1 5 |Quiero Una Vida Feliz Para Siempre A Tu Lado ¡Nada Nos Separará!.

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Con expresión aburrida y pasando desde su dedo índice hasta el meñique, golpeteaba la mesa del mostrador con cierta inquietud. La chica miro al empleado que estaba metiendo en un sobre unas fotografías que ella misma fue a revelar en ese estudio.
     
—Aquí tiene señorita, disculpe la tardanza—sonrio nervioso, la Joven Alfa parecía molesta.

—No importa—tomó el sobre y miró su contenido formando una sonrisa traviesa.

Marina no dijo más, pago el pedido y salió muy alegre para ir a su casa a empacar sus maletas.

Entró cautelosa, sin hacer ningún ruido.
    
Camino de puntitas hacia su habitación y casi victoriosa, pudo haber entrado sin ningún problema, sino es por que alguien la detuvo tomandola del hombro y haciéndo que estallara en un grito ahogado.

—¿Donde te habías metido?—dijo Kunihiro—, nuestro padre nos quiere en su oficina en este instante.

La chica trago en seco.

Cuando su padre solía llamar a su hermano y a ella, era para llamarles la atención, gritarles a no más poder y reprenderlos por algo que no había hecho según sus expectativas.

El Alfa mayor, se llevó a su joven hermana hasta la oficina de su padre en la planta baja.

Ese lugar emanaba una esencia muy poderosa y dominante, que hasta los vellos se erizaban con tan solo pasar cerca.

Y ahí estaba, sentado en su silla de cuero aquel Alfa de 57 años de edad, el señor Morinaga.

—Sentados—sentencio.

Los hermanos al no poder llegar hasta donde la sillas del despacho, simplemente se arrodillaron temerosos. Su padre estaba enojado.

—¿Qué les dije con respecto a Tetsuhiro? Se supone que debía volver a casa y no lo he visto—comento—. ¿A qué fueron a Nagoya? ¡No veo resultados!—exclamo molesto y demandante—. No hacen nada bien—golpeó su escritorio furioso—. Sobre todo tú... ¡Marina! —miro a la menor—. Te mandé una sola vez y no lograste nada, luego te escapas sin mi permiso y aún así no traes resultados ¿o me equivoco?

—L-.. Lo siento mu-...mucho, papá—apreto su bolso donde traía las fotografías. No quería delatar a su hermano, ella no quería eso para él, así que, no le mostraría nada a su padre.

El hombre rio con amargura—. ¡Kunihiro!.

—Si, padre—respondio sumiso.

—Está será la última vez que iras, de lo contrario yo seré el que interferira—amenzo—, ve a Nagoya y trae a tú hermano por la fuerza ¡¿Te quedo claro?! —Kunihiro asintió—. ¡Bien ahora salgan!

Marina y Kunihiro se pusieron de pie manteniendo el respeto hacia su padre.

Salieron lentamente. Su padre solía ser una persona de carácter fuerte, un Alfa respetable en cuanto a sus socios en la empresa. Un hombre que gustaba de las viejas tradiciones, chapado en la antigüedad. Siendo un tipo temible pero también...

 
 
 
 
 
 
 
 
—¡Cruel!

Dijo Hiroto muy sorprendido, el Joven Alfa le había comentado todo lo que vivió antes de salir de su pueblo natal.

—¿Cómo es posible que haya hecho tales barbaridades? —pregunto cruzado de brazos.

—No lo sé, el siempre fue así. Aunque demostró su verdadero yo después de enterarse de Masaki–San.

—Tú hermano... es muy seguro que pudo haber muerto. Me sorprende que haya sobrevivido a la separación con pareja destinada—hizo comillas con sus dedos—. Seré un Beta, pero estoy informado de ello.

T o d o   a l   r e v é s ♡ | ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora