Perdida

725 77 6
                                    


POV SESSHOMARU
Sus palabras taladran todo mi ser, la verdad golpea mi alma, ella es mía, Rin es mi mate, ella ha nacido para mí, y sin embargo, miro a mi hermano, no puedo tenerla, golpeo el pilar cercano, la rabia se apodera de mí, Naraku lo ha dicho, la manada es importante, nuestra gente necesita de un alfa con mate, lanzo un juramento tras otro, no pudo concebir verla con otro, no cuando sé que me pertenece, los lobos somos muy posesivos, y nunca antes he sentido esto, quiero matar a mi hermano por haber tocado sus labios, quiero entrar y sacarla de ahí, la quiero a ella.
-padre quiere esta unión-habla mi hermano.
-no puedes hacerlo maldita sea-gruño-ella no es tu mate.
-te odio sabes-la voz de Naraku me hacen mirarle-detesto esta situación, acaso crees que soy feliz robándote a tu mate, pues no.
-déjala, no sigas con esto-menciono.
-no te das cuenta de nada, nunca vez más allá de ti-acusa.
-pienso en la manada, pero no puedo permitir que me la arrebaten.
-y que piensas hacer al respecto-pregunta Naraku.
No le respondo, camino decidido de nuevo a la fiesta, la música resuena alegre, miro directamente a esa persona, su mirada se clava en la mía, veo como frunce la ceja, deja a la persona con quien habla, y viene hacia mí.
- ¿Qué sucede? -pregunta al pararse frente a mí.
-tenemos que hablar-menciono caminando por el salón-ahora.
Me sigue hasta el estudio que está en la parte trasera de la mansión, sus manos se cruzan al cerrar la puerta, me mira serio, me giro para encararlo.
-Rin es mi mate-digo sin rodeos-y quiero reclamarla.
-así que es eso-dice dejándose caer en un sillón- esa chiquilla es toda una hembra.
-no hables así-contesto.
-eso es lo que me gusta de ti-dice con una sonrisa-nunca agachas la cabeza, siempre eres directo, el mejor guerrero, ojalá tu hermano fuera como tú, ojalá solo tu fueras mi hijo.
-cómo puedes decir eso-menciono con un mal sabor de boca.
-Naraku nunca será como tú y eso me revienta.
La voz despectiva de mi padre, me irrita, nunca antes me había parado a analizar la forma en la que se refería a Naraku, pero desde pequeños siempre fue exigente con él, las comparaciones estaban a la orden del día, yo solo hacia lo que me pidieran, se me daba con facilidad y nunca me pare a pensar que para mi hermano era una molestia, debí suponerlo cuando veía como se esforzaba por aprender todo lo que nos enseñaban, debí darme cuenta que todo esto lo hace para obtener el reconocimiento de nuestro padre, pero no así, no quitándome a Rin.
-no crees que sea un gran líder-pregunto.
-el mejor líder que podría dejarle a esta manada eres tu-exclamo mi padre.
-acaso dudas de tu sangre.
-no sabes la vergüenza que me da decir que es mi hijo, no tiene habilidad para ser líder, no es como tú.
-nunca le has dado la oportunidad.
-Naraku necesita de Rin para lidiar a la manada, esa chiquilla hará la diferencia en su momento-responde con una sonrisa.
-de que hablas-puedo percibir que hay algo más.
-esa chiquilla será de Naraku, no hay más de que hablar-responde poniéndose en pie.
-no puedo simplemente mirar como mi hermano toma a mi mate-respondo.
-no te preocupes, entonces no lo harás-contesta.
Su movimiento es tan rápido, que apenas me doy cuenta cuando el golpe ha dado justo en el estómago, el aire escapa de mis pulmones, caigo de rodillas y mi mirada se cruza a la de mi padre, puedo observar sus labios moverse un ¨LO SIENTO¨ y pierdo el conocimiento.
POV RIN
Miro mi reflejo en el cristal de la ventana, la fiesta ha terminado, los invitados se han ido, mis dedos tocan mi labio, aun no puedo creer que Naraku me besara, mi mano tiene la argolla de compromiso que me ha brindado, según tengo entendido gracias a una plática con Kikyo es una vieja costumbre que los alfas del clan Taisho le den aquel anillo con una perla rosada a sus prometidas, esto solo provoca cierta ansiedad, ya que por más que he intentado hacerme a la idea de una vida con Naraku no puedo aceptarla, no hubo nada cuando unió sus labios a los míos, sin embargo con mi pequeño roce en los labios de Sesshomaru, pude sentir mi piel arder y mi corazón enloquecer, suspiro cansada.
-si gustas puedes retirarte a descansar-me giro y veo los ojos rojizos apagados.
- ¿y tú? -pregunto.
-necesito beber-responde sin dejar de mirarme.
- ¿Por qué bebes tanto? -cuestiono.
-para olvidar la miarda de vida que llevo-contesta con una sonrisa triste-serás mi esposa, ya no veo la necesidad de mentir, esto soy un hombre lobo miserable.
Mi mano se estrella en su mejilla, y veo la sorpresa en sus ojos.
-no vuelvas a hablar así, no te permitiré ofenderte, no cuando estoy dispuesta a casarme contigo.
-Rin, te casas por obligación no hay más-menciona con una mueca-no te lo reprocho de acuerdo, sé bien que amas a mi hermano, todos lo aman.
-yo…
-no digas nada, no es necesario, te repito no te reprocho nada, si en mis manos estuvieran les dejaría en paz.
Estoy por decir algo, cuando siento mi cuerpo débil, me sujeto de Naraku para no caer, una violencia surge de la nada, es como si tuviera una lucha interna, como si mi mente quisiera alertarme de algo, pero simplemente no entiendo las señales, respiro con dificultad y cierros los ojos.
-te amo Rin-su voz provoca un nudo en mi garganta, es Sesshomaru, él me llama.
-Rin-Naraku me tiene en sus brazos preocupado-pasa algo.
- ¿Dónde está Sesshomaru? -cuestiono.
-lo vi ir con mi padre-responde sin entender.
Me levanto aun tambaleante y me dirijo hacia ahí, veo a lo lejos como unos hombres se llevan el cuerpo de Sesshomaru, corro hacia ellos angustiada y temerosa por su bienestar, pero soy detenida por dos hombres que se interponen en mi camino.
-nadie puede hablar con él, el alfa lo ha ordenado-dice uno mirándome.
-de que hablan, ¿Qué le sucedió? -pregunto con desesperación.
- será juzgado como traidor-escucho la voz casi llorosa de Kikyo-el mensaje ha sido enviada a toda la manada.
-de que hablas Kikyo-interrogo sintiendo un vacío en mi corazón.
-es tu culpa no te das cuenta-habla con dureza-él creyó estar atraído por ti, y ahora es un traidor.
-mi padre nunca permitiría que a Sesshomaru le pase algo-Naraku me pone la mano en mi hombro-debe haber una explicación.
-es sencillo no lo ves-grita molesta Kikyo-confeso que le atraía el mate de su hermano, el futuro alfa y este es su castigo.
- ¿castigo? -tiemblo ante sus palabras.
-le quitaran su voz-susurra-ya nunca más escuchare su hermosa voz.
Y todo desaparece a mi alrededor…
-Sesshomaru-le llamo.
-al menos disfrutare diciendo tu nombre una vez más…-escucho en mi mente.
y caigo de rodillas cuando a lo lejos escucho su hermosa voz.
-RIN TE AMO-y entonces se apaga mientras en mi garganta siento un ardor desgarrador, hasta que simplemente ya no puedo más y me desmayo en las manos de Naraku.
Continuara…

Mi querido guardián *FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora