XV. Italia

210 11 4
                                    

Pov's Helena

La cruda es algo natural si abusas de una botella de vino y eso era lo que Mu y yo presentabamos en la mañana del día siguiente. Habíamos bebido hasta perder la conciencia en la sala del templo y nos hubieramos quedado aquí si no fuera por Aldebaran que nos preparó un buen "levanta muertos" para levantar ánimos. Me despedí de ambos con la palabra de verlos en el coliseo central donde entrenaríamos los tres junto con los aprendices.

-Buenos días, señorita Nike.

-Buenos días, Veronica. Me alegra verte tan emocionada por el entrenamiento.-Hable a traves de la mascara.

-A mi también me da gusto verla aunque no sé porque usted tiene que usar esa mascara.

-Reglas del Patriarca.

-¿Aunque usted sea una diosa?

-Hay que acoplarnos a las reglas de cada lugar, querida. ¿Qué tal tu pijamada con Aioria?

-El señor Aioria es muy divertido y me alegra no ser la única niña en entre los dorados.-Ella prosiguio a relatarme cada actividad que hizo con los dos varones mientras descendíamos hacia el coliseo central al llegar pude ver a la mayoría de los caballeros con sus aspirantes y los caballeros de bronce como Seiya y sus amigos. 

-Escucha, Vero. Cuando vengamos a entrenar me llamarás Helena, nunca por mi nombre ¿Entendido?

-Sí, señorita.

-Anda, Dokho te esta esperando.-Dije dandole una palmadita en su espalda.

Comencé a calentar mientras trataba de no pensar en el caballero de Virgo, dicen que una mente ocupada no extraña a nadie y si con Angelo funcionó con Shaka lo haría sin dudar.

-Bajaste al jardín de juegos, bellabel.

-No puedo quedarme todo el tiempo en el recinto, bicho.

-Entiendo. ¿Un duelo amistoso?.-Sonrío el peliazul de modo burlona.

-Milo, recuerda que ella es ...

-Una como ustedes.-Interrumpí a Camus.-Por favor caballeros, tratenme como su igual mientras entrenemos, sus atenciones no me ayudarán a superarme.

Kanon y su hermano Saga también se habían unido a nuestro pequeño triángulo para escucharme. Tomé a Milo del brazo para llevarlo al centro de la arena. Ambos nos pusimos en posición de ataque mientras camus nos contaba en cuenta regresiva para iniciar el duelo.

-Trataré de ser dulce, Helena. Espero no lleguemos al grado de ir con los curanderos.

-Ya veremos, Milo.-Él lanzó un puñetazo que esquive sin complicaciones dejé a Milo atacar sin lanzar alguna ofensiva estudiando la tecnica del mayor y así comenzamos una danza que entretenía los presentes.

-Muy lento, Milo.-Dí una patada hacia su barbilla con mi punta pie tirandoló en el suelo.

-Que modestia. Kanon te ha enseñado bien las técnicas de cuerpo a cuerpo ahora veamos si Saga te ha enseñado en el dominio de cosmos.-Concentró su cosmo en su puño que se clavo en mi hombro.

Mordí mi labio para no echar un chillido de dolor mientras la protección caía en pedazos. Respiré hondo mientras observaba la confianza de Milo regresar repetió la acción pero esta vez mi cosmos ya estaba encendido, detuve su golpe con mis brazos haciendonos retroceder unos metros. Noté que había un pequeño charcho debido a la llovizna de anoche dejé caer mi peso hacía atras para arrastrar al Escorpion haciendo que se empapará en el agua ahora yo me encontraba del lado seco de la tierra.

¡Victoria! |Saint Seiya|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora