Capítulo 31

6.1K 746 25
                                    

—¡Tony! —Su padre lo atrapó en un abrazo.

Su mirada estaba pérdida, su mente buscaba alguna explicación lógica y una parte de sí trataba de mantener la calma.

—¿Estás bien? —Howard tomó su rostro y lo escaneo.

El alivio reinaba en su mirada.

—Tendrán que estar aquí hasta que todo termine.

La voz de Steve lo saco de su ensoñación. Las piezas empezaron a encajar...

—¿Qué hace mi padre aquí? —El joven encaró al soldado— ¿Qué demonios esta pasando?

—Tony...

—Nada de Tony. Desde que apareciste no me has dicho nada, cada vez que pregunto evitas el tema y ahora mi padre esta aquí cuando yo lo creí muerto.

Rogers miro a Barnes. Éste sólo asintió y salió junto con Howard.

—¿Y bien?

—Cuando ingrese al ejército, me escogieron para el Proyecto Renacimiento. El doctor Abraham Erskine y tu padre fueron los que crearon el suero. —Tony lo miraba fijamente—. El suero funciono y Hydra lo supo.

—¿Hydra no era un mito? —Sabía que era esa organización, pero creyó que había desaparecido hace décadas.

—No lo es. —El Alfa desvío la mirada—. Ellos querían el suero para perfeccionar a sus soldados. En una de nuestras misiones, sólo sobrevivimos Bucky y yo...

No quería continuar y ver la decepción en los ojos de Tony.

—... Tuve que ser parte de Hydra.

El Omega lo miro sorprendido. Su cerebro aún procesaba la información.

Steve había...

—Tú... ¿Eres un asesino?

—Tony, no es lo que crees. —El soldado tomó las manos de su pareja, buscando retenerlo—. Lo hice por ti, por nosotros. Te daré el mundo entero ¿Recuerdas?

—¡Yo jamás te lo pedí!

El menor lo miro como se mira a un desconocido.

—Tony... Te amo. —Steve se acercó al joven, quien retrocedió espantado—. Quiero que el mundo vea lo maravilloso que eres, que te valore, que te idolatre como te mereces.

—No de esta manera, Steve.

—No hay otra manera. —El de ojos azules lo miro serio—. Yo voy a entregarte todo. Este mundo está podrido, no hay un orden, no hay moral ni una ética que se considere digna.

Anthony no podía creer lo que Steve decía.

—Steve, Hydra es el enemigo, tú no...

—¿Hydra lo es? —El Capitán solto una risa agria— ¿Cuántas veces me rebajaron por mi apariencia? ¿Cuántas veces me dieron la espalda siendo inocente? ¿Tienes idea de cuántas veces me humillaron, me golpearon y me gritaron en la cara que era una basura?

Anthony negó.

—Yo no quiero eso para ti. —Dio los pasos que los separaban y acuno sus mejillas—. Tienen que pagar todo lo que te hicieron, lo que me hicieron y lo que le harán a los demás... Tony, el mundo es el verdadero enemigo.

PreludioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora