Capítulo 24

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Steve buscaba el calor de su Omega.

Olfateaba su cuello, se restregaba en su cuerpo y no perdía oportunidad de besarlo.

Tony reía imaginando a un gran Golden en lugar del rubio.

—Steve... —Un beso en su boca calló su reclamó. Se sentía feliz en los brazos de su Alfa— ¿Quieres dejarme por sólo un minuto?

—No.

Siguió besando con ternura los labios del joven.

Anthony por su parte, no podía sentirse más dichoso.

Hacia ya varias semanas llevaron acabo el cortejo. Citas, regalos, palabras cursis y como olvidar cuando Steve pidió el permiso de Jarvis para hacerlo su Omega.

Rogers de verdad era un viejo a la antigua.

—Tony... Te amo. —El rubio simplemente lo abrazo fuerte.

El castaño quiso decir lo mismo, pero no creyó que fuera el momento adecuado.

Sólo tomó el rostro de su Alfa y junto sus frentes. Permanecieron así, mirándose e ignorando el mundo de afuera.

El sonido de un celular los saco a ambos de su burbuja.

Steve soltó un suspiro cansado.

—Contesta. —Susurro el Omega.

Con pereza, tomó el aparato y miro la pantalla.

"Peggy" Estaba escrito.

Se alarmó. Margaret no llamaría sino fuera algo importante.

—Un momento. —Y sin más se alejó a atender la llamada— ¿Sucedio algo?

—Steve... —La voz de la mujer se escuchaba alterada—, Pierce tiene un nuevo objetivo.

Su Alfa aulló en rabia.

—Y es Tony.

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