María Asunción de Dulce Nombre Salas Oliver es una madre adolescente. No es porque no usó protección durante tener sexo con su novio, era por violación. Ella va a LIKE, las únicas personas que saben sobre la bebé es su mejor; Claudio. La escuela no...
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Claudio
Ya ha terminado nuestra semana juntos, ya es domingo y ahora entraremos a L.I.K.E de nuevo. Primero dejamos a Martina con mi mamá y nos fuimos a escuela. La cita que preparé para nuestro dos semanas salió de maravilla. Yo le di un collar con mi nombre y yo tengo un anillo con su nombre grabado en el. Le cociné una cena romántica a pesar que casi quemaba la cocina pero lo arreglé. Machu no puede estar más feliz y yo tampoco, ahora estamos en el carro, yo diciéndole que la quiero en el oído hasta que llegamos a L.I.K.E. Ayudé a Machu para bajarse con su maleta y yo también agarro mi acelga y entramos.
—Pues, bebé, me tengo que ir a mi cuarto, saludaré a las chicas, ¿sí?— me dice Machu, dándome un pico en los labios. Sonrío y ella se va.
Machu
Caminaba hacia mi cuarto y guardé mis maletas adentro del cuarto. Cuando salía, me fui al playroom y vi a León sentado en el sofá. Me acerqué a él.
—¿Que onda, León? ¿Por qué andas todo deprimido?— le pregunto. Él me mira y veo en sus ojos una tristeza.
—Si de verdad lo quieres saber, creo que llevaron a mi hermano.— me dice. Me contó que su padre y hermano son narcos, le escuché por accidente hablando por teléfono, de verdad.
—Lo siento mucho, León. Yo sé que no te puede marcar por su seguridad. Estará bien, te lo aseguro.— le digo, acariciando su hombro y él me toca la mano.
—Gracias, Machu. ¿Cómo te fue con Claudio? ¿Pensé que vendrán mañana?— me dice León.
—Eso era el plan pero luego para desempacar es mucho trabajo, mi Niño. Pero me lo pasé muy bien con Claudio y Martina.— sí, él también lo sabe, me cachó hablando con ella por FaceTime.
—Me alegro mucho. ¿Quieres que te invite algo de desayunar?— me pregunta.
—Claro, por qué no. Quiero chilaquiles.— le digo sonriendo. Él se recarga su brazo en mis hombros mientras caminamos a la cafetería.
Claudio
Vi que León tenía su brazo alrededor de Machu y ella lo dejaba. Cuando quería acercarme a ellos, me chocó con una chica que tiene las puntas azul.
—Hola, soy Emília, perdóname, neta, no te vi.— me dice Emília.
—Soy Claudio no te preocupes, también fue culpa mía.
—¿Estás enojado o algo parecido?— me pregunta.
—No, para nada.
—Podemos hablar sobre ellos si quieres.— me dice con una sonrisa.
—Está bien, ¿podemos ir a la cafetería? Es que tengo hambre.— le digo y ella se asiente con la cabeza. Si quieres jugar Machu, jugaremos.