21-06-20.
Suena el timbre. La sesión ha acabado. Ella me da unos pañuelos y yo me limpio la poca tormenta que me queda de esta hora tan intensa. Me dirijo a la puerta pero su voz me para.
-Alba. Haz lo que te he pedido. Te va a ayudar.
-No sé si estoy preparada.
-Lo estás. Inténtalo pero no te fuerces. Cada uno necesita su tiempo.
Asiento y salgo de la consulta. Te llamo y tú me lo coges casi al instante.
-Hola amor.
-Hola Nat.
-¿Has salido ya? Voy para allá. No te muevas de la puerta.
-Vale. Te espero aquí.
-Te quiero muchísimo. Eres la persona más fuerte del mundo.
-Yo también. Hasta ahora.
Cuelgo y salgo a la puerta con tranquilidad. Me apoyo en la pared y cierro los ojos. Me relajo porque me duele absolutamente todo el cuerpo de llorar. Pienso en todo lo que tengo dentro. En todo lo que he sacado ya. Y me siento fuerte. Me siento grande. Me ha dicho la psicóloga que tengo estrés post traumático y que es muy habitual cuando pasas por alguna situación tan fuerte como la mía. Que de ahí salen mis cambios de humor, mis ataques y mis mareos repentinos. Me ha dicho también que estoy avanzando muy rápido y que soy muy valiente afrontando todo esto.
Noto unas manos abrazar mi cintura. Abro los ojos y ahí estás. Tan guapa como siempre. Me besas la nariz y yo la arrugo. Te ríes y me abrazo a tu cuello respirándote. Me aprietas y yo me pongo de puntillas. Te noto sonreír y yo sonrío también.-Hola amor. ¿Qué tal hoy?
-Bien. Me ha dicho que tengo que intentar ir a verlas cuanto antes pero sin presiones.
-¿Quieres que lo intentemos esta tarde?
-Hm... Vale.
-Si no te ves capaz no, Albi. Yo quiero que tú estés bien.
-Si si, tengo que ir.
-Si no estás preparada nos vamos, ¿vale? No estés forzándote.
-Vale mamá. Anda vamos a casa.
Te agarro la mano y tiro de ti hasta casa. Llegamos y te beso. Te tengo muchas ganas. Desde que él me tocó no hemos hecho nada. Y ya tengo ganas. Te agarro la cara con fuerza para que no te separes y ando contigo delante hasta el sofá. Te tiro en él y tú acabas sentada. Me subo a tus piernas sentada y te como los morros con los dientes. Sueltas un quejido. Me pones tantísimo. Tengo muchas ganas de volver a hacerlo contigo.
Tomas el control y ahora eres tú quien me besas con ganas. Me abrazas la cintura y me acercas a ti. Mi cuerpo encaja perfectamente con el tuyo y esque no puedo más. Me dejas tus besos en el cuello y yo subo la cabeza cerrando los ojos e intentando no pensar en eso. Me aflojas las caderas y paras de besarme. Miras hacia mí y yo te miro extrañada.-¿Estás segura de esto, Alba?- Tu tono es preocupado y me haces sonreír. Asiento con la cabeza y te acaricio la carita que tienes. Te aparto el pelo de la cara y tú no paras de mirarme en silencio. Tus ojitos brillan y la luz que entra por la ventana te resalta las facciones. Estás más guapa que nunca.
Me miras extrañada y yo me doy cuenta de que se me saltan las lágrimas. No es malo Nat. Es porque te veo. Eres preciosa. No puedo evitar pensar que eres el amor de mi vida y me emociona pensar que me quieres tanto como lo haces. Me siento la persona más afortunada del mundo. Te sonrío porque es de alegría por lo que lloro y tú me abrazas. Te acaricio el pelo y sollozo. Tú te separas y me limpias las lágrimas.-¿Bien?
-Sí. Genial.
-¿Sí?
-Sí. Te quiero muchísimo.
-Y yo a ti.
-Dame un beso- Me miras sonriendo divertida y me besas. Un beso corto. Algo tontorrón que me deja con ganas de más. A ti y a mi.
-Dame otro- Y me das otro más lento. Más sensual. Toqueteas mis caderas y me haces gracia. Me haces reírme y me besas la sonrisa tonta que tengo.
-Otro- Y me lo das.
-Otro- Y me lo das.
-Otro- Y me besas los labios. Despacio. Me capturas el labio inferior y mueves la boca lento hacia arriba. Yo te sigo y tú me pides paso repasando mis labios con tu lengua. Me sabes a tabaco y menta y, Dios, me muero. Esque te quiero tantísimo...
Metes las manos en mi camiseta y me besas las clavículas. Me toqueteas el abdomen y yo suspiro con los ojos cerrados. Ay, qué ganas tenía de que me toqueteases como lo haces. Te miro a los ojos y me quito la camiseta despacio. Me tomo mi tiempo para que me mires bien. Porque siempre te ha gustado que haga jueguecitos sensuales.
No quitas la vista de mi cuerpo y cuando me quedo en sujetador me admiras. Haces un gesto con las manos para tocarme pero te quito las manos. Quiero desesperarte. Me miras confusa y yo sonrío con sorna. Me intentas volver a tocar pero no te dejo de nuevo. Te beso con fuerza y te muerdo. Te echo hacia atrás y tú me intentas tocar por la cintura. Te quito las manos y te hago apoyarlas en los lados de tu cuerpo.-No puedes tocarme.
-Se me va a hacer imposible.
-No vas a hacerlo. Si lo haces pararé lo que haga. Y tú no quieres eso.
-No.
Te vuelvo a besar el cuello y tú haces el gesto de subir las manos a mis caderas pero no lo haces. Bajo mis manos por todo tu cuerpo. Tus clavículas. Tu pecho. No me paro porque quiero llegar a mi destino cuanto antes. Tu abdomen. Te muerdo el cuello y te presiono tu centro por encima de la ropa. Echas la cabeza hacia atrás y no puedes aguantar. Yo presiono lento. Subo y bajo y tú no aguantas más. Vuelvo a chupetearte el cuello y tú quieres tocarme. No lo hagas porque decía en serio que paraba. Toco con más ganas. Más rápido. No demasiado porque me encanta desesperarte. Me buscas la boca y me besas con ansiedad. Acerco mis caderas a ti y te sigo tocando. Gimes y cierras los ojos. Aprietas las manos y yo sonrío por lo que te provoco. Meto la mano dentro de tus pantalones y tú miras hacia los lados. Te agarro la cara y te hago mirarme a los ojos.
-Mírame mientras te corres- Me miras con los ojos muy abiertos porque parece que no te lo esperas. Porque siempre he sido yo quien se ha dejado. Y ahora vas a flipar con lo que sé hacerte.
Asientes y yo te acaricio el clítoris lento con el pulgar. Tú gimes y yo saco la mano. Me la llevo a la boca y me chupo los dedos sin dejar de mirarte a los ojos directamente. Tú no me quitas la mirada de encima. Ves perfectamente cómo meto los dos dedos en mi boca lento. Los muevo con la lengua y los mojo. Abro la boca y la cierro constantemente y eso te hace removerte de lo cachonda que te pongo. Sonrío sensual y sigo. Me encanta desesperarte. Es mi hobby favorito.
Me vuelvo a meter en tus pantalones y meto uno de mis dedos en ti. Aprietas las manos en el sofá y yo no te quito la mirada de encima. A veces se te cierran los ojos solos y a mi me encanta verte así de pasiva. Te llevo a las estrellas y no paramos de subir. Estamos tú y yo. Y tú casi no estás. Estás en otro mundo del placer que te provoco. Me muevo con rapidez porque estás mojadísima y meto el segundo dedo en ti. Te apoyas en mi hombro sin ya no poder más y te deshaces. Te hago mirarme a los ojos. Los tienes cerrados. Tu boca ha soltado el gemido más placentero que he escuchado nunca y tu cuerpo tiembla bajo mi mano. Abres los ojos tras un rato y te veo totalmente dilatada. Me besas con ganas y te sonrío victoriosa.-Te amo.
-Yo más.
-Mentirosa.
-Eres brutal.
![](https://img.wattpad.com/cover/187771792-288-k923060.jpg)
ESTÁS LEYENDO
𝑇𝑖𝑚𝑜𝑟 - Albalia.
Teen FictionNo sé qué pasa aquí. No entiendo nada. Me han traído a tu mansión. Y tú eres la que maneja el cotarro aquí. Estamos en el siglo XXI y nos tienen de nuevo como criadas. Como antes. Cuando trataban a la mujer como vientre de alquiler. O las maltrataba...