Cap. 11: Te quiero.

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15-07-19.

20:47

Marta y María han decidido invitarnos a una "cita doble" con ellas y yo estoy que no puedo más ya.

Marta, María y yo compartimos piso. Me dijiste que pasarías un poco antes para enseñarme algo y yo no sabía qué ponerme. Marta me miraba sentada en el borde de mi cama y yo no paraba de cambiarme de ropa. Ahora vestido negro de encaje, demasiado formal. Ahora vaqueros y camisa, demasiado informal. Ahora vaqueros ajustados de rayas y camiseta con estampado de cuadros, demasiado cargado. Ahora camiseta negra y pantalon blanco, demasiado normal. Ahora pelo recogido en coleta, no, me queda horrible y encima no me he rapado. Ahora pelo suelto, me parezco a Toad.
A Marta ya la tenía mareada y acabó decidiendo ella y me dijo que no me quejara. Me dio una camiseta negra ajustada corta y unos vaqueros beige con un cinturon negro. Y mis vans blancas. Iba a quejarme de que a lo mejor no te gustaba, de que tal vez era demasiado normal. Que íbamos a cenar. Pero no me dejó porque me dijo que la cena no era ningún sitio importante, que era un Vips. Y que tú te rendirías a mis pies.
No hice caso a Marta obviamente y acabé poniéndome una falda ajustada blanca y un body gris junto a una chaqueta vaquera. Lo siento Marta, esque estoy de los nervios.

Me estaba atando las botas militares cuando llamaste al portal. Oí a Marta abrirte y soltar un gritito de emoción. Y escuché a María decir un 'Es que son tan pero tan monas juntas, ay Martita'. Me reí al escucharlas.
Oí cómo llamabas a la puerta y cómo Marta y María te agobiaban y te intentaban decir que me cuidases, que si te gustaba de verdad o si era un lío y muchas más cosas que son más de hermanas que de amigas. Decidí salvarte de la situación y aparecí por la puerta. Estabas en el salón sentada en el sofá y Marta te estaba explicando algo. Os quedasteis calladas las tres al verme y a ti se te abrió la boca levemente. Sonreí al ver cómo me repasabas y yo te hice un gesto para que vinieses.

-Dios, Alba. Menos mal que no me has hecho caso-
Marta como siempre tan oportuna. María tiró de ella hacia la cocina y nos dejaron solas. Sonreí leve y te miré levantarte.

-Te prometo que son buenas chicas- Tus vaqueros rotos negros ajustados. Tus calcetines blancos sobresaliendo de tus botas. Tu camisa ochentera y tus cadenas colgando de tus caderas. Tu chupa de cuero negra con brillos y tu pelo recogido en una coleta baja. Tu flequillo revoltoso y tu carita rojiza por verme a mí. Me muero.

Te miré cuando te acercabas y yo me apoyé en tu pecho nada más tenerte cerca. Me mirabas a los ojos y yo sonreía.

-¿Te gusta?

-Me encantas.

Y me acercas un poco de la cintura para después darme un beso en los labios corto pero intenso. Te sonrío y tú me robas un casto beso que me hace reír. Te acaricio la carita y tú me sonríes. Eres un bebé pequeñísimo.
Te agarras a mi mano y yo tiro de ti para irnos. Miro un poco a la cocina y veo a Marta y María pegándose el beso de su vida. Sonrío para mis adentros y tiro de ti.

-!Nos vamosss, pasaroslo bien hasta la cena guapas!- Y cierro la puerta con llave para después bajar por las escaleras sin soltarte. Me paras a mitad de camino de nuestra bajada y me apoyas en la pared.

-Estás preciosa. Eres preciosa.

Y me sonríes y me besas. Me capturas el labio inferior tan lento que noto que me mareo. Tus manos tienen ansiedad y noto cómo no sabes qué agarrar. La desesperación te come y sólo eres capaz de mover las manos por toda la cintura y la espalda. Subes las manos a mi cuello para que no me separe. Tranquila, no lo voy a hacer. Acercas la cintura y me quedo totalmente pegada entre tú y la pared. Me inclino a un lado y tus manos bajan a mi cintura y me aprietas con ansiedad. Sonrío un poco y te separo un poco para calmarte.

-Tranquila, que no me voy a ninguna parte preciosa- Susurro. Y me sonríes con un tono carmín en las mejillas. Me acerco a tu boca un poquito y te dejo volver a besarme. Ahora estás mas tranquila. Aunque sigues teniendo ansiedad. No te digo nada pero sé que quieres tocarme más de lo que la física nos permite. Te entiendo, yo estoy igual contigo amor.

-Vamos, anda. Que si no no nos va a dar tiempo a ir donde me quieres llevar- Y tú me contestas con un ruidito de negación y una carita que, ay Nat. Para de ser tan puto bonita porque un día me da algo.

-Jo- Y suspiras. Te sonrío y te doy un último besito lento en tus labios que ya están algo rojizos de no poder separarte de mí.

15-07-19.

20:55

Me has llevado a un parque. Te sigo sonriente de la mano pero en realidad no tengo ni puta idea de dónde estamos. Tu mano abraza a la mía y me doy cuenta de que encajan perfectamente. Tus dedos me agarran suave y tienes la mano calentita.
Estás justo delante mía tirando un poco de mí pero yo no puedo andar bien con las botas. Esto de andar por las rocas me está matando un poco. Pero todo por verte feliz.
Me miras y sacas esa sonrisa con sorna que pones cuando algo te divierte. Y yo te miro y suspiro.

-No te rías. Me cuesta mucho andar por las piedras- Y te ríes. Qué idiota.

-Naat que no te ríass joee- Y te sigues riendo porque mi voz de bebé cabreado te hace aún más gracia.

-Qué idiota eres- Y te acercas un poco a mí. Me miras a los ojos sonriendo enseñándome tus dientes. Imbécil. Te miro suspirando y hago un puchero.

-Ains un bebé. Ven anda, que te llevo- Y te agachas para agarrarme de las piernas y llevarme como si fuera una princesa. Me agarro a tu cuello con fuerza y tú sonríes y empiezas a correr.

-¡Nat que nos caemos imbécil!- Y sigues. Me miras riéndote y me bajas en el césped. Yo me suelto de tu cuello en el que te he dejado un poco de marca de las uñas. Sonríes y sigues andando hacia delante sin soltar mi mano. Está un poco inclinado y no vemos lo que tenemos delante. Y parece que es donde me querías llevar.
Me miras sonriendo divertida y te paras. Como iba tan distraída mirándote no recordaba que teníamos el mar delante nuestra. Me miras y sonríes. Y yo miro allí por primera vez. Me sigues mirando pero yo estoy embobada con las olas rompiendo en las rocas donde nosotras estábamos. Estábamos en el puerto. Te miro por primera vez y tú sonríes divertida.

-¿Qué? ¿Te gusta, Albi?

-Es precioso. Nunca había visto desde aquí la playa Nat. Me encanta. Gracias- Y te doy un besito. Te abrazo y tú sonríes tierna. No puedo contigo Nat. Te conozco de hace nada pero parece que eres de toda la vida.

-Este será nuestro segundo rinconcito, Albi. Cuando quieras verme me dices que estás en Las estrellas y yo vendré aquí.

-¿Y por qué Las estrellas?

-Mira hacia el cielo.

Miro y están todas de las que hablamos. Tú me señalas una- Esa es Saturno- Y sonríes leve.

-Nat.

-Dime, amor.

-Te quiero.

-Y yo a ti- Y te giras hacia mí. Nuestros primeros 'Te quieros'. Por fin.

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Holi :)
ESTOY SUPER SUPER SOFT POR FAVOR.

Bueno, he decidido contaros un poquito más de su historia y creo que estos días os enseñaré un poco más de ella por varias razoness.

Qué queréis saber sobre ellas, por qué se separaron o algo sobre el verano (ya tenéis el primer beso y el primer 'Te quiero') Decidme lo que queréis saber y os lo escriboo.

Os quierooo ❤❤

Fx~~

𝑇𝑖𝑚𝑜𝑟 - Albalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora