¡Victoria! |Saint Seiya|

V. Cosmos

Cosmos
Procede del latín cosmos que significa universo, y este del término griego κόσμος (kósmos), que significa orden.

Pov's  Narrador Omnisciente.

El cuerpo de Helena daba convulsiones descontroladamente. Su cabeza chocaba una y otra vez en el piso, sus extremidades se sacudían violentamente y sus ojos tan abiertos que Dokho creyó que saldrían de sus órbitas.

-Athena.-Dijo sorprendido. Se arrodillo para parar la convulsión con su cosmo pero algo en su interior le decía que era más que eso. La energía que emanaba la castaña era sorprendentemente poderosa, agresiva y desbordante.

En algún punto los ojos de Helena encontraron los de Dokho, aquella mirada llena de temor, miedo, que gritaba piedad con todo su ser le recordaban aquella señorita que había encontrado en los pasajes secretos de las cámaras de Athena. 

-Llama a Shaka.- Dijo ella rechinando los dientes por el dolor.

El maestro cargo el pequeño cuerpo que no dejaba de moverse para correr al templo de Virgo. Quien diría que un caballero dorado perdería el control ante una convulsión, pero era más que eso. Esa energía perturbaría la paz hasta al mismo Hades.

-Déjala en el piso.

La grave voz de Saga hizo se detuviera en el pórtico de su templo.

-Necesito llevarla con Shaka.

-Dokho, confía en mi.

El castaño con dificultad accedió a la petición del geminiano. Helena no paraba de moverse, era demasiado tiempo para que su cuerpo humano resistiera.

Saga se arrodillo a su lado, tomó sus manos con fuerza para evitar que se moviera más.  Con la otra mano sostuvo su cabeza,  apreció el rostro asustado de la jovencita,  la respiración agitada que hacía doler sus pulmones y la espuma que brotaba por su boca.

-¡Suéltala!.

-¡Shaka, no! Saga sabe lo que hace.

En la escena apareció Virgo y Aries, el último sostenía al rubio del brazo. Había sacado rápidas conclusiones sobre el estado de Helena, ahora Saga era probablemente el segundo que sabía la verdad. Una brillante luz anaranjada rodeaba  su cuerpo Saga susurró una oración que para todos fue confusa y en un abrir y cerrar de ojos aquella luz había desaparecido en el pecho de Helena.

-¿Qué ha pasado Dokho?

Mu corrió para revisar el cuerpo de la joven inconsciente, ya no se estremecía sino que estaba quieta como si durmiera. Aquella preocupación por parte de Aries provocó un amargo sentir en cierto caballero dorado que observaba fijamente la escena.

-No lo sé. Estábamos conversando y ella ha caído en este estado.

-Shaka llévala con el Patriarca.

El rubio no dijo ninguna palabra y cargo el cuerpo de Helena que estaba bañado en sudor y sus cabellos desordenados. La miró preocupado y corrió por las casas restantes, aquella chica le había hecho perder la paz en toda su estadía en el Santuario, por primera vez comenzaba a sentir preocupación por otra persona que no fuera él o Athena. Mientras tanto Mu interrogaba a Dokho. Tenía en mente que Helena había tenido un déja vú como los llamaba ella.

-Solo le hablé sobre Asmita. Fue todo, Mu. Te lo puedo jurar.

-¿Exactamente qué?

-Nada detallado, solo dónde falleció. No hay relevancia.