baby steps :: jikook

17: Corn dogs

El sonido de la puerta cerrándose tras él le dio dar un respingo en su asiento. JiMin le sonrió un poco antes de desviar la mirada.

¿Ahora qué?

Volvieron a mirarse a los ojos y JungKook sintió un enorme impulso de volver a besarlo, pero se contuvo, en cambio pensó en que tendría que hacerlo.

Era ahora o nunca.

Volvió sus manos en dos puños sobre sus muslos y parpadeó lentamente hasta volver a mirar los ojos café de su...¿su qué? ¿amigo? ¿si quiera eran eso?

Estuvo a punto de dar marcha atrás hasta que observó la lengua de JiMin salir lentamente de sus labios y dejarlos húmedos, JungKook supo que quería besarlos mucho más.

-Hyung -llamó con la voz temblorosa y JiMin le miró curioso.

El corazón le latía demasiado rápido a ambos.

-Creo que...me gusta.

La sonrisa de JiMin lo cegó de esperanzas por un segundo.

-Tú también me gustas, JungKookie.

JungKookie.

Analizó la sonrisa que el rubio le estaba dando y parecía ser una amistosa, cargada de ternura. Así que JungKook volvió a cerrar los ojos y tomó una gran bocanada de aire, armándose de valor.

-Pero me gusta de otra manera, hyung -murmuró tratando de no abultar sus labios en un puchero pero era imposible cuando vio la expresión de JiMin cambiar.

Definitivamente debió de haber mantenido la boca cerrada. Tenía el pecho lleno de arrepentimiento.

Las comisuras de sus labios gruesos bajó y su sonrisa comenzó a desaparecer lentamente, un aire de confusión cruzó por su rostro. Los ojos aún miraban a JungKook, pero ahora con un deje de tristeza, quizás, JungKook no podía decir con certeza. Pero no era la reacción que esperaba.

¿Qué tipo de reacción estaba esperando? No lo sabía tampoco.

Estuvieron un rato en silencio hasta que parecía ser que JiMin finalmente había entendido su confesión. Agitó la cabella y sus cabellos dorados se sacudieron un poco, JungKook lo miró con ojos temerosos. El corazón bombeaba violentamente sobre su pecho.

-Creo que debo irme.

JiMin se puso de pie rápidamente y comenzó a caminar hacia la puerta con pasos largos, rascándose la nuca.

-Hyung...

La voz de JungKook sonó tan triste detrás suyo, había musitado tan bajo que a penas lo escuchó. El corazón de JiMin recibió un tirón de dolor, pero nublado por la confusión y el miedo, tomó el pomo de la puerta y ante de cerrar tras suyo, se despidió.

-Nos vemos luego.

El rio de lágrimas que se había estado aguantando finalmente desembocó de sus ojos, se sintió ahogado por un momento. Dios, se sentía tan patético. Las cosas estaban saliendo bien, ¿por qué tenía que ser tan estúpido y arruinarlo?

Se cubrió los ojos tratando de detener su llanto pero no sucedía, casi tambaléandose y luchando con el dolor de cabeza de la resaca, caminó hacia su habitación donde su amiga yacía despierta observando el techo, pero en cuanto vio a su amigo entrar a la habitación, se irguió sobre la cama.

-¿JungKook?

-En serio soy un idiota, MinKyung.

Y cayó sobre la cama, con todo el peso de la verguenza y tristeza sobre su corazón.