Capitulo 26: Esto es guerra.

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Narrador Omnisciente.

Es increíble como aquella pelirroja logró empujar lejos al demonio.

- Nunca vuelvas a tocarme. - pronunció con ira.

El joven mago estaba concentrado en su pelea, por lo que solo logró ver cuando el demonio fue mandado a volar.

- Doremi.

- Tu pelea es con nosotros. - dijo uno de los demonios lanzando múltiples púas que apenas pudo esquivar.

El rey de los demonios se levanta del suelo y sacude la tierra de su ropa. Su cabello era del mismo color que el de Akatsuki, sus ojos eran idénticos a los de Kotake. Su piel era pálida, sus orejas puntiagudas.

Si, las orejas delataban que no era un humano o mago. Además, al sonreír sus colmillos eran visibles. Cualquier persona creería que es un vampiro, sin embargo es un demonio. Uno sediento de venganza.

Doremi lo estudió de arriba a abajo y llegó a la conclusión de que la última vez que lo vio, no lo hizo con detalle.

Pues ese demonio era atractivo, además de todo lucía como un chico de 18 años, ¿parecía padre de Kotake? ¡Para nada!

Pero ella había aprendido que los demonios, magos y brujas envejecen en el mismo ritmo de los humanos hasta cierto punto. Luego su proceso de envejecimiento se re-alentiza.

Sin embargo, ¿qué tan larga es la vida de un demonio?

Todo en él indicaba maldad. Sus enormes alas negras de murciélago desaparecían y aparecían nuevamente en su espalda cuando él quisiera. De eso se dio cuenta luego de que lo empujó, pues no tenía alas hasta después que las hizo aparecer para tratar de frenar su caída.

- Ven conmigo, ya no tienes que ocultarte más. - dijo Viento. - Ya sé quien eres. También que haz renacido para estar conmigo como debió ser. Renuncia al trono, de todas maneras serás reina en mi mundo.

Él estiró sus manos de manera que esperaba que la chica accediera a seguirlo. Pero ella solo le dio la espalda.

- No tengo idea de lo que me estás diciendo, así que te pido que le digas a tus demonios que dejen de atacar a Akatsuki y larguense de una vez.

El demonio no se dio por vencido y flota hasta donde está Doremi.

- Así que aunque seas bruja haz perdido todos tus recuerdos al reencarnar...- susurró, pero ella escuchó. - No importa si no quieres venir conmigo ahora, de todas formas cuando acabe con el mundo de las brujas ya no tendrás lugar a donde ir y no te quedará de otra que ser mi reina.

El estómago se le revuelve a la chica, pues sus amenazas le daban asco. Ella nunca estaría con alguien como él, además le fastidiaba su actitud tan confiada, creyendo poder acabar con todo su mundo así como así.

- Y dime, Viento. ¿Tú, tu minimo ejercito de demonios y cuantos más destruirán este mundo?, porque realmente me da pena informarte que somos más que ustedes. - respondió con aura de superioridad.

Él dio una sonrisa de medio lado.

- Tu actitud es distinta, supongo que se debe a que ahora vives otra vida. - dijo. - Sin embargo no te creas, no vine aquí simplemente a parlotear. ¿Acaso no ves a tu alrededor?

Doremi 16 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora