POV RIN
La primera vez que te escuche algo se movió dentro de mí, nuestros caminos estuvieron unidos desde que llegue a este mundo, y la primera vez que te vi, te grabaste en mí memoria, un lobo blanco protegiéndome en mi camino, me hiciste tan feliz cuando tu voz llego a mí en mi cumpleaños, me sentía sola, sin un lugar al que pertenecer y entonces llegaste tú, volviendo mi mundo un mejor lugar, dando calidez, luz y alegría a mi corazón, al final no soy una simple humana, soy algo mejor, una mujer loba, tu mate, tu esposa y la madre de tu hijo.
Amo sentir el viento en mi pelaje, que mis patas se hundan en cada paso en la nieve, que mi corazón lata cuando los encuentro, aulló a la luna agradecida por todo lo que me brindo, soy tan feliz, que no puedo evitar sonreír de forma lobuna, me miras avanzar hacia ti, tus brazos acunan al ser más especial para nosotros, mi cuerpo cambia de forma cuando llego a tu lado, tu mirada vaga por mi cuerpo y me siento enrojecer, muerdo mi labio mientras tomo la bolsa que tienes a tus pies y me pongo la ropa.
-deja de mirarme así, esta Aru aquí-replico y escucho tu risa sensual.
-no es mi culpa que tengas unos senos apetecibles.
-es debido a la lactancia tonto-digo rodando los ojos.
-es injusto que solo Aru disfrute de ellos-dice con la vista clavada en mis senos.
-mentiroso-murmuro y el vuelve a reír, cada noche somos uno, así que Aru no es el único que los prueba.
-que tal el paseo-pregunta.
-delicioso-digo besando a mi pequeño.
-la próxima vez iré contigo.
-sabes que odio dejar a Aru con Naraku, es demasiado consentidor, lo va a malcriar.
-que esperabas, es su tío y está loco por él.
-pero exagera-replico-ya debería pensar en tener uno propio.
-tal vez pronto nos den la sorpresa.
-entonces serás tú el tío consentidor-digo besando su mejilla.
Dos años han transcurrido desde que supe que estaba embarazada, las cosas han cambiado mucho, nunca vi tan felices a los Taisho, mucho menos tuvieron tantas visitas de amigos, o eso dice Kaede quien es feliz cada domingo al mes cuando nos reunimos en un almuerzo con Koga y Kagome, por supuesto y su clan, solemos hacer un gran banquete, una vez aquí y otra en su mansión, es grato ver cómo han aparecido más mates, desde el firmado de paz entre todos, se han sentido seguras y han buscado a su pareja destinada, aunque puedo ver a Kagome y Koga compenetrados, ambos temen aun, pues no ha surgido ese lazo del destino, ese momento tan mágico cuando le ves y sabes que es tuyo y tú de él.
-pero pensé que Naraku y yo…
-en realidad aquel día, el lazo de nuestro destino se unió-me comento Sesshomaru-pero como era un perro ni te fijaste en mí, sino en Naraku.
-es que se veía muy guay-dije para provocarlo.
-oye soy tu esposo, no hables así de mi hermano.
-tonto sabes que te amo y para mí eres el único-menciono besándolo con cuidado para no aplastar a Aru.
-por favor, pásenme a ese campeón-Naraku sale con una charola de frutas cortadas-no sean empalagosos frente a él.
-está durmiendo-digo mirándolo.
-y que-replica abrazando al pequeño-Kikyo lo llevamos a acostar-dice a su esposa-ahora sí pueden darse amor.
-idiota-le grito y solo escucho su risa, mientras unos brazos me rodean.
Naraku y Kikyo dejan al pequeño en su cuna, la mujer observa la delicadeza con la que su esposo acaricia al pequeño, sonríe disfrutando de esa imagen, cuando él se voltea se nota avergonzado por su comportamiento, pero ella le besa.
-amo verte en rol de padre-le susurra.
-tranquila no te quiero presionar-murmura.
-presionarme-ríe Kikyo-no te creas Naraku Taisho, si estoy contigo es porque somos el uno para el otro y, además-le sonríe de forma angelical.
-sucede algo-pregunta.
-estoy embarazada y nuestro cachorro pronto estará aquí-dice emocionada.
Koga y Kagome ingresaron al patio justo en el momento que el grito de Naraku se escuchaba en toda la casa, Rin rodo los ojos y Sesshomaru hizo una mueca, Aru despertaría sin duda, se saludaron como siempre y ocuparon unas sillas.
-te ves pálida-menciono Rin a Kagome.
-ella apareció-susurro.
- ¿ella?
-la mate de Koga-bajo la mirada.
-dios Kagome-la abrazo con fuerza.
-es hija del alfa del clan Red, Ayame, llego con su padre para ver unos negocios y entonces sucedió-paso la mano en su cara evitando llorar.
-tu pareja destinada debe estar por ahí, y cuando le encuentres.
-y si no soy apta para ser una mate.
-no seas boba, eres una gran mujer-le apretó la mano-estúpido Naraku despertó a Aru-murmuro Rin-disculpa voy por él.
Las copas chocaron brindando por la nueva noticia, el hijo del alfa, Sesshomaru felicito a su hermano en lengua de señas, en los últimos años había aprendido al igual que el resto del clan, las cosas cambian, mejoran y las sorpresas surgen donde menos se espera.
-perdón por llegar tarde-Inuyasha sonrió a su alfa-vaya así que ya lo sabes.
-entonces tú-dijo Naraku mirándolo.
-soy el médico-sonrió mirando a lo largo de la mesa y entonces su mirada se posó en ella, un golpe, una atracción, la sensación de estar vivos al fin surgió en su interior, no solo él lo supo sino ella, después de todo también podría tener un final feliz.
Y esa noche en una cueva lejana, donde la luna se veía enorme, donde dos cuerpos jadeaban al unirse, donde el grito de éxtasis de ella hacía eco, se demostraron una vez amor, él había sido enviado para protegerla, pero n contaba con la atracción que sentiría, evito por honor no sentir nada, pero al final no pudo más que amarla, solo debería ser su guardián, mantenerla a salvo, con vida y segura hasta que se uniera con su pareja, pero nunca imagino que fuera él quien estaba destinado a ser su otra mitad.
-te protegeré a ti y a nuestro hijo, te juro que cada día seré mejor para ustedes, te amo Rin-la abrazo por la espalda.
-y yo a ti, mi querido guardián.
FinMuchísimas gracias por seguir esta historia, me ha alegrado leer sus comentarios, saber que les ha agradado, es un placer escribir para ustedes.
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Mi querido guardián *Finalizada
FanfictionUn amor prohibido, una mujer nacida para uno de los hermanos y un protector enamorado sin derecho al amor.