Capítulo 40 (Epílogo)

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La pelirroja ignoraba por completo el aroma de cortejo de Bucky.

Ser una Beta tenía sus ventajas.

—¿Problemas oh gran conquistador? —Steve empezó a reír y a burlarse de Bucky.

—Cállate.

El rubio tomó la mano de la pelirroja y le dio un apretón midiendo su fuerza.

—Señorita Romanoff.

—Capitán Rogers. —Regreso el saludo la mujer.

—Teniendo en cuenta su historial y viendo su currículum, no tengo más que decirle que será un placer tenerla en nuestro equipo.

—Será todo un honor.

—Bien, la pondrá al frente con su compañero Barton. —Dictaminó—. Bucky, irás con ellos. Serás el encargado.

James sonrió ante el plan de Steve.

—A la orden.

La beta rodó los ojos y se adelantó.

Steve le guiño el ojo a Barnes deseándole suerte.

—¿Ahora eres Cupido?

Rogers inmediatamente volteo a ver a su Omega, quien justo acababa de llegar.

Los años no habían pasado en vano.

Tony había pasado de ser el niño tierno al hombre sexy.

Esa barba era un peligro para su cordura.

Inmediatamente corrió a su encuentro.

Lo abrazo y aspiro su aroma como un verdadero adicto.

—Hey, tranquilo. —El Omega le sonrió coquetamente—. Tu fuerza arruga mi traje.

Steve rio ante las ocurrencias de su esposo.

—¿Cómo estás?

—Bien, sólo fueron unos cuantos mareos y ya me fuí a checar con el doctor, nada de qué preocuparse.

Hace unas semanas había tenido malestares, y Steve como el Alfa sobre protector que era, quiso internarlo en un hospital y dejar la misión a medias.

—Te extrañe, Tony.

—Me ofendería que no lo hicieras. —El castaño dejo que el rubio pegara su frente a la suya—. También te extrañe.

Permanecieron un momento así hasta que el sonido de un golpe llamó su atención.

Bucky estaba en el suelo y una pelirroja se encontraba molesta.

—¿Quién es ella?

—Es un miembro nuevo del escuadrón. Ella y su compañero trabajaron antes para S.H.I.E.L.D. —Explico—. Me ayudarán con los países del Norte.

—Así que te tomaste muy en serio eso de darme el mundo entero. —El castaño sonrió con ternura.

—Totalmente.

El castaño asintió distraídamente.

—Bueno, supongo que ya no será sólo para mí... Nuestro cachorro también será beneficiado.

Rogers tardó unos segundos para captar la noticia.

Lo miro con sorpresa mientras Tony se tragaba las carcajadas que amenazaban con salir.

—¡Voy a ser papá!

Tony negó divertido ante la efusividad de su esposo.

—Eso es lo que pasa cuando metes todo eso. —Dirigió una mirada pícara a la entrepierna del Capitán.

El rubio lo beso como si no hubiera mañana.

Iban a tener un bebé, un cachorro.

Deseaba con todas sus fuerzas que tuviera los ojos de su castaño.

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