorido, pero ya llegara mi turno de pasar, gracias por estar aquí.

— No podía dejarte solo, Sam — le toma de la mano y le besa nuevamente.

— Lo sé. Te Amo.

Otro beso.

Mike solamente asintió con la cabeza y se recostó a su brazo mientras le tomaba de la mano esperando su turno.

— Sam Stevens! — dijo una voz juvenil proveniente del consultorio.

Ambos pasaron con nerviosismo.

Al entrar, habia una persona de espaldas hablando por teléfono. Era Joven, delgado, cabello castaño y piel blanca. No pueden identificar su rostro a simple vista. Mike de repente se estremeció de la impresión, solamente en una persona había visto esas mismas características y escuchado esa misma voz. El doctor encargado subio el rostro y los miro a ambos frente a frente.

El Único al que AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora