Park Jimin, un adulto con los estudios pausados a causa de un descuido, un bailarín frustrado y padre adorable.
Park Sarang, una pequeña de 4 años, que gusta de dulces y lecturas a media noche.
Jeon JungKook, un recién adulto quien trabaja medio tie...
-Déjame decirte que yo era bastante popular en la Universidad.
JungKook rió por lo bajo y Jimin le miró con una expresión ofendida.
-¿No me crees? Todo mundo estaba encantado por mi -alardeó extendiendo sus brazos y JungKook volvió a reír un poco-, hablo en serio, incluso era la sensación entre los maestros.
El contrario sonrió, claro que le creía, este hombre parecía ser increíblemente perfecto, tanto que incluso le daba un poco de celos, pero le admiraba.
-¿Cuál es tu salón?
JungKook señaló uno de los salones a su derecha una vez que habían entrado al corredor.
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-Aquí tomamos las clases de tronco común, por allá están las salas de baile...aunque seguramente usted ya sabe eso -finalizó con vergüenza al observa la mirada incrédula de su acompañante.
-¿Qué clase tienes?
-Historia de la danza -respondió metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón-, es realmente aburrido.
-¿Quién te da la clase? -preguntó Jimin deteniéndose en el jardín trasero, mirando a su alrededor con ojos melancólicos.
-La maestra Choi -JungKook resopló como respuesta y recibió una gran carcajada de parte de Jimin.
-¿Choi YooJung? -el contrario asintió y el mayor ensanchó aún más su sonrisa-. Sí, sus clases eran realmente aburridas.
El menor lo miró por unos segundos, viendo su enorme sonrisa y sus pequeños ojos divagar por toda la extensión de la escuela, se le apachurró el corazón.
-¿Realmente quiere volver? -pregunto cauteloso, casi en un susurro.
La sonrisa de Jimin se borró por un momento, pero volvió a aparecer segundos después, algo floja, sus ojos le miraron y JungKook sintió como su cara ardía de la vergüenza. La belleza de Jimin era realmente intimidante.
-Por momentos -comenzó a hablar a la par que se apoyaba en una de las paredes, miró al suelo antes de posar sus ojos nuevamente en él, un brillo desconocido se reflejó en sus ojos-. Pero ahora es difícil...Sarang no tendría dónde quedarse.
-¿Ha considerado meterla en algún Kinder?
-Sí, pero necesito ahorrar para ello, y no tengo un trabajo estable.
-Oh...es cierto.
Se miraron a los ojos antes de desviar sus miradas al mismo tiempo, abochornados por la belleza del otro. Jimin no entendía qué era lo que JungKook estaba provocando en él, estaba seguro que era simplemente por Sarang, que se encontraba tan absorto en este ser tan adorable frente a él: mirando nerviosamente a su alrededor, evitando sus ojos, moviendo su pie izquierdo de un lado para otro y sus largos dedos jugando descuidadamente con su oreja (Jimin había notado que JungKook hacía eso seguido cada vez que se miraban). Simplemente adorable.
