Capítulo treinta y cinco: La última Guardia de Xion.

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Rahasya.

—Max... —la voz de Rahasya fue débil, confusa pero emocionada.

—El mismo. —respondió sonriendo

— ¡Esperen un momento! Hace una semana tuve que lidiar con que mi hermano está vivo y quiere matarlos a todos. No me digas que estás vivo y quieres matarnos a todos por algo que ni siquiera recordamos.

—Pues es más que obvio que estoy vivo Gixie pero tranquilo no vengo con intenciones de matar a nadie.

—Max... joder tú... ¡estás vivo! pero... ¿cómo?

—oh ¿ya ves? ¿Ven lo que se siente? joder este es el mes de las resurrecciones.

—En realidad yo... —Max no sabía cómo explicar lo que venía a continuación, sabía que los chicos estarían muy molestos cuando se lo dijera— yo nunca estuve muerto.

El resto de sus amigos no lo había terminado de entender pero ella sí, Max no había muerto en esa explosión y siempre se mantuvo cerca de todos y claro tenía tanto sentido, Verum apareció tan solo tres meses después de la muerte de Max... y el cambio drástico de los rebeldes en Xion. Todo encajaba a la perfección, incluso eso explicaba por qué Verum trataba de una forma diferente a Rahasya que al resto y eso... eso la llenó de rabia.

— ¿Qué quieres decir con eso?—preguntó Drake apretando los nudillos.

—Significa que nos mintió... ¡a todos!

—No fue así como ocurrió, solo déjenme explic... —antes de que pudiera terminar la oración Rahasya se precipitó hacia él y le lanzó un fuerte gancho el cual Max bloqueó por los pelos— déjame explicarte.

—Si esa explosión no te mató yo lo haré.

Max reaccionó en seguida a las palabras de la chica tomando una postura defensiva y bloqueando los agresivos ataques de su antigua amante, la ira crecía cada vez más dentro de Rahasya y necesitaba drenar cada gota de rabia que se encontraba en su cuerpo. Siguió atacando a Max pero a pesar de la fuerte precisión de cada golpe, el contrario lograba eludir cada golpe contra su persona. Rahasya no pensaba darse por vencida y le dio una patada baja a Max en su tobillo haciendo que el contrario se tambalease para luego conectar un fuerte golpe de puño cerrado en la parte baja de su estómago y completar con un rodillazo en la mandíbula de su oponente provocando que cayese de espaldas al suelo. Hecho esto se acercó a él y se puso a su altura tomándolo del cuello de su túnica.

—¡Eres un grandísimo imbécil Max Sprow! desapareces por años, nos haces creer a todos que estás muerto, me engañas todo este tiempo y luego simplemente te apareces sin una buena excusa aparente.

—Pero Rahasya él nos iba a explicar justo antes de que...

—NADIE PIDIÓ TU OPINIÓN MATHEWS.

Gixie alzó sus manos en señal de rendición, Rahasya estaba ardiendo en rabia, cuando se ponía así lo mejor era no molestarla y desgraciadamente Max la estaba molestando... y mucho.

— ¿TIENES IDEA DE TODA LA MIERDA QUE HICE PENSANDO EN RECUPERARTE SOLO PARA QUE VENGAS AQUÍ Y ME DIGAS QUE NUNCA ESTUVISTE MUERTO?

—Cariño si tan solo me dejar...

—NO ME DIGAS CARIÑO MALDITA SEA —la chica lo soltó violentamente haciendo que su cabeza pegara al suelo.

— ¡Auch! oye ¿podrías relajarte?

— ¿Relajarme? —Soltó una risa amarga— claro no es como si el amor de mi vida hubiese fingido su muerte por años dejándome sola y encima engañándome todo este tiempo.

Guerreros de Xión: La llave de SalomónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora