Capítulo 3

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Anthony siempre fue un niño energético, curioso e inteligente.

Tenía un corazón de oro y una pureza enorme... Pero la gente a su alrededor no apreciaba eso.

—Tony.

Jarvis miro con tristeza como el niño jugaba solo. Cabizbajo y silencioso.

—Papá no ira por mí mañana. —El pequeño levanto la mirada.

Jarvis, al ser un Beta, no podía desprender ese aroma que tanto calmaba a los cachorros... Él no podía hacer nada por el niño de sus ojos.

—Lo siento.

El castaño negó y continuó jugando sin ninguna pizca de diversión.

Los minutos transcurrían y nada en el aura cambiaba.

—¿El joven Rogers no ha venido? —Desde hace algunos meses, cuando Anthony había escapado casi causándole un infarto al Beta, había llegado con un Alfa de estatura baja,que con el paso del tiempo se había ganado el cariño del hijo de Howard y la gratitud de Jarvis.

—No. —El niño pareció recordar algo—. Pero dijo que regresaría por mi.

El mayor levanto una ceja.

—¿Qué?

—Dijo que yo sería su Omega y que me ofrecería el mundo entero en cuanto regresará. —El castaño sonrió sin imaginar todo lo que eso significaba—. Yo quiero muchas hamburguesa, no el mundo. Debí decírselo.

¿Tony el Omega de Steve?

El Beta no quería imaginar lo que esto acarrearía.

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