María Asunción de Dulce Nombre Salas Oliver es una madre adolescente. No es porque no usó protección durante tener sexo con su novio, era por violación. Ella va a LIKE, las únicas personas que saben sobre la bebé es su mejor; Claudio. La escuela no...
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Machu
Horas pasaron y me estaba aburriendo.
—Amor, ¿que hora es?— le pregunto a mi novio, haciendo aviones de papel.
—Son las 11, ten paciencia.— me dice Claudio.
—Claudio, soy una persona inquieta, necesito mover, ¿por qué crees que estoy haciendo aviones?— le digo.
—Ah sí, se me olvida.— me dice. Claudio se acerca a mí y me baja del escritorio, cargándome como princesa y me siento sobre sus piernas.— ¿Estarás quieta por mí?— me pregunta, dándome besos.
—Obvio.— le digo y le doy un beso de lengua.— ¿Terminaste mi ensayo?— le pregunté
—Sí, y hasta copié tu letra.— me dice Claudio.
Pasaron las horas y Humberto vino a abrir la puerta del salón.
—Ya se pueden ir, mocosos.— nos dice. Nos paramos y salimos del salón. Nosotros caminamos hacia el pasillo y hablamos.
—Humberto es un exagerado, neta. Y también tengo hambre, ¿podemos ir a la cafetería o vas a comprar sushi para nosotros?— pregunto a Claudio. Claudio estaba por hablar cuando alguien interrumpió.
—¿Puedo hablar con usted, María Asunción?— preguntó alguien detrás de nosotros. Nos dimos la vuelta y vimos que era Fabrizio. Él tiene un corte sobre su ceja derecha, parece que León sí los llamó.
—Ella no tiene nada que hablar con usted.— dice Claudio, agarrando mi mano.
—No estaba hablando contigo, Güerito. ¿Podemos hablar o no?— me pregunta Fabrizio.
—Está bien, voy con usted.— le digo y claudio me agarró la mano y susurra en mi oído "espero afuera de la puerta por cualquier cosa" y me dio un beso. Fui con Fabrizio hacia su "salón" o "oficina", que sé yo. Él cerró la puerta.— ¿De que quería hablar?— le pregunto.
—No me ha olvidado de esa noche.— me dice y se acerca a mí, mi respiración se entrecorta.— Te pusiste más buena.— me dice con una sonrisa perversa. Quería acercarme a la puerta pero él me toma de la mano y me separo de él bruscamente.
—No me toque, malnacido.— le digo, me voy al otro extremo de so oficina.
—No te hagas la difícil.— me dice.
—Me das asco, ¿acaso te gusta violar a los adolescentes?— le pregunto.
—Me encanta. Pero cuida muy bien esa boquita, que no te sale ninguna palabra de esto a nadie.— él agarra mi cara por mis mejillas con la mano, apretando mis mejillas— Recuerda que calladita te ves más bonita.— y me da un pico y soltó mi cara. Yo salí rápidamente del oficina y corrí hacia el baño. Me metí en un cubículo y vomité. Sentía asco. Tiré de la llave del inodoro y me fui al lavamanos para enjuagar mi boca y quité los rastros de vomito. Cuando salí del baño, Claudio me abrazó fuerte.
—¿Te sientes bien, mi amor?— me pregunta. Pero sólo enteré mi cabeza en su cuello.
—Quiero ir a mi cama.— le digo. Él asiente y me lleva a mi cuarto, cargándome como princesa. Él me deja en la cama y me arropa.
—Descansa, mi amor.— me dice y me da un beso en la frente. Mis párpados me empezaron a pesar hasta que me cerré los ojos y quedé dormida
Estaba caminando por los pasillos de LIKE cuando alguien me tapa la boca y me arrastra hacia un salón.
—Quiero hacerte Mía de nuevo.— y Fabrizio y tiene un erección y me empieza a besar, cuando quería gritar, no podía porque tenía la boca con cinta. Me besa y luego baja hasta mi vagina y me lo masturba un poco y luego se mete todo a golpe y yo estoy llorando mientras él busca placer.
—¡NO!— gritó, despertándome y jadeando. Claudio se para de la silla y viene a mi lado.— Pensé que te habías ido.
—No te iba dejar sola después de tu encuentro con ese poco hombre.— me dice. Me besa las mejillas y me abraza fuerte. Yo solo lloro de rabia y de tristeza. Pero más de rabia. Él me está atormentado y odio que no tengo pruebas.
¿Debería hacer un Blog o ustedes ya me conocen lo suficiente o no quieren que les cuente sobre mi vida?