CAPÍTULO 21. BAJO

21.7K 1.7K 121
                                    

KIM

Dolía caminar con tacones de plataforma, pero no era por la altura, más bien era el hecho de que mi pequeña tenía uno de sus pies presionando mi vientre.

—Oye, cariño, deberías ser más considerada —le susurro a mi vientre. Las chicas empiezan a alistar la sala de juntas mientras yo abro la presentación en la computadora.

—No te ves nada nerviosa –admite una de las chicas.

—No lo estoy. Esta presentación será increíble.

—Quisiera tener tu nivel de confianza —contesta ella feliz.

Mientras yo me preparo, la puerta se abre y escucho su voz. Mi cuerpo se tensa de inmediato, pero lo disimulo muy bien.

Él no dice nada, solo se acomoda en una de las sillas y revisa su celular, luego sale para hacer una llamada.

—¿Sabes si está solero? ¡Es tan guapo! —pregunta una de las nuevas pasantes.

—Bri, es el .... —se forma un silencio y puedo ver que me miran.

—¿Pasa algo?

—No. Nada.

—Chicas, ese hombre está soltero.

—Pero dicen por aquí que es el padre de... su bebé —señalan mi vientre.

—Chicas, mi bebé no tiene padre, o más bien, está lejos de aquí.

—¡Oh! Lo lamentamos, es que somos nuevas por aquí.

—Sin problema chicas, quizá si se esfuercen un poco, les haga caso.

Ellas parecen adolecentes emocionadas, pero yo disimulo muy bien. Diez minutos después la sala se va llenando.

Estoy por comenzar, cuando Dean ingresa y se coloca al frente de mí. Relajada empiezo mi presentación. Este proyecto era importante para todos, más cuando de eso depende un gran ingreso para la empresa.

Finalizo indicándoles algunos valores reales que esto podrá favorecernos.

—¿Y bien? —cuestión al verlos serios.

—A mí me agrada, y si tengo que dar mi voto, será un sí —admite uno de ellos.

—Pues mi voto es un no rotundo. Para realizar dichas estrategias tendrás que estar presente y en tus condiciones no será posible —Bryan. El señalaba mi abdomen con iras.

—Estamos entrenando gente, Bryan. Se supone y debemos capacitar a nuestros colaboradores para que se supervise muy bien el trabajo.

—Tú propuesta, querida, es acercarte más a los compradores. Alguien debe estar al mando, tú pronto te irás por un periodo de maternidad y esto quedará mal hecho.

—Puede hacerlo cualquiera de nosotros.

—No. Esto lo debe hacer el departamento que tu manejas; marketing.

—Bryan, no entiendo porque no tomas en cuenta ideas nuevas. Debemos innovarnos...

—Por favor, hemos estado años siendo el líder y ahora sales con estrategias altruistas. ¡Esto es una pérdida de dinero y tiempo! Si no hay alguien capaz al mando, no será posible. Si quieres hacer eso, delega a alguien capaz a tu puesto... alguien que por supuesto no piense igual que tú, y claro, no tenga un hijo en su vientre.... Y otros tres en casa.

¡Oh!

—Sabes, Bryan. Tienes suerte de estar donde estás, más si piensas de esa manera, pero en tu caso es entendible.

JEFE, QUÉDESE CON NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora