Doremi 16

67. La pareja recién casada.

[ALERTA] [CAPÍTULOS FINALES]

8 años después.

Una mujer paseaba felizmente tomada de la mano de su padre a través de una alfombra roja.

Todos sus familiares y amigos la miraban radiantes.

Ella lucía un hermoso vestido blanco estilo princesa y un bello y delicado velo cubriendo su precioso rostro.

Dos pequeños niños rubios de aparentes cinco años tiraban arroz justo tras ellos.

Eran James y Jam. Eran los hijos de Momoko y Akatsuki, la rubia escogió sus nombres de nacionalidad americana porque amaba su país.

Ellos habían sido los primeros en casarse y formar una familia.

Pero ahora, era el turno de su amada mejor amiga.

Dos niñas gemelas de trece años llevaban los anillos en cojines rojos.

Cuando la pelirroja llegó al altar su amado la miró radiante de alegría. Se podía percibir el amor en sus ojos, el querer la unión eterna por siempre.

El sacerdote habló.

— Estamos todos aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio a Doremi Harukaze y Kotake Tetsuya...

Doremi miraba su rostro sin poderse creer que estaba justo allí... ahora, a punto de contraer matrimonio, uno de sus sueños de niña se estaba haciendo realidad.

Las ganas de llorar la vencieron.

Recordó cuando estudiaban juntos.

— ¡Ya cállate Dojimi!

— ¡Eres estúpido! — le jaló una oreja y le gritó al oído. — ¡Doremi, Doremi, Doremi!

Recordó cuando en primaria estaba tan apurada que se puso su bolso al revés logrando que todos los libros terminaran cayendo.

— Tonta re mi fa sol la si...— se burló Kotake aumentando el tono por nota musical.

Cuando se torció el tobillo y él cuidó de ella, cuando se ponía celoso de Akatsuki pero ella era tan tonta que no se enteraba. Desde siempre, incluso desde las sombras él había estado a su lado.

— En la salud y en la enfermedad...— seguía hablando.— En la alegría y en el llanto. — ¿Estás dispuesto aceptar a Doremi Harukaze como tu esposa hasta que la muerte los separe?

Kotake asintió.

— Hasta más allá de la muerte.

Hanna le tendió el anillo a Doremi y ella se lo puso al chico.

— Y tú, Doremi... Aceptas a...