49. La fiesta de hallowen parte 2.

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El mundo de los demonios empezaba a estremecerse. El caos gobernaba, muchos hogares habían sido destruidos a causa de los terremotos que empezaban  a amenazar con destruir su mundo.

Los del consejo de demonios se vieron obligados a invocar a Luna a una reunión extraordinaria.

Y allí estaban.

— Tienes que abandonar el trono. Insistele a Tetsuya para que se haga cargo del reino una vez más. — gruñe el más viejo de los encapuchados.

Ella frunce el ceño.

— ¿Por qué tendría que hacerlo? ¡Él nos traicionó! ¡Él nos rechazó!

— ¡Él tiene el poder de controlar los elementos! ¡Es el heredero que corresponde al trono!— rugió el otro con enfado.

Luna se negaba a aceptarlo.

— ¡No! ¡No lo haré!

— ¡¿Y qué piensas hacer?! — gritó otro de los demonios. — ¡Nuestro mundo está bajo tierra, estábamos protegidos por la barrera mágica que los verdaderos sucesores mantenían a flote con su energía! ¡AHORA SE ESTÁ CAYENDO PORQUE VIENTO SE HA IDO!

— ¡¿Quién sigue ahora?! ¡Tetsuya Kotake!, puede que lleve otro apellido. Pero la sangre de los Black corre por sus venas.

Luna bajó la mirada.

Odiaba que tuvieran razón. Pero se negaba a dejar caer a la borda todo lo que había logrado. ¡No quería que la reencarnación de aquella bruja fuera feliz en su nueva vida! ¡Se negaba a verla feliz!

¿Qué importaba Kotake? ¡Al diablo con él!, solo era un semi humano que no tenía nada que ver con la persona que le desgració la vida.

Fue Atzu quien la dejó en ridículo. Por su culpa se burlaron de ella por décadas.

Fue esa bruja quien se robó el corazón de su prometido volviéndolo "bueno y frágil"

Luna logró su objetivo. Alimentar de odio a Atzu, recordándole como su adorada bruja lo expulsó de su mundo prefiriendo ser reina sobre su amor.

Como fue convencida por las otras brujas para cambiar de opinión. Atzu se convirtió en Viento, y durante muchos años buscó la manera de vengarse.

Luna trataba de enamorarlo, pero él no cedía. El odio había llenado su corazón. Entonces eso lo llevó a hacer cosas terribles.

Cosas que a final de cuenta Luna alimentó. Pues si ella no podría estar con él, no estaría con nadie. Él terminaría solo, en el limbo.

Castigado.

Sin una familia, sin un reino. Y lo logró. Pero no era suficiente, ella no daría marcha atrás.

— ¡Tenemos claro que nos traicionó! ¡Sabemos cuales son sus prioridades! ¡Pero aún así lo necesitamos!

Ella, seguía sin responder.

— Tienes otra opción si quieres seguir siendo reina. — habló otro de ellos.

Lo miró a los ojos dispuesta a escuchar.

— Cásate con el hijo de Viento. — ella abrió sus ojos de la impresión. — Ya mandé a unos de tus siervos a darle una visita.

[…]

Todos  empezaron a silbar y a hacer ruidos raros.

Doremi estaba en shock.

Akatsuki estaba en shock.

Doremi 16 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora