11. Gato encerrado.

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11.

Se encontraban en la misma mesa, comiendo las alitas de pollo que casi se le queman a Calum.

—Aunque estén un poquito chamuscadas... Están bien de sabor. — admitió _________ mientras le daba un mordisco a una alita.

—Me alegro de que te gusten. — contestó él. — Una cosa... Ahora que no tenemos trabajo, ¿qué haremos?

Esa era una buena pregunta. ¿Qué se supone que harán ahora? _________ no sabía que contestar, pero pronto se encontraría con alguna respuesta. Calum tenía unas ganas inmensas de trabajar otra vez con ella, igual que en la empresa de Luke. Que Calum llamase a la puerta de su oficina y tener uno de sus "encontronazos".

—Sinceramente no sé Cal, pero no quiero comerme mucho la cabeza con ese tema, quiero relajarme un poco. — bebió del agua de su vaso y volvió a morder una alita.

Calum miraba cada uno de sus movimientos, como ponía sus labios en el borde del vaso y bebía, como hincaba los dientes en las alitas y tiraba de ellas para poder comérsela. Esto iba a ser difícil, no se podía contener.

Y ella jugaba con él, sabía que lo tenia bajo control todo, podía notar su excitación desde la otra punta de la mesa. Maldición que no pudiese saber lo que pensaba. _________ también miraba sus movimientos, como se tapaba la boca después de beber de su cerveza para no eructar delante de su cara, un acto bastante cabarelloso. Y como se sacudía el pelo después de taparse la boca, ya lo había hecho 3 veces.

—¿Has terminado? — preguntó Calum.

—Sí. Ehm... Cal... — se levantó de la mesa. — Espérame un momento. — y se retiró de la sala y se dirigió a no se sabe dónde.

Calum solo recogió los platos y los dejó en el fregadero en remojo, se sentó en el sofá y espero a que _________ saliera de algún sitio.

—¿Las alitas llevaban algo? — le sorprendió la voz de ________.

—Un poco de picante, si. ¿Por qué?

—Me han sentado mal. Joder Cal, esto se pregunta antes de nada. — dijo molesta y se sentó en la butaca. ¿Qué estas viendo? — preguntó amablemente. Calum se asustó. ________ era bipolar, hace un momento estaba enfadada por lo del picante y ahora le habla con dulzura.

—Estaba haciendo zapping, no hay nada interesante a estas horas... — resopló él. Y puso los pies sobre una mesa de cristal que había delante del sofá.

__________ quiso jugar un poco con el y se tumbó en el sofa donde estaba Calum, y puso sus piernas encima de la suyas, abriéndolas un poco, dejando al aire su feminidad. Y consiguió lo que se propuso, estaba nervioso y una erección estaba creciendo entre sus calzoncillos.

—No hagas eso. — advirtió.

—¿Por qué? — vaciló sonriendo.

—La última vez que te tumbaste encima mío tuvimos un polvo de muerte. — dijo Calum, avergonzando a _______.

—¿Y no quieres repetirlo? — jugueteó _______ con los cordones de su bata.

Y de un momento a otro tenía la cabeza de Calum enterrada entre sus piernas, consiguiendo un sabor exquisito y _______ no se pudo resistir, no a él. La lengua de Calum se movía sin parar. Chupaba, lamía y mordía suavemente. ¡Así es! Justo ahí, como le encantaba a _______. No costó mucho para que _______ llegara al orgasmo y quedarse exhausta. En un abrir y cerrar de ojos ella ya no tenía la bata ni el los calzoncillos. Calum la cogió de los muslos, levantándole y sin previo aviso entrara dentro de ella y le hiciera gritar. Estaban de pie, lo que lo complicaba así que Calum le estampó contra una pared y le empezó a besar y a moverse lentamente. _______ gemia sin parar y Calum no podía concentrarse.

|That Power| (HOT) Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora