Capítulo 29

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Al ver al sujeto que trató de matarlo, se aferró al cuerpo de su Alfa.

Temblaba y lloraba.

De un segundo a otro su mundo se había venido abajo.

Jarvis estaba muerto, su madre y padre también.

Ya no tenía nada.

Steve trató de calmarlo con suaves caricias y palabras de amor.

Por su lado el hombre de la mascada lo miraba con culpa.

—¡Tú lo mataste! —Anthony empezó a gritarle aún cuando Rogers le decía que parará.

—¡Tony!

—¡Vas a explicarme que esta pasando! —El Omega estaba fuera de sí— ¿Por qué demonios trató de matarme? ¿Qué es lo que escondes? ¿Por qué a mí?

El rubio abrazo el cuerpo tembloroso de su castaño.

—Calmate. —Stark trató de golpearlo, de alejarlo— ¡Calmate Tony!

Anthony obedeció ante su voz de mando.

Los sollozos de su pareja rompieron el silencio.

—Necesitamos irnos.

Con el más joven callado, Bucky y él se encargaron de llevarlo al cuartel.

Steve tomó una gran cantidad de aire.

Había llegado el momento de hablar.

Después de algunas horas, habían parado en un lugar alejado y con tinta de ser peligroso.

—No los encontrarán aquí.

Anthony frunció el ceño. ¿Encontrarán?

No pregunto por el momento; pacientemente espero a que lo ubicaran en una de las tantas recámaras.

Ignoró la mirada de varios sujetos que trabajan ahí.

Aunque, lo que le causó cierta curiosidad, fue ver como cada uno de ellos agachaban la cabeza en cuanto Steve pasaba.

—¿Por qué...?

Una de las tantas puertas fue abierta.

—¿Ahora que quieres? —Una voz ronca interrumpió al menor. Tony se quedó sin habla. Su padre estaba ahí.

El mayor de los Stark cambio su cara de fastidio a una sorprendida.

El Omega tembló de nuevo... Su padre estaba vivo.

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