Capítulo 4-

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Cuando  llego a mi casa, me ducho, me pongo el pijama y me meto a la cama, estoy tan cansada que me duermo profundamente.

A la mañana siguiente, después de quedarme dormida (soy un desastre) salgo corriendo de mi casa y llego justo a tiempo donde quedaba con mis amigas para ir a clase.

-Bueno, querida Katherine Cooper, ¿que tal te lo pasaste con Carl? -me pregunta Gina.

-Pues muy bien, pero fue distinto, me imaginé que estaba con otro... -digo lo último avergonzada.

-Con Nathan -obvia Clary.

-Si... Pero es que chicas ayer después del trabajo me encontré por la calle a Nathan que venía de correr, sin camiseta y todo sudado, y es que no he visto ningún chico con ese espectacular físico y eso que Carl esta genial, pero Nathan le da mil vueltas...

-Kate, si me permites darte un consejo, te diré que dejes de ver a Carl, y te centres en Nathan aunque la cosa no salga bien, porque no lo tienes superado, y estas enamorada hasta las trancas de él... -me aconseja Clary

Gina asiente, indicando que opina igual que Clary.

-Chicas, la verdad es que no lo sé, quizás tenéis razón, pero si estoy enamorada es del Nathan de hace 4 años, y la gente cambia... además no me quiero arriesgar y que vuelva a verme como su hermana.

-Kate, cualquier tío con ojos en la cara, no puede verte como hermana, a no ser que seáis hermanos de verdad, ¿te has visto las tetas que tienes? ¿Y el buen cuerpo que tienes? Y tu culazo? Eres lo que a los tíos les gusta. -me "describe" Gina.

-Soy más que un cuerpo bonito -le contesto añadiendo una mirada asesina.

Dejamos de hablar del tema, porque llegamos a clase y cambiamos la conversación.

Las clases pasan muy aburridas, y como últimamente me voy corriendo a casa, como y me voy a casa de Nina.

-Hola princesita -le saludo.

-Hola princesa -me saluda.

-¿Que quieres hacer? -le pregunto.

-Pues hoy me gustaría ir al parque.

-Pues después de hacer los deberes y merendar, te llevo, vale?

-Vale!

Así que le pongo a hacer deberes y yo hago también ejercicios que me han mandado para clase. Después merendamos, y la llevo al parque.

Ella se va a los columpios y yo me siento en un banco vigilandola y me viene a la mente aquello que mis amigas me han dicho esta mañana, ¿seguía enamorada de Nathan? No podía ser, no, yo a el ya lo tenía olvidado... ¿pero y porque no paro de pensar en el? Tenía un lío mental increíble, pienso que ahora resolvería antes un problema matemático de un estudiante de una ingeniería, que mi lío mental.

-Ei, Kate, podemos volver a casa? Es que en 10 minutos empieza Hora de aventuras y ya sabes que me gustan mucho esos dibujitos. -me pregunta Nina.

-Vale cariño, vamos.

Nos vamos para casa y por el camino, vamos cantando la pegadiza canción de Hora de Aventuras, la gente nos mira raras, pero no me importa demasiado.

Le pongo la serie a la niña, y me siento con ella en el sofá y la vemos juntas, cuando termina le mando a ducharse (bajo mi supervisión) y le pongo el pijama, de forma que sólo le quedaba cenar y estaba lista para irse a dormir. Enseguida llegan sus padres, y yo me voy para casa. Pero una piedra que no veo, se pone en mi camino haciendo que tropezara de boca y acabará con la cara ensangrentada.

-Ei, ¿estas bien? -me pregunta una voz masculina, pero que no reconozco ya que estoye bastante ida por el golpe.

-Pues la verdad es que no... -digo  alzando la vista y le veo, es Nathan, y me hace gracia que estuvieramos en la misma situación que cuando nos conocimos, y me pongo a reír.

-¿De que ríes? -pregunta extrañado.

Seguro que piensa que estoy loca.

-No, nada... que estoy ida por el golpe. -digo riendo y se me queda mirando.

-Un momento, ya se quien eres!

-Pues claro, soy la canguro de tu hermana.

-No, no, yo te conocía de antes, ¿no te acuerdas del verano de 2010? En Los Ángeles...

-Pues claro que me acuerdo...

-Cuando nos conocimos tenías estas pintas -se ria.

-Venga, en lugar de tantas risas, ayúdame, acompañame hasta casa que aún estoy un poco mareada.

-Vale -me levanta y me acompaña hasta la puerta de mi casa y espera hasta que mi madre abra la puerta , dejándome en manos de ella.

-Gracias Nathan -me despido.

-De nada, nos vemos -se despide.

Entro a casa y mi madre se sorprende al verme con esas pintas y acompañada de Nathan.

-Hija, ¿que te ha pasado? -pregunta preocupada.

-Ya, me conoces, soy muy torpe, me he caído... -le explico.

-Venga, ven que voy a curarte.

-Gracias mamá.

Una vez que ya tenía la cara arreglada mi madre me pregunta por Nathan.

-¿Hija y ese chico tan guapo?

-Mamá, el hermano de la niña que cuido, que me ha encontrado por la calle y me ha ayudado.

-Pues haríais buena pareja...

-No mamá, déjalo...

-Vale, bueno, voy haber si termino la cena.

-Vale mamá.

Subo a mi habitación, me ducho y me pongo ropa cómoda, me tumbo en la cama y sonrio al pensar que Nathan se ha acordado de mi y ese verano de 2010.

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Aquí tenéis, otro capítulo, espero que os guste! Que pasará? Nos leemos el viernes, y porfas votarme, comentar y recomendar la novela.

Muchos besos!!

Otra vez él *En edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora