Capítulo 33

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Steve caminaba entre los pasillos con soltura.

Hoy era el día decisivo.

—Capitán América. —La burla estaba ahí. Pierce sonreía victorioso.

Steve por su parte, sólo quería arrancarle la cabeza.

—¿Viene a entregarse? —El Beta estaba siendo cubierto por varios hombres.

—Más bien, vengo a felicitarte por tu gran trabajo. —El Capitán le extendió la mano—. S.H.I.E.L.D ha desaparecido.

—Y no gracias a usted.

—Favor que me haces.

El primer tiro fue dado. Bucky empezó a aniquilar a los hombres que cubrían la espalda de Pierce.

Steve tomó su escudo y se cubrió de los disparos.

Buscó una zona segura y lanzo su escudo cortando la cabeza de varios.

Algunos otros lo enfrentaron cuerpo a cuerpo, y a ninguno lo dejó con vida.

No tenían que dejar testigos... No si querían que todo saliera perfecto.

En medio de todo esa masacre, se abrió camino con un único objetivo.

Alexander Pierce.

—¡Cierra la maldita puerta! —El Beta lanzaba literalmente a sus hombres a la muerte, mientras el corría por su vida.

En cuanto estuvo en el ascensor, apretó el botón con desesperación.

Respiro con alivio cuando las puertas se cerraron, pero un golpe y después una mano abriéndolas le quitaron toda tranquilidad.

—¿Ocupado?

Steve lo saco de la solapas y lo arrastró en contra de su voluntad.

Sin más, lo aventó en un rincón.

—Te atreviste a desafiarme, utilizaste a Bucky para hacer el trabajo sucio y querías matar a mi Omega.

—Eres una desgracia para Hydra.

—¿Adivina qué? —Como si de un secreto se tratará, lo acerco y le habló al oído—. Yo soy Hydra.

La mirada azul era hielo puro y la sádica sonrisa en su rostro, aterraron al mayor.

—Pudrete en el infierno.

Los gritos de clemencia se escucharon por toda la estancia.

Cada uno de sus huesos fueron rotos con el escudo, golpes llegaban a su cuerpo sin ninguna compasión.

Steve lo utilizó como saco de boxeo hasta dejarlo sin vida.

Los Omegas bajaban la cabeza ante el aroma de Alfa enfurecido, los Betas temblaban de miedo por el ambiente y los Alfas de baja categoría no se atrevían a desafiarlo.

Bucky sonreía mientras le disparaba a cada uno.

Y Steve Rogers, dejó muy en claro que él era un Alfa de Alto Rango.

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