Mimos

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POV RIN
Me empujo, pueden creerlo, me empujo, su mirada era de sorpresa, llevo su mano a sus labios, como damisela ultrajada, vaya apenas fue un piquito, ni siquiera dejo meterle la lengua, pensé sonrojada por mi atrevimiento, ¿Qué me había pasado? Sé bien que él siente algo por mí, lo siento, lo veo en sus ojos dorados, en un mes he tenido la oportunidad de conocerle, y me gusta, todo en él me gusta, su melodiosa risa, sus ojos brillantes, su cuerpo de muerte, su caballerosidad, su voz profunda, su gentileza, él, me gusta, y no puedo evitarlo.
-no digas eso, no puedo gustarte-me dice mirándome-esto no puede ser, Rin, eres la prometida de mi hermano.
-no me gusta él-contesto.
-no-baja la voz-le amas, pero aun no te permites darte cuenta.
- ¿amor? ¿Cómo puedo sentir algo así? Dime-hable cruzándome las manos-nunca he realizado las cosas que contigo, es tonto creer que yo podría amarle, así como así.
-Rin-me mira seriamente-tu naciste para ser su mate.
-deja de hablar de ello-me quejo-me revelo, me entendiste, ME RE-VE-LO.
-no puedes, no importa lo que hagas, tú y él-su voz se va apagando.
-bien, te lo demostrare-dije segura-cuidare de Naraku, pasara tiempo con él y veras como los sentimientos románticos nunca surgirán-respondo.
-si pasa lo contrario-pregunta.
-no pasara, no le amo-insisto.
POV SESSHOMARU
Se nota tan segura diciendo que no lo ama, una parte de mí quiere creerle, quiere tomar lo que le entrega, quiere cargarla y huir, huir lejos de todos, en un lugar donde podamos ser felices, donde pueda besarla sin temor a ser condenado o condenarla, Rin no es ninguna chiquilla tonta, es toda una mujer, puedo leer esos pensamientos tan seguros y firmes, está convencida de quererme, me hace tan feliz, pero, yo, no puedo, sería un error, para los dos, la veo alejarse, recuerdo el beso inocente que me ha dado, sonrió ante ello, si ella supiera que a pesar de mi edad, yo nunca he, meneo la cabeza e ingreso con mi hermano.
Los días transcurren con ella entrando y saliendo de esa habitación, la escucho hablar con Naraku, suele recostarse a su lado, su mano acaricia el lomo negro y veo como mi hermano lo desfruta, se mantiene quieto, atento ante sus palabras, pone esa tonta sonrisa lobuna que sabemos enamora, Rin y yo seguimos con nuestra rutina, nos vemos en el almuerzo, en algunas ocasiones hemos visto juntos la televisión en compañía de Naraku, este pone cara de fastidio, le he mirado observarla, bajo la mirada, debo aceptar que él también lo siente, semana y media más tarde, Rin corre con Naraku tras ella, ríe ante los gruñidos que le lanza, la hace caer al pasto entre risas, aprieto los puños cuando el idiota se le sube encima y lame su cara.
Ella solo ríe e intenta apartarlo, nunca he visto a Naraku así, observo desde la ventana como se relaciona con ella, debe ser cosa del destino, pero él siempre ha detestado cuando se vuelve un simple perro, sin embargo, en esta ocasión parece encantarle los mimos que le hacen, me dejo caer en la ventana, mi hermano, Rin, ella está a dos semanas de cumplir año, y cuando pase, enseguida el compromiso será sellado, cierro con fuerza los ojos, no quiero, no lo deseo, pero quien soy para evitarlo, nadie, solo su guardián.
POV RIN
Inuyasha me ha dicho que él está bien, Sesshomaru me ha explicado que los lobos sanan rápido de sus heridas, siempre que no sean mortales, estas semanas no he dejado a Naraku solo, hay algo que se encoje en mi interior cuando veo sus ojos, no puedo evitar sentirme conectado con él, no entiendo la razón, pero algo me dice que él y yo, suspiro subiendo las escaleras, no quiero pensar en la palabra gustar, porque le he asegurado a Sesshomaru que no sentiría nada, pero, si es verdad, si yo le pertenezco, si soy su pareja destinada, me quedo quieta frente a su puerta, no, imposible sonrió ingreso a su habitación.
-bue…-me quedo callada al mirarle con una bolsa negra en mano y tirando sus botellas alcohólicas dentro.
- buenos días Rin-su voz suena diferente.
Lleva un pantalón de mezclilla únicamente, puedo observar su perfecto cuerpo, vaya que esta, trago saliva y avergonzada elevo la mirada, él me mira con una sonrisa, esa burlona que me exaspera, es Naraku sin duda, ha vuelto, me cruzo de brazos.
-debemos hablar-me dice dejando la bolsa y caminando a mí.
-no hay nada de qué hablar-retrocedo-debo irme, veo que estas mejor-me doy la vuelta pero sujeta mi brazo.
-Rin-me hace girar para mirarle-sabes que yo soy…
-un lobo-termino mirándolo.
-hermoso, por cierto-comenta soltándome.
-cierto, me agradabas más cuando no podías hablar-menciono, me quedo sin habla cuando sus ojos parasen afectados con mis palabras.
-no es necesario que lo digas-responde dándome la espalda-se bien que para ti un simple perro es mejor que yo, no valgo nada como humano ¿no? -apenas escucho sus palabras-quiero estar solo.
Hay algo, lo siento, Naraku sufre, quiero saber porque, calmar su dolor, pasar mi mano en su lomo para tranquilizarlo como he estado haciendo en estos días, pero ya no es un tierno husky siberiano, ahora es un hombre, me tiemblan las piernas mientras voy hacia él, mi corazón se acelera y mis brazos lo rodean, su cuerpo se tensa ante mi contacto, pero pronto se relaja, apoyo la cara en su espalda, le siento cálido, una sensación se apodera de mi cuerpo, duele, duele mucho, y no entiendo porque una lagrima resbala por mi mejilla.
-Duele, esto que siento me atraviesa el corazón, saber que ellos tienen ese momento íntimo, que ella está con él, brindándole cariño, duele, a pleno día voy corriendo por el jardín y de un salto me transformo en lobo para correr y perderme, no quiero aceptar que cada día su conexión se hace fuerte, sé que ella siente algo por él, al fin se da cuenta, debería estar feliz, pero en cambio duele, y aulló en pleno día-Sesshomaru.
Escucho el aulló y me separo de Naraku, él se gira, siento un gran vacío en mi interior, como si me quitaran algo muy importante, tiemblo ante mis sentimientos locos, él pasa con delicadeza su mano por mi rostro secando las lágrimas que aun caen, me regala una triste sonrisa y sorpresivamente me aprieta a su cuerpo, me dejo abrazar y en un susurro dice con voz extraña.
-ve por él, te necesita-me suelta y se gira para ir a la ventana.
Corro por el jardín, tropiezo, pero no logro caer, puedo sentirlo, él me llama, es Sesshomaru, está sufriendo, temo que le hayan atacado, me pierdo en el bosque, voy avanzando como si algo me señalara el camino, me sorprende que el vínculo de guardián sea tan fuerte, estoy cansada pero no puedo detenerme, su aullido resuena en mi cabeza de nuevo, llego a un claro donde le veo, es de día y me sorprende ver pasto verde a su alrededor, en estos lugares todo es nieve y blancura, pero ahí donde él esta con las orejas caídas y mirando a la nada está  verde, incluso hay pequeñas flores, camino lentamente mis pasos son captados y me mira, sus ojos dorados parecen vacíos, y me duele, me duele verle así, lo abrazo fuerte, aferrándome a él, a mi lobo.
-eres mío-susurro.
-es lo que más deseo-sus palabras me emocionan.
-Sesshomaru-pronuncio su nombre mientras le miro-me amas-Cierra los grandes ojos-yo sí.
Me siento a su lado, él se recuesta en el pasto, me apoyo a su cuerpo, puedo escuchar sus latidos de corazón, el silencio es agradable, su calidez más.
-no debo amarte-repite con voz trémula.
-pero lo haces-menciono.
-yo y tu-insiste.
-solo déjame disfrutar de tu compañía-respondo.
-Rin-me gusta como dice mi nombre.
-a mi también me gusta tu voz-escucho mencionar.
-te amo-murmuro.
Pero él no dice nada, nos quedamos ahí, en ese pequeño paraíso, sintiendo calidez, dejando que los sentimientos fluyan, que él acepte, yo lo sé, él…
-te amo-su voz en mi cabeza me hace muy feliz.
Continuara…

Mi querido guardián *FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora