Capitulo VII

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Narrado por Candy..

Terry era un claro ejemplo de lo que podía considerarse un idiota absoluto; una buena muestra de lo que significaba esa palabra. —Aunque daba igual lo enfadada que estuviera, no fui  capaz de dejar de pensar en él.

Llevábamos hablando seis meses y él nunca mencionó que estuviera casado. Y la única  vez que le pregunté si en algún momento había hecho algo más que "Una noche. Sin repeticiones" me respondió "Una vez" y cambió de tema con rapidez.

Reproduje esa conversación mentalmente durante toda la noche, diciéndome a mí misma que debía aceptar que era un mentiroso y seguir adelante con mi vida.

—Damas y caballeros... —dijo mi profesor de ballet por un micrófono, arrancándome de mis pensamientos—, ¿podrían prestarme atención un segundo, por favor?

Sacudí la cabeza y miré hacia el público que llenaba el auditorio. —Se suponía que esta noche iba a ser uno de los mejores momentos de mi carrera como bailarina. —Era una exhibición de los bailarines de la Universidad. —Los principales intérpretes de las producciones de primavera bailarían un par de minutos en honor a la academia Universitaria, presentando el evento que tendría lugar dentro de unos meses.

—La próxima intérprete es la señorita Candice White. —Había una nota de orgullo en su voz—. Sobre ella recae el papel de Odette y Odile en la representación que ofrecerá la Universidad de Chicago de El lago de los cisnes, y pueden creerme cuando les digo que es una de las bailarinas con más talento que haya visto nunca... —Hizo una pausa mientras los murmullos de la multitud se silenciaban—. Quiero que se acuerden de lo que les digo.

Uno de los fotógrafos de primera fila me hizo una foto, dejándome temporalmente ciega por el flash.

—Como la mayoría de ustedes saben —continuó—, he trabajado con los mejores bailarines del mundo, he pasado muchos años en Rusia, donde estudié con los más grandes, y después de una larga y productiva carrera en la Compañía de Ballet de Nueva York, me he retirado aquí para enseñar a aquellos que poseen un gran potencial.

Hubo un fuerte aplauso. Todo el mundo conocía a John Marty, y aunque a muchos les extrañaba que quisiera dar clases en Chicago, nadie se atrevió jamás a cuestionar su decisión.

—Espero que disfruten con esta muestra del programa que el Ballet de la Universidad les ofrecerá en primavera —añadió mientras se acercaba lentamente al otro lado del escenario—. Ahora, la señorita White ejecutará un dueto de el Soneto  de Ballanchine con su pareja, Tom Stevenson.

La multitud aplaudió de nuevo y las luces se atenuaron por encima de ellos. Un suave foco cayó sobre Tom y sobre mí mientras los violinistas comenzaban a tocar.

Unas notas cortas y suaves llenaron la estancia y me puse en puntas, tratando de bailar con la delicadeza que exigía la música ..—Sin embargo, a cada paso que daba solo podía pensar en Terry besándome, tomándome y finalmente, mintiéndome.

"Nunca te he mentido, Candy.. —Por alguna extraña razón, confío en ti".

Empujé a Tom cuando me tendió las manos y giré por el escenario hasta que empezó a seguirme. —Encerró mi cara entre sus manos como si estuviera pidiéndome que me quedara, pero luego se alejó de nuevo, lanzándome a una miríada de pirouettes sin pausas.

Me sentía enfadada, dolida, y no contuve ninguna de mis emociones mientras demostraba lo bien que podía bailar en pointe.

En el momento en que los violinistas tocaron la última nota, el público soltó un jadeo colectivo y aplaudió más fuerte que en el resto de la noche.

Y Llegaste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora