⋆ [CANCELADO]
¡Soy un lobo solitario!.
Tal vez dejo de serlo al conocer a su
querido Joven Alfa.
Donde Morinaga es un alfa sumiso.
Y donde Souichi es un Omega
mayor rebelde.
El amor suele estar frent...
—No es un restaurante costoso—habló tomando el menú—, pero sirven muy buena comida. Además tienen postres deliciosos—sonrió penoso.
—No importa es un lindo lugar—respondió tranquilo abriendo la carta del restaurante—. ¿Puedo pedir lo que sea?.
—Si, lo que tú gustes—rasco su nuca—, todo sea por agradecerte—dijo con sinceridad.
« ¡Espero que los ahorros que tome sean suficientes! »
Chilló en sus pensamientos.
—¡Muy bien!—exclamó aplaudiendo—, ¡quiero esto!—señaló la crema de camarones gigantescos—. Mesero por aquí—chasqueo los dedos para atraer al empleado más cercano.
« ¡Este hombre no parece que sea de los que se conforman con una sola cosa! »
Apretó la cartilla del menú con amabas manos, escondiéndose tras de esta.
—Traigame esto y esto—señaló el vino más costoso, que Hiroto comenzó a sudar de tan sólo ver los precios—. ¿Y tú no vas a pedir nada, Hiroto–San?
—Ehhh... si—miró el menú nuevamente—, traigame un spagetti—apuntó con su dedo índice a la imagen de la lista.
El mesero anotó rápidamente—. Enseguida les traeremos su orden, caballeros—dijo de manera cortés y se retiró.
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—Dijiste que podía pedir lo que sea—suspiró—, pero terminé pagando la mitad de la cuenta.
El Beta infló las mejillas metiendo sus manos en sus bolsillos.
« ¡Desgraciado Alfa! »
—Te pagaré en cuanto tenga dinero—desvío la mirada.
—Ja —rio—, que suerte que traía dinero.
« ¡Hijo de su... re ching-... Control Hiroto, control »
—Lo siento—dijo cabizbajo—, pero tampoco pensé que pedirías cosas tan caras.
—¿Ehh?—le miró con una ceja enarcada—, ¿a qué te refieres?
—Pediste los camarones gigantes, eso cuesta mucho—se atrevió a encarar al mayor—, además también pediste el vino más caro que había—arrugó la nariz molesto—. Y no me dejaste servirme una copa siquiera, tomaste con ambas—apreto los labios—. ¡Te bebiste todo el alcohol tú solo!.
« Y no sé cómo demonios sigue en pie, el muy descarado »
—Es que es mi vino favorito—se defendió—. No me gusta compartirlo con nadie—se acomodo su saco burlon—. Pero terminé pagándolo prácticamente.
Hiroto rechino sus dientes.
« Respira Hiroto, respira... cuenta hasta diez... uno... dos... »
